En tiempos políticos, las próximas elecciones
están bastante cerca y es indiscutible que todos los partidos políticos ya se
encuentran en campañas internas, para seleccionar a sus próximos
candidatos.
Para seleccionarlos y por mandato de la Sala
de lo Constitucional, el cual es otro acertado e importante “empujón”
democrático de esta Sala, que tanto critica el FMLN; los partidos políticos tendrán que hacerlo por votación democrática
y secreta, lo cual indudablemente fortalece el andamiaje democrático
institucional.
Es indudable que cada elección abre un
capítulo muy difícil de manejar para los partidos y más ahora, que se tiene que
hacer democráticamente. Esto es
debido a que lo que se genera internamente es una competencia individual que comienza
a realizar acciones para cada quién asegurar su “puesto”, aún a costa de dañar
a otros; lo cual termina
perjudicando la unidad y lo que es más importante, distorsionando la dirección
del partido y cual debe ser su accionar dentro de la realidad que se está
enfrentando.
Con esta idea en mente, nos imaginamos, que el
partido FMLN fijó desde el tiempo en vida de su líder histórico, el que ningún
funcionario público pudiera estar más de tres períodos consecutivos en
cualquier cargo de elección popular.
Lo bueno de esta medida es que promueve y asegura una actualización constante
de ideas, pues permite que nuevas personas puedan llegar a puestos importantes,
sin tener que confrontar públicamente con los más antiguos y de mayor
experiencia; permitiendo que la sucesión sea menos traumática y polarizante. Aunque esta es una medida plausible,
desgraciadamente los demás partidos nunca la han querido adoptar.
Sin embargo, ARENA sigue siendo el partido
que ha ido a la vanguardia en cuanto a la democratización interna de los
partidos. Aunque, si bien, el
producto de esto es que se han visto caras nuevas, pareciera que los antiguos
dirigentes no dejan que las nuevas ideas terminen de surgir y más bien es al
contrario, teniendo los nuevos candidatos y dirigentes que acoplarse y
continuar con la misma forma antigua de actuar; como única posibilidad de poder
seguir influyendo, aunque sea un poco.
Mientras estos reajustes al interior de los
partidos comienzan a darse, lo que sus dirigentes no deben de dejar de tomar en
cuenta es el desencanto actual que existe en toda la ciudadanía hacia los
partidos políticos y la cual se debe a la forma en que la mayoría de sus dirigentes
ha venido actuando en el pasado. Por
lo que, para que las elecciones que están por venir funcionen para nuestro país
y no solo para cada partido; no es suficiente solo que los candidatos sean
elegidos democráticamente. Sino
que además de eso, se debe promover que surjan candidatos que comprendan que lo
que el país necesita son líderes partidarios y funcionarios públicos que dejen
de actuar como los antiguos lo han hecho y pongan el bienestar de las mayorías
como prioridad en sus decisiones; independientemente a que partido pertenecen.