Lunes 3 de agosto de
2009
Efesios
5, 18
Me levanté triste, pues
Sylvia Regina estaba triste. No pude
orar, sino hasta en la noche. El
Señor me dijo:
18...
Llénense del Espíritu Santo. 19 Intercambien salmos, himnos y
cánticos espirituales. Que el Señor pueda oír el canto y la música de sus corazones.
Me acordé que no he
tocado mi guitarra, ni el teclado ni le he cantado al Señor todos estos días y
que en la medida que lo hago, a pesar de todos los problemas, en esa misma
medida me lleno del Espíritu Santo. Que no debo esperar a que se terminen todos los problemas
para comenzar a sonreír y que sonreír, nos llena del espíritu Santo. Que lo que debemos hacer es aprender a
sonreír en base a nuestra Fe, seguros de la victoria, que es Cristo quien nos
la va a dar; no por nuestros méritos, sino por nuestra Fe. Que a la sonrisa, a base de Fe, le va a
seguir el gozo, que sólo el Espíritu Santo puede dar.
Martes 4 de agosto de
2009
Nos levantamos
temprano. El ambiente ya no estaba
tan “cargado” y pude sonreir. Nos
levantamos temprano, pues la tía Ivy y el tío Alex iban a llegar a desayunar a
la casa, directamente del aeropuerto, pues venían de Los Angeles. El desayuno estuvo positivo y todos
estábamos contentos.
Pasé el día pescando,
más bien la mañana. Por la tarde
no pude orar, pero mi mente estaba con el Señor. Por la noche oramos con Sylvia Regina y nos pusimos al día
con el libro de la Consagración a la Virgen. Noté que algo está pasando en mí, algo que no entiendo, pero
que siento que me atrae como un imán.
Hoy hablé con nuestro
abogado y no me contó nada nuevo.
Pero yo me sentía en calma, seguro que todo va a salir conforme a la
voluntad de Dios. Que ya todos los
espíritus malignos han sido encadenados.
También hablé con John y la llamada fue amigable y placentera.
Miércoles 5 de agosto de
2009
1
Macabeos 9, 28-30
Habacuq
1-3
Me levanté contento y
deseoso de hacer ejercicio. Fuimos
a caminar con Sofía, como dos amigos… ¡me sentí tan contento! Después nos bañamos en el mar con
Ariana, Luigi, Paolo, Sofía, Camila y Sylvia Regina. El Señor nos regaló este momento, pude ver su rostro,
sonriendo y diciéndome:
“Todo está cumplido, ahora todo va a mejorar.” “Todo ha sido
pagado.” “Tu fe te ha salvado.”
Desayunamos todos juntos
y la reunión fue positiva, luego me vine a orar para darle gracias a Dios por
todas sus bendiciones. Me
contestó:
9, 28 Se
reunieron los amigos de Judas y dijeron a Jonatán: 29 «Desde la
muerte de tu hermano Judas ya no hay nadie que pueda, como él, enfrentarse a
nuestros enemigos… 30 Por eso, hoy te elegimos en su lugar para que
seas nuestro jefe y dirijas nuestra guerra.»
Luego me dijo, como
explicándome todo lo que ha pasado:
1, 1
¿Hasta cuándo, Yavé, te pediré socorro sin que tú me hagas caso, y te recordaré
la opresión sin que tú salves? 12… ¿Has hecho de este pueblo, oh
Yavé, el instrumento de tu justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca mía, para
corregirnos? 2, 2 Entonces Yavé me respondió diciendo: «Escribe la
visión, anótala en tablillas, para que pueda leerse de corrido. 3
Esta visión espera su debido tiempo, pero se cumplirá al fin y no fallará; si
se demora en llegar, espérala, pues vendrá ciertamente y sin retraso. 4
Aquí la tienes: El que vacila nunca contará con mi favor, el justo si vivirá
por su fidelidad.» 3, 17
Pues aunque no florezca la higuera ni den las viñas uva en adelante; aunque
falte el producto del olivo y se niegue la tierra a darnos pan; aunque no tenga
ovejas el corral y se queden sin bueyes los establos; 18 yo seguiré
alegrándome en Yavé, lleno de gozo en Dios, mi Salvador.
Jueves 6 de agosto de
2009
No sé porqué, pero no
podía orar, pues mi mente estaba en el juicio y el porqué no caminaba
favorablemente, empujado por el Señor. Por la noche jugamos cartas con Doña Sylvia y los tíos Egger. Tenía tiempos de no jugar a las cartas
y mi mente no se podía concentrar en ningún momento en lo que estaba haciendo. Ayer vinieron mi mamá y Guayo a pasar el
día y todo fue positivo.
Viernes 7 de agosto de
2009
Nos levantamos temprano
y no puede orar, pues llegaron a desayunar Doña Sylvia y los tíos Egger. Toda la mañana fue ya de prepararnos
para el regreso, pues Camila Fernández ya no aguantaba el calor y se comenzaba
a enfermar.
Seguí leyendo el libro
de 90 pensamientos de “How to Become a Better You” y el Señor me hablaba a
través de esos pensamientos. Por
la tarde nos regresamos y en el camino todo salió bien, llegamos a casa sanos y
salvos.
Sábado 8 y Domingo 9 de
agosto de 2009
Jeremías
13-18
1
Reyes 19, 4-8
1
Macabeos 3, 1-9
Me levanté a orar y el
Señor me habló fuerte y directo. Me
dijo, como explicándome todo por lo pue hemos tenido que pasar:
1 El Señor me dijo: “Ve y cómprate un cinturón de lino y póntelo en
la cintura, pero no lo mojes con agua.” 4 Toma el cinturón que compraste y que tienes puesto, vete al río Eufrates
y escóndelo allí, en la grieta de una roca.” 6 Al cabo de mucho tiempo,
el Señor me dijo: “Ve al río Eufrates y trae el cinturón que te ordené que
escondieras allá.”. 8 Entonces el Señor se dirigió a mí una vez más, 9 y me dijo: “ de esta misma manera
destruiré el orgullo de Judá y Jerusalén. 10 Este pueblo malvado se niega a obedecer mis órdenes y sigue
tercamente las inclinaciones de su corazón. Se ha ido tras otros dioses, para
servirlos y adorarlos. Es como ese cinturón, que no sirve para nada. 11 Así como uno aprieta el cinturón
alrededor de la cintura, así tuve a todo el pueblo de Israel y a todo el pueblo
de Judá muy unidos a mí. para que fueran mi pueblo y dieran a conocer mi
nombre, y fuerna mi honor y mi gloria. Pero no obedecieron. Yo el Señor lo
afirmo.” 19,4 Me
fui hacia el desierto y caminé durante un día. Era tal mi deseo de morirme que
dije: “¡Basta ya Señor! ¡Quítame la vida, pues yo no soy mejor que mis padres! 5 Pero un ángel llegó y tocándolo le
dijo: “Levántate y come, 7
porque si no el viaje sería demasiado largo para ti.” 8 Aquella comida le dio
fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches, hasta llegar al Horeb, el
monte de Dios. 3,1
Entonces Judas Macabeo ocupó el lugar de su padre. 2 Todos sus hermanos y los partidarios
de su padre lo apoyaron y se entregaron con entusiasmo a luchar por Israel. 3 Judas extendió la fama de su pueblo.
Dio batalla tras batalla y con su espada protegió a su ejército. 8 Desvió de Israel los terribles
castigos; 9 su fama llegó
hasta el extremo de la tierra, pues reunió a un pueblo a punto de ser
exterminado.
"El arma más poderosa y efectiva para vencer la batalla espiritual es la oración."
P. Lorenzo Scúpoli