El mejor momento para volver a descubrir la democracia
es hoy.
Debemos recordar que una de las principales
razones por la que, décadas atrás, los movimientos de izquierda de
Latinoamérica tomaron las armas, fue para luchar en favor de la
democracia. Los Acuerdos de Paz de
nuestro querido país, firmados entre los movimientos guerrilleros y el gobierno
de aquel entonces, fueron posibles porque ambos defendían y se comprometieron a
vivir en democracia; anhelo máximo de la mayoría de salvadoreños de aquel
entonces y de hoy.
Lo que en los últimos meses está sucediendo
en varios países latinoamericanos y el reciente planteamiento de nuestro actual
gobierno en la OEA, apoyando un gobierno que mantiene varios presos políticos,
que no tienen más delito que el de no estar de acuerdo con sus mismas ideas;
debe ponernos a pensar que la democracia necesita un nuevo descubrimiento.
Los salvadoreños estamos cansados y
frustrados, bastante desorientados, disgustados con muchas de las cosas que
están pasando a nivel local y mundial y estamos ante el peligro de llegar a
convencernos que no se puede hacer absolutamente nada y quizás llegar a pensar
que no queda otro remedio que repetir la Oración de la Serenidad unas mil
veces: “Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
valor para cambiar las que pueda cambiar y sabiduría para saber la diferencia”.
Sin embargo, aunque estoy seguro que muchos
pensarán que esta oración no tiene mayor efectividad, lo primero que haría es
ayudarnos a comprender que lo que debemos hacer es redescubrir la democracia, pues
ya se nos ha acostumbrado a pensar que vivir en democracia es solamente tener
elecciones para elegir nuevos funcionarios; más sin embargo el vivir en
democracia es mucho más que eso.
Redescubrir la democracia significa recordar que
el gobierno y los funcionarios electos deben obedecer al pueblo que los eligió y
no al partido político a que pertenecen. Esto cada vez se ha ido olvidando más y más, aún en los
países de democracias más avanzadas, pero aparentemente los gobiernos
simpatizantes con el Socialismo del Siglo XXI lo están aprovechando al revés y
usando los organismos del Estado para ponerlos al servicio de partido a que
pertenecen, los ocupan como medio para permanecer en el poder indefinidamente.
Innumerables son los ejemplos de lo anterior.
Sin embargo, la última acción que
lo pone en evidencia es la posición de nuestro gobierno ante la OEA, dando un
voto de apoyo al gobierno venezolano y donde claramente el único beneficiado de
esa acción el es partido FMLN; con grandes consecuencias negativas para todos
los salvadoreños, pero especialmente para los más de dos millones y medio que
ya viven en los Estados Unidos y a cuyo gobierno el presidente de Venezuela ataca
verbalmente, de una forma constante.
Redescubrir la democracia significa recordar
que la esencia de la misma es la independencia de los Órganos Ejecutivo,
Legislativo y Judicial y el respeto y colaboración mutua a que los obliga
nuestra Carta Magna.
Innumerables son los ejemplos en que los
funcionarios del gobierno actual y anterior han tratado de romper esta
independencia, desprestigiando personalmente a los magistrados de la Sala
Constitucional; por el solo hecho de no estar de acuerdo en algunas de sus
resoluciones, pues perjudican sus intenciones o las de su respectivo
partido. Sin embargo, de nuevo,
esto se pone más que en evidencia, cuando nuestro gobierno defiende con su voto
en la OEA, a un gobierno que ha roto esta independencia y ordena desconocer las
resoluciones que vengan del único Órgano de Estado que no controla.
Como se dijo al principio, el mejor momento
para volver a descubrir la democracia es hoy y los partidos de oposición al
FMLN deben ponerse de acuerdo; pues aún estamos a tiempo.