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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 18 de agosto de 2016

Chinkungunya, Roya, Zika y los Juegos Olímpicos


El mundo se encuentra con los ojos puestos en Río de Janeiro, Brasil; ciudad donde se están llevando a cabo las olimpíadas mundiales.

La primera razón es porque los olimpíadas mundiales son el espectáculo deportivo más completo y por ende más importante a nivel mundial, donde se dan cita los mejores atletas del planeta y esto solo se lleva a cabo cada cuatro años; lo que hace que para la mayoría de participantes, lo más probable es que esta oportunidad solo se les presente una vez en la vida.

La segunda razón es porque el mundo se está dando cuenta de lo dañino que puede ser la aparentemente insignificante y diminuta picada de un mosquito, pues desde hace unos meses, Brazil y la ciudad de Río de Janeiro en particular, comenzaron a ser noticia, a nivel mundial, por ser el país y una de las ciudades más infestadas con el mosquito que produce la enfermedad del zika y la cual se manifiesta principalmente en las mujeres embarazadas que la adquieren; pues estas corren un alto riesgo de tener bebés con deformidades en el cerebro.

Como manera de prevención, hubieron varios intentos de distintos gobiernos por cambiar la cede a otro país, priorizando la salud de sus ciudadanos.  Sin embargo, esto no pudo lograrse.

La alarma es mundial y como alternativa, la mayoría de países están no solo educando a sus ciudadanos para prepararlos a como prevenir la enfermedad, sino advirtiéndoles de sus graves consecuencias y en adición desarrollando programas integrales, a costos que solo los gobiernos pueden realizar; para evitar la proliferación del mosquito portador con campañas aéreas de fumigación y grandes contingentes de personas dedicadas, únicamente, a eliminar los residuos de agua donde nacen los mosquitos.

Viendo esta alarma a nivel mundial y pudiendo ver en todos los medios como los distintos gobiernos de los países democráticos se preocupan por la salud de sus ciudadanos, la preocupación surge entre los salvadoreños, de porqué nuestro gobierno todavía no emprende este tipo de campañas masivas y aéreas contra la propagación del mosquito; siendo que nosotros no solo estamos padeciendo, desde ya hace varios meses, del Zika, sino tenemos muchos años de estar padeciendo de enfermedades contagiosas como: el H1N1, luego del Dengue, después del Chikungunya y que si bien pueden considerarse estas de menores consecuencias que el ZIKA, minimizar los daños a la población es de responsabilidad absoluta del gobierno y no de “todos”, como se nos vende en la propaganda oficial; tal y como lo están demostrando los gobiernos responsables de otros países.

La falta de responsabilidad del gobierno actual no solo se puede percibir en el descuido a la salud de los ciudadanos, que es obviamente evidente y emergente, sino en la falta de atención a las plagas en la agricultura; pues como ejemplo, ha dejado en manos de los caficultores particulares lo que únicamente se puede combatir a nivel de gobierno, como lo es una enfermedad tan destructiva para el parque cafetero del país como la roya y la cual ha causado que la producción de café haya bajado a niveles por debajo del 20% de años anteriores y que como consecuencia ha dejado de producir miles de empleos; perjudicando a todos los salvadoreños.

El país pasa por momentos difíciles en muchos campos, pero lo primero que el gobierno debe priorizar es la salud de los ciudadanos y el prevenir plagas agrícolas, que deterioren la alimentación y el empleo.

Esto solo puede logarse desarrollando programas de control masivos, programados integralmente y a nivel nacional y es lo único que evitara que nazca un niño más con deformaciones cerebrales y los cafetales se sigan deteriorando.

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