Portada

Portada
Canonización de Monseñor Romero

viernes, 8 de julio de 2016

El fracaso de los polìticos


El pasado jueves, el pueblo británico votó a favor que el Reino Unido se separe de la Comunidad Económica Europea y busque su propio bienestar.  En voz del más alto representante de esta idea, un político de “derecha”, promovió: “Recobremos el control”, “Recobremos nuestro país”.

Hace unos meses en Grecia, hubo una votación similar para decidir si Grecia debía aceptar las condiciones impuestas por la misma Comunidad y el primer ministro de ese país, uno de “izquierda”, pedía no aceptarlas.  La mayoría del pueblo Griego votó por esta propuesta, lo que casi equivale a votar por salirse de la Comunidad, ahora promovida por la “izquierda”.

Desde el momento que se supo que la mayoría del pueblo británico había votado por salirse, los mercados económicos de todo el mundo comenzaron a bajar aceleradamente.  La reacción negativa de salirse ha sido tan abrumadora, que los mismos británicos quieren, ahora, rectificar; pues se dan cuenta que por lo que votaron no era lo que los políticos prometían y lo más probable es que van a salir perjudicados.

Los daños no son solo en tratar de proteger el empleo, que pareciera ser el más evidente y el que sus instintos humanos obligan, sino en cosas más relevantes, como es el que ahora la Comunidad no tendría los fondos necesarios para continuar los estudios de las posibles soluciones a varias enfermedades que quitan la vida, inclusive, a muchos británicos; como lo es el cáncer.

Mientras tanto Donald Trump, que se encontraba jugando golf en uno de sus hoteles de Gran Bretaña, manifestó su complacencia porque los británicos habían decidido salirse de la Comunidad y aún a pesar del descalabro mundial que en ese momento estaba ocurriendo; manifestó que la votación del Reino Unido tiene bastante similitud con lo que está ocurriendo en los Estados Unidos y que es que el pueblo quiere: “Recobrar su país” y esto es lo que él está promoviendo. 

Sin embargo, esto no es lo mismo que votar por salirse de la Comunidad… y ahora los británicos se han dado cuenta que no se les explicó bien.

Localmente y en otra medida que no se ha explicado bien, nuestro gobierno está promoviendo regalar a las personas que “ni trabajan, ni estudian”, una cantidad de dinero para ayudarles.  Sin embargo, lo que no se explica es que el dinero “ni lo tiene, ni es suyo” y además, no toma en consideración la confusión que esto va a causar en la escala de valores del resto de salvadoreños que “sí trabajan y sí estudian” y el deterioro moral que esto pudiera acarrear en las futuras generaciones.

La verdad es que nadie puede estar seguro si la decisión de los británicos y griegos o lo que promueve Donald Trump o la acción de regalar dinero son, al final, buenas o malas. 

Lo que está claro es que, por lo que votaron los votantes del Reino Unido no es por lo que los políticos les hicieron creer votar, sino una manifestación mundial en contra de los políticos tradicionales, que Donald Trump ha identificado y que se debe a que los políticos han sido incapaces de solventar las necesidades básicas de sus votantes y ahora tratan de culpar a otras circunstancias que, mientras tanto, les permitan obtener un beneficio político y egoísta de corto plazo; para mantenerse o asumir el poder.

Lo que el pueblo británico y el fenómeno Trump están confirmando es que lo que quieren los países son nuevos políticos que empatizen con las necesidades de la población o cuando menos, sean sinceros en tratar de resolverlas.

Trump no es un político tradicional y esta es la razón de su acelerado éxito.  Pero tampoco está demostrando que hace suyas las necesidades de las otras personas, por lo que si no lo hace, muy pronto su popularidad pudiera comenzar a disminuir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario