A lo largo de toda la historia, la pregunta
que se hace sobre: ¿qué fué primero, el huevo o la gallina? Pareciera que siempre causa una
discusión interminable, excepto si no se busca un consenso sobre la verdad y
que es lo que dice la Biblia, en el libro del Génesis, que dice: “Luego Dios
dijo: “Que produzca el agua toda clase de animales y que haya también aves que
vuelen sobre la tierra”. Y así
fue. Dios creó los grandes
monstruos del mar y todos los animales que el agua produce y que viven en ella
y todas las aves. Al ver Dios que
así estaba bien, bendijo con estas palabras a los animales que había hecho:
“Que tengan muchas crías y llenen los mares y que haya muchas aves en el
mundo.” O sea, lo primero que Dios
creó no fue el huevo, sino la gallina.
Los malos entendidos, las discusiones sin
sentido y las guerras surgen, cuando las personas, instituciones o países no se
empeñan en buscar los consensos basados en la verdad y la justicia, sino en
hacer prevalecer su propia verdad o más bien la realidad que más conviene en lo
personal; buscando intereses de conveniencia propia o ni siquiera buscando la
verdad que más le conviene a la mayoría.
La raíz de la polarización que vive nuestro
país y países como Venezuela, donde en estos momentos es más que evidente, es siempre
provocada por líderes que se empeñan en tratar de hacer prevalecer su propia
verdad.
Es dentro de este marco de importancia
coyuntural, que se sitúan las próximas elecciones de candidatos a funcionarios públicos
de ARENA. Muchos opinan que el
país no puede permitirse otro período presidencial en manos del partido FMLN y
la gran responsabilidad de que esto se cumpla recae en el liderazgo de ARENA.
Por de pronto, las autoridades de ARENA han
decidido posponer la elección del próximo candidato a presidente hasta después
de las elecciones para alcaldes y diputados. Sin embargo, al igual que el argumento de que es primero: ¿El
huevo o la gallina? Esta decisión se
ha tomado sin tomar en cuenta que el FMLN hará lo imposible para no perder el
control del gobierno en el 2019, lo cual incluye el que no permitirán que ARENA
tome el control de la Asamblea Legislativa.
Luego, para que ARENA logre ganar la
presidencia en el 2019, este gane tiene que ser de forma contundente y sin que
exista ninguna posibilidad que el conteo de los votos de las próximas dos
elecciones se manipule en ningún sentido y para que esto ocurra, ARENA debe
comenzar a obtener un liderazgo sobresaliente desde ahora; pues la única forma
de lograrlo es que exista el tiempo suficiente para que la población logre
conocer al candidato a presidente con suficiente tiempo de antelación y que,
además, este sea capaz de buscar el apoyo unánime no solo de su propio partido;
sino que logre encontrar los entendimientos necesarios con el resto de partidos
políticos, PCN, GANA y PDC, para presentar una candidatura común para
presidente en el 2019 y lo cual incluye obtener sus apoyos desde las próximas
elecciones para alcaldes y diputados.
¿El huevo o la gallina? ¿El candidato a presidente de ARENA,
debe elegirse antes o después de la elecciones para alcaldes y diputados? Si se busca lo que conviene al país y
no los intereses de cada uno de los posibles candidatos o de los dirigentes de
ARENA, la respuesta es más que evidente; pues, este candidato desde ya tendría
que estar trabajando para lograr el apoyo unánime no solo de su partido, sino el
de la mayoría de los salvadoreños y esto, ante todo, requiere tiempo. Pero sobretodo de hacerlo directamente y diciendo la
verdad.