La real es que nuestro país se encuentra en una
situación bastante deteriorada y lo que es más grave, para gran cantidad de
salvadoreños, sin esperanza.
La real es que los dos gobiernos del FMLN han tenido
la mayor cantidad de recursos que cualquier gobierno en la historia y sin embargo
no han sabido aprovecharlos para mejorar las condiciones sociales de la mayoría
de salvadoreños.
El desempleo ha aumentado, los salarios han bajado
de poder adquisitivo, la producción de nuestro mayor recurso para generar
empleo en el campo, que es el café, ahora pareciera amenazado a extinguirse;
las escuelas y hospitales no son suficientes y carecen de medicinas e
instalaciones adecuadas; los profesionales no encuentran empleo y la polarización
entre los partidos políticos ha llegado casi a niveles de confrontación.
En resumen, la realidad se ejemplifica por el
triste hecho que más del 70% de los jóvenes salvadoreños, si pudieran, se irían
a vivir a otro país y la mayoría de las empresas importantes han sido vendidas
a inversionistas extranjeros, que no viven nuestra realidad.
La otra realidad es que, si el PCN y GANA no
hubieran dado sus votos favoreciendo ciertas iniciativas del FMLN, la situación
no sería tan preocupante, ni mucho menos desesperanzadora y lo real es que aún
con este nivel de desgaste político del partido en el gobierno, ninguno de los
partidos de oposición ha sabido capitalizar el descontento de la población;
pues su historial pasado y divisiones internas, no dan garantía de un cambio.
Ante este panorama, lo posible es que el FMLN gane
las próximas elecciones presidenciales y si es así, eventualmente va a llegar a
controlar la Sala de lo Constitucional, la cual ha sido la única institución que
lo ha detenido de instaurar un gobierno democrático-autoritario, carente del control
de los balances de los distintos Órganos del Estado y por tanto, con la
potestad absoluta de ejercer su ya evidente voluntad de perpetuarse en el
poder; tal y como lo han hecho los otros gobiernos del Socialismo del Siglo
XXI.
Lo otro posible es que el endeudamiento del país
siga aumentando, pues aparentemente el FMLN cree que los préstamos nunca hay
que pagarlos. Los impuestos sigan
incrementándose, especialmente para los sectores y personas más productivas,
que es lo contrario a lo que se recomienda para que los empleos y salarios se
incrementen y lo posible es que, en un futuro cercano, la población cuyo sustento
depende del gobierno sea mayor a la que depende de las empresas privadas; que
es lo ha ocurrido en varios países del Socialismo del Siglo XXI y que es la
razón del porqué los gobiernos de turno controlan el voto, para poder seguir
reeligiéndose.
Ante esta realidad y para que lo posible no ocurra,
lo deseable es que ARENA, que es el partido mayoritario de oposición, debe hacer
todo lo necesario para capitalizar los errores del actual gobierno y lo cual
significa que sus dirigentes más antiguos deben ceder sus pretensiones
personales de querer seguir controlando el partido; de forma que la población
pueda creer en un esfuerzo genuino de cambio de actitud e ideas renovadas y
pueda creer que votando por ARENA, puede aspirar a un mejor futuro; que es lo
que su actuación pasada no garantiza.
Lo deseable es que para que la situación actual no
se vuelva irreversible y el país cambie de rumbo, los entendimientos entre
ARENA, PCN y GANA deben lograrse, para así evitar que el FMLN siga aumentando
su control sobre las instituciones democráticas, subiendo los impuestos e
incrementando el endeudamiento que todos los salvadoreños tendremos que pagar
en el futuro.