Lunes 9
de agosto de 2010
Ester 7, 3; 16, 20
Me
levanté temprano y solo pude rezar La Llama del Amor, pues tenía que ir al
médico para que me quiten el lunar. Tenía Esperanza que hoy el juez dijera algo, pero no fue así.
Antes de ir al médico me habló Antonietta, preocupada por Alex, que no se le
quita ese dolor de la espalda y ahora del brazo.
Me puse
súper triste, pues me siento incapaz de hacer nada, pues ante los demás,
pareciera como que también a mí el Señor no me escucha. ¿Señor, qué puedo hacer? Después de almorzar me vine a orar,
implorando al Señor su misericordia y pidiéndole una luz de cuánto más tenemos
que esperar para que el Juez diga algo.
3 entonces le dijo: «Si
realmente me quieres, ¡oh rey! Y no lo tomas a mal, perdóname mi vida y la de
mi pueblo. 4 Eso es lo que quiero y te pido. Pues todos nosotros
hemos sido condenados al exterminio, a la matanza y al aniquilamiento. Si sólo
hubiésemos sido condenados a ser esclavos o peones, me habría quedado callada,
pero resulta que ahora nuestro enemigo no podrá reparar el daño que con ello va
hacer al rey.»
Después
el Señor me dijo que la resolución del juez iba a salir favorable, antes del
próximo día trece, pues me dijo:
16, 20 O sea, el día trece del
duodécimo mes, llamado Adar. 21 Ese día, que debía ser un
día de desgracias, ha sido transformado por el supremo poder de Dios en un día
de felicidad para la raza escogida. 22 Por todo esto, organicen
entre ustedes festejos oficiales para ese importante día, mediante toda suerte
de entretenimientos, para que sea ahora y en adelante una fecha histórica para
nosotros.
Por la
noche fuimos al grupo de Encuentros y Vero escogió la Palabra. Salió exactamente ésta de Ester, que me
había salido a mí. Comenzó a leer
exactamente donde yo comencé a leer después de almuerzo o sea que el Señor me
confirmaba que la resolución iba a salir esta semana y favorable.
Martes 10
de agosto de 2010
Colosenses 3, 23
Me
levanté a orar y el Señor me recordó para qué me está preparando. Me dijo:
23 Cualquier trabajo que hagan,
háganlo de buena gana, pensando que trabajan para el Señor y no para los
hombres. 24 Bien saben que el Señor los recompensará dándoles la
herencia prometida. Su Señor es Cristo y están a su servicio. 4, 2
Sean constantes en la oración, quédense velando para dar gracias, 3
oren también por nosotros, para que Dios nos dé palabras y pueda yo anunciar el
misterio de Cristo.
Pasé todo
el día esperando la noticia del juez, pues ya ha fallado en día martes, pero no
llegó nada. Pude, gracias a Dios,
pagar las tarjetas de crédito con la cantidad exacta para poder ir a
dejar a Rober a la Universidad.
Por la
tarde vino Manuel y me contó cómo iba su negociación de la empresa y me llamó
la atención con qué autoridad le hablé o sea que todo venía del Espíritu Santo.
Por la tarde fuimos a misa de mi
abuelita Chela, con mi mamá y Guayo. Mi mamá está bien deprimida, por la situación de todos
nosotros. Le pedí al Señor que nos
diera paz, pues también vi a Alex bien deprimido y acongojado.
¿Señor, a
dónde estás? Sólo te pido paz! paz
para toda la familia!
Miércoles
11 de agosto de 2010
2
Corintios 12, 2; 13, 3-11
Jeremías 1, 4-12
La verdad
es que mi tristeza continúa y no debía continuar, pues el Señor ha permitido
que Rober se vaya a la Universidad y debía estar contento por eso, más bien
saltando de alegría. Pero me aflige todo lo demás, la incertidumbre de todo lo
demás y el sentirme humillado y despreciado por todos. Sentirse no valer nada, excepto ante
Dios que valgo algo; siento que muy poco, pero… algo.
Quisiera
sentirme que valgo más ante Dios y eso me devolvería la alegría. El Señor me habló fuerte y me dijo:
(casi pude sentir o más bien oír su voz, pues sí la sentí)
2 Sé de un cierto creyente, el
cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Se fue con el
cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios.
O sea que
para llegar a Su presencia, es necesario pasar por la tribulación y sentir el
dolor por mucho tiempo. Luego,
entonces, estoy en el camino correcto y luego me dijo:
3 Así podrán comprobar que
Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien
actúa con poder. 4 Si bien su debilidad lo llevó a la cruz, ahora
vive por la fuerza de Dios.
Y luego
me recordó: (¡Gloria a Dios¡)
11 Estén alegres, sigan
progresando, anímense, tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del
amor y de la paz estará con ustedes.
No pasó
nada con el Juez Federal y pasé toda la tarde esperando. Por la noche me puse a orar y el Señor
me dijo lo mismo que me había dicho cuando vino por primera vez Edith y que es
lo que me ha mantenido durante todos estos años; pues es sólo entonces, cuando
todo encuentra sentido.
11 Me llegó una palabra de
Yavé: 5 Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía;
antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las
naciones. 12 ¿Reconoces esta visión? Yo dije: «La rama es del árbol
que llaman alerta.» Yavé respondió: «No te equivocas, pues yo estoy así alerta
a mi palabra, para cumplirla.»
Jueves 12
de agosto de 2010
Lucas 9, 60
Me
levanté a orar, aunque teníamos que ir a las charlas para el ministerio de
intercesión. Siento ya temor, que el juez no dice nada y que pudieran faltar
varias semanas o meses, pues pareciera que esto no tiene fin. Me dijo:
60 Jesús le dijo: «Sígueme, y
deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve a anunciar el Reino de
Dios.»
Antes de
entrar a la charla recibí un email de Jorge, diciendo que Miguel estaba
cuestionando el pago de la cuota mensual y toda mi mente se me vino abajo. Ya no pude pensar en otra cosa durante
el día, sólo una idea me atormentaba, ¿Estaré haciendo lo correcto? de enviar a
Rober a la Universidad y hacer todo ese gasto?. ¿Señor, es esa tu voluntad? ¿Es esa tu voluntad? ¿Es esa tu
voluntad?… Ya no pude poner atención a la charla.
Después
fuimos a la casa de Marisol y tampoco pude poner mayor atención a la reflexión
de la Palabra que nos dio o sea que el enemigo había logrado que no me fijara
en algo importante; por más que quise y me percaté que era un dardo del
enemigo; mi mente no pudo manejarlo y caí en la trampa del enemigo.
Por la
tarde le contesté a Jorge con una contestación evasiva, creyendo que con eso
iba a evitar que Miguel no me enviara lo correspondiente del mes. Por la tarde, en misa, mi corazón se sintió
triste porque de repente me sentí mal con el Señor, por no haberle dicho a
Jorge la verdad y eso me colocaba en un gran aprieto. Comprendí que no debía haber sido
evasivo y hablar mejor con la verdad ¿O es que estoy confiando demasiado en lo
que el Señor me ha prometido? y todo se va a arreglar pronto. ¿Señor, qué es? ¿Qué estoy haciendo?
¿Por qué de pronto me surge toda esta inseguridad? ¿Cuál es el propósito?
Virgen Santísima ayúdame.
Me fui al
Santísimo y le dije al Señor todos mis problemas, pues ya no sabía ni
distinguir qué es lo bueno y qué es lo malo.
Viernes
13 de agosto de 2010
Ester 15, 16; 5,3
Hoy fuimos donde Monseñor Fernando
Me
levanté algo cansado, pues me levanté a orar a las 5:00 a.m. Hoy nos toca ir a ver a Monseñor
Fernando, pues hoy tenemos o más bien, hasta ahora nos dio la cita. Recé La Llama del Amor y el Señor me
hizo leer lo que había escrito la última vez que fuimos donde él y que fue el
11 de febrero de 2009. Comprendí
que el Señor me quería decir algo y me dice:
16 El rey estaba muy preocupado
y toda su corte trataba de hacerla volver en sí. 5, 3 «¿Qué te pasa
reina Ester?», le preguntó él, un momento después, «Dime, ¿qué deseas? Pues
aunque sea la mitad de mi reino, te daré.» 7 Por toda respuesta,
ella dijo: «Mi petición, mi demanda es… que haya paz en nuestra familia,
empleados y acreedores. Amén!
Fuimos donde
Monseñor y el Espíritu Santo me iluminó para que le contara o más bien leyera
lo que escribí en mi agenda la última vez que lo fuimos a ver o sea lo del 11
de febrero de 2009 y varios otros días relevantes, especialmente lo del día 26
de julio pasado, donde hice el Pacto con Dios. Al terminar de hablar, él sólo me dijo: “Bueno, pues todavía
no se ha terminado el día 13, ¿A qué horas reciben las noticias usualmente? Y es que yo le había leído lo que me
dijo el Señor, que el día 13 o sea hoy, íbamos a recibir la resolución del juez
y la remesa de Miguel, para que pudiéramos ir a dejar a Rober a la Universidad,
en gozo y llenos del Señor.
Me
confirmó lo del Pacto y me dijo que los seminarios son el futuro de la iglesia
y que estaba excelente que les ayudáramos. Que tuviéramos Fe, pues el Señor nunca hace las cosas a
medias!
Después
nos fuimos al Santísimo, para darle gracias al Señor y ya no pude ir a
trabajar. Por la tarde esperé
tanto la noticia y así poder llegar a la celebración del 64 cumpleaños de Alex,
en su casa, con la buena noticia. Pero ésta nunca llegó. Tampoco llegó la transferencia de
Miguel y vinieron noticias negativas de Jorge.
Sábado 14
y domingo 15 de agosto de 2010
Marcos 1, 17
Jesús les dijo: «Síganme y los haré pescadores de
hombres.»
Me siento
desamparado y sin saber a dónde ir, ¿Señor, a dónde estás? ¡Sálvanos! Sobre todo dale paz a Sylvia
Regina, que no sufra tanto.
Me
levanté no entendiendo al Señor, por más que trato, no entiendo la aparente
contradicción que me había dicho que ayer iba a resolver el juez y después ya
no pasa nada; a pesar que el mismo Monseñor Fernando prácticamente nos lo
confirmó.
Nos
fuimos a la Transfiguración a recibir la charla de Rocío sobre “Las Cuatro
Virtudes Cardinales”: PRUDENCIA, JUSTICIA, FORTALEZA Y TEMPLANZA. Comprendí que eso era lo que el Señor
estaba haciendo con nosotros; cimentándonos estas cuatro virtudes. Al final me
dijo lo que el Señor me quería decir y que es una cita de San Agustín:
Vivir bien, no es otra cosa que amar a Dios con
todo el corazón, con toda el alma y con todo el obrar (Justicia); no
obedecer más que sólo a El (Templanza); velar para discernir todas las
cosas, por miedo a dejarse sorprender por la astucia y la mentira (Prudencia);
entregando un amor entero, que ninguna desgracia puede derribar (Fortaleza).
Almorzamos
todos en la casa, pues Rober había invitado a sus amigos para su despedida y de
Fernando y Monte. Yo seguía
triste, pensando en ¿por qué el Señor no me ha respondido? Ya estaba haciendo
la siesta, cuando habló Sylvia Ann para decirnos que estando en el Santísimo
hoy, el Señor me mandaba a decir que:
“When you see through my eyes, you will see!
Sólo eso
y lo cual no entendí en el momento y comencé a pedir sabiduría y discernimiento
para comprender qué era lo que nos mandaba a decir el Señor. Lo comencé a repetir y repetir, pidiendo
al Señor que me ayudara a comprender.
Por la
noche me puse a orar. Sylvia
Regina vino con algo que Rober había escrito más o menos y lo gozamos tanto,
pues estábamos los tres solos, leyendo lo que él escribió, fue un regalo de
Dios. Luego el Señor me explicó lo
que Sylvia Ann nos había dicho, pues me llevó al comentario de Números 21:
8 En nuestra vida o sea lo que
te está pasando a veces no tiene explicación o sentido inmediato. ¿Por qué me
tocó esto? Algún día, la luz de Cristo vendrá a darle su significado.
El domingo
me levanté inquieto, no sabiendo si debía ir a dejar a Rober a la Universidad o
no, pues tampoco tenemos el dinero o más bien justamente tenemos el estricto
monto para ir, pero nada más. Decidí
consultarle al Señor y me contestó: Hechos 22:
21 El Señor me dijo: «Anda,
ahora te voy a enviar lejos».