Pese a todo lo que puede repercutir en la vida
familiar de la mayoría de salvadoreños, incluyendo los que ya viven en Estados
Unidos, nuestro actual gobierno ha decidido confrontar con nuestro aliado más
importante, a nivel político, económico y social como lo es Estados Unidos y se
ha decidido por defender y apoyar al gobierno del presidente Maduro en
Venezuela; a proteger a sus militantes contra expresiones que provengan de
congresistas de ese país y a enfrentarse con la prensa nacional e
internacional, no permitiendo su acceso a sus eventos de carácter público.
En adición, aduciendo falta de fondos lo cual
es cuestión de prioridades, conviene recordar que el partido FMLN se niega a
dar los votos necesarios para incrementar el presupuesto del Tribunal Supremo
Electoral; de acuerdo a lo que este necesita para garantizar un recuento de
votos ágil, eficiente y veraz, en las próximas elecciones.
Mientras tanto, los partidos de oposición
pareciera que no se dan cuenta de la seria amenaza que estas acciones
representan para la estabilidad democrática de nuestro querido país y continúan
sus acciones normales e independientes para elegir sus próximos candidatos a
alcaldes y diputados; postergando, todos, la elección de su próximo candidato a
presidente de la República y centrando toda su preocupación en lograr que este
proceso de selección no repercuta mayormente en la división interna que estos
procesos causan naturalmente.
“Divide y vencerás… a los partidos
democráticos” es la fórmula que han venido aplicando los gobiernos del
Socialismo del Siglo XXI, desde hace varios años y esto les siguen dando
resultado; inclusive en la última votación de la OEA, hace unos días.
Si bien “divide y vencerás” es una fórmula
que ha resultado exitosa para los gobiernos del Socialismo del Siglo XXI, lo
que los partidos democráticos deben comprender es que la fórmula para
contrarrestar esto es la unidad y esto solo puede lograrse por medio del
surgimiento de un líder natural que logre aglutinar los intereses de todos los
partidos democráticos o por medio de una estrategia conjunta de los líderes de
los partidos políticos que creen que la democracia es el medio más idóneo para
superar los problemas de un país y uniendo esfuerzos, encuentran la persona que
todos apoyan, aunque imperfecta, que permita aglutinar los intereses necesarios
para lograr este objetivo.
Es en este sentido que los candidatos a
presidente de la República de ARENA deben estar conscientes en cuanto al papel
de liderazgo que están obligados a tomar y es en este sentido que el candidato
debe seleccionarse; logrando no solo la aprobación de los militantes del
partido ARENA, sino estando conscientes que para ganarle al FMLN se va a
requerir el apoyo granítico al candidato, no solo de sus militantes, sino del
resto de los partidos políticos democráticos y lo cual genere un amplio apoyo
que traspase el apoyo no solo de los votantes de todos los distintos partidos, excepto
el FMLN, sino que le permita acaparar el entusiasmo de los votantes que no
están contentos con ningún partido político y que, hoy por hoy, son la mayoría
de ciudadanos.
La tarea es ardua y sobretodo, los candidatos
tienen que estar conscientes de la tarea que tienen que desarrollar y trabajar
desde ya, no solo por el triunfo en ARENA; sino en lograr la unidad y apoyo de
todos los partidos, lo cual debe lograrse tomando en cuenta las próximas
candidaturas a alcaldes y diputados.
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