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Canonización de Monseñor Romero

lunes, 24 de julio de 2017

FMLN y ARENA, presas de su pasado


Muy fácilmente se comprende como si una persona ha estado comiendo huevos de desayuno, por mucho tiempo; de pronto se le hace muy difícil cambiar a solo comer cereales.

Lo mismo ocurre en el plano institucional.  Pudiera pensarse que las instituciones no tienen hábitos, pero la verdad es que su personalidad está delineada por el conjunto de personalidades de sus anteriores y actuales dirigentes y esto vuelve mucho más difícil el lograr cualquier cambio.  Por sobre todo, hay que tomar en cuenta que éste solo puede lograrse con mucha tolerancia y paciencia y nada se logra renunciando.

Exceptuando los votos duros de ambos partidos ARENA y FMLN, el resto de salvadoreños están convencidos que ambos partidos deben cambiar.  Esta realidad se refleja en los más de cincuenta por ciento de votantes que no desean ni que el FMLN ni ARENA los gobierne de nuevo; luego, tanto el FMLN como ARENA, necesitan cambiar.

La diferencia entre ambos es que, en ARENA este cambio ya comenzó y en el FMLN ni siquiera se ha iniciado y es más, mientras el FMLN no pierda la presidencia de la República, no va a cambiar; tal y como sucedió con ARENA, que no fue sino hasta que perdió la presidencia, que comprendió que para volver a ganarla, había que cambiar.

Hay que reconocer que el cambio, en una institución, se produce por el esfuerzo de todos sus integrantes.  Sin embargo, todo cambio necesita un liderazgo y esa inercia de cambio dejó de existir en ARENA, cuando hace unos meses, en forma democrática y lo cual es parte importante del cambio; eligió a su actual dirigencia por solo un poco más de la mitad de votos y además, los ganadores decidieron no tomar en cuenta lo que la otra mitad estaba planteando.

Es en este momento que se comprende que el problema de ARENA es que se encuentra presa de su propio pasado y solo así hay que entender la renuncia de sus, relativamente nuevos dirigentes, Juan Valiente y Johnny Wright;  quienes al ver que la inercia de cambio se detiene, no ven otra alternativa que “sonar una campana de alarma”, para que su partido comprenda la necesidad de continuar con el cambio.

Es decir, se trata de “sonar una campana”, para muchos inoportuna, que provoque que todos los dirigentes de ARENA ejerciten el diálogo y esto permita que se reconozca que no se puede dejar de tomar en cuenta el pensamiento de casi la mitad de los miembros que perdieron las pasadas elecciones del COENA y además por escasos votos; y que su pensamiento y forma de pensar debe, de alguna forma, tomarse en cuenta para delinear el rumbo que el partido necesita y lo cual pasa por encontrar la fórmula para que ese pensamiento influya en las futuras decisiones y los cambios necesarios lleguen.

Los liderazgos se conquistan o se otorgan.  La realidad de ARENA es que ninguna persona individual ha sido capaz de ganar ese liderazgo de cambio que necesita, luego lo que debe hacer es elegir a alguien y otorgárselo. 

Comprendiendo esta necesidad, ARENA debe definir, este mismo año, a su candidato presidencial, para que se vuelva su líder.  Él elegido debe estar consciente que, para ganar la presidencia de la República necesita buscar el apoyo de los que no están de acuerdo ni con ARENA, ni con el FMLN y por tanto debe lograr que ARENA termine de cambiar.

En forma emblemática, lo que debe lograr es que los dirigentes de ARENA ya no cierren el puño para cantar el Himno Nacional y se cambie la letra de su Marcha, para adaptarla a los momentos modernos que estamos viviendo.

miércoles, 12 de julio de 2017

Divide y vencerás


Pese a todo lo que puede repercutir en la vida familiar de la mayoría de salvadoreños, incluyendo los que ya viven en Estados Unidos, nuestro actual gobierno ha decidido confrontar con nuestro aliado más importante, a nivel político, económico y social como lo es Estados Unidos y se ha decidido por defender y apoyar al gobierno del presidente Maduro en Venezuela; a proteger a sus militantes contra expresiones que provengan de congresistas de ese país y a enfrentarse con la prensa nacional e internacional, no permitiendo su acceso a sus eventos de carácter público. 

En adición, aduciendo falta de fondos lo cual es cuestión de prioridades, conviene recordar que el partido FMLN se niega a dar los votos necesarios para incrementar el presupuesto del Tribunal Supremo Electoral; de acuerdo a lo que este necesita para garantizar un recuento de votos ágil, eficiente y veraz, en las próximas elecciones.

Mientras tanto, los partidos de oposición pareciera que no se dan cuenta de la seria amenaza que estas acciones representan para la estabilidad democrática de nuestro querido país y continúan sus acciones normales e independientes para elegir sus próximos candidatos a alcaldes y diputados; postergando, todos, la elección de su próximo candidato a presidente de la República y centrando toda su preocupación en lograr que este proceso de selección no repercuta mayormente en la división interna que estos procesos causan naturalmente.

“Divide y vencerás… a los partidos democráticos” es la fórmula que han venido aplicando los gobiernos del Socialismo del Siglo XXI, desde hace varios años y esto les siguen dando resultado; inclusive en la última votación de la OEA, hace unos días.

Si bien “divide y vencerás” es una fórmula que ha resultado exitosa para los gobiernos del Socialismo del Siglo XXI, lo que los partidos democráticos deben comprender es que la fórmula para contrarrestar esto es la unidad y esto solo puede lograrse por medio del surgimiento de un líder natural que logre aglutinar los intereses de todos los partidos democráticos o por medio de una estrategia conjunta de los líderes de los partidos políticos que creen que la democracia es el medio más idóneo para superar los problemas de un país y uniendo esfuerzos, encuentran la persona que todos apoyan, aunque imperfecta, que permita aglutinar los intereses necesarios para lograr este objetivo.

Es en este sentido que los candidatos a presidente de la República de ARENA deben estar conscientes en cuanto al papel de liderazgo que están obligados a tomar y es en este sentido que el candidato debe seleccionarse; logrando no solo la aprobación de los militantes del partido ARENA, sino estando conscientes que para ganarle al FMLN se va a requerir el apoyo granítico al candidato, no solo de sus militantes, sino del resto de los partidos políticos democráticos y lo cual genere un amplio apoyo que traspase el apoyo no solo de los votantes de todos los distintos partidos, excepto el FMLN, sino que le permita acaparar el entusiasmo de los votantes que no están contentos con ningún partido político y que, hoy por hoy, son la mayoría de ciudadanos.

La tarea es ardua y sobretodo, los candidatos tienen que estar conscientes de la tarea que tienen que desarrollar y trabajar desde ya, no solo por el triunfo en ARENA; sino en lograr la unidad y apoyo de todos los partidos, lo cual debe lograrse tomando en cuenta las próximas candidaturas a alcaldes y diputados.

Ante todo, lo anterior significa que para lograr la unidad hay que hacer las cosas de distinta forma y afrontar los ataques con la verdad, sin mentiras y hacerlo desde ya; pues lograr la unidad requiere de liderazgo, habilidad y tiempo.