A muchos no les ha gustado la campaña de propaganda
que la actual alcaldía de San Salvador ha estado haciendo de su propia gestión. La verdad es que esto de gastar fondos
públicos, para hacerse autopropaganda, es algo que ya debiera estar sancionado
por los votantes y debiéramos ser nosotros mismos los que deberíamos haber
lanzado el mensaje, hace mucho tiempo; que al político que haga esto, no le va
a ir muy bien en las próximas elecciones.
Sin embargo, independientemente de la acción
propagandística, vale la pena resaltar la valiosa colaboración que el actual
Consejo Municipal de San Salvador está haciendo para rescatar las buenas
acciones y valores que deben regir el comportamiento de nuestros políticos;
independientemente del partido a que pertenezcan.
Aunque no se conozcan las obras de cada día, ni exista
ninguna forma de corroborar la certeza de lo publicitado, es importante recalcar
el compromiso del Consejo para con sus votantes. Lo primero que la campaña publicitaria establece es reconocer
que los actuales concejales no han llegado a esos puestos públicos para
servirse ellos mismos, sino para servir a la población que los eligió, buscando
primeramente sus necesidades básicas; independientemente de lo poco que pudiera
costar satisfacerlas.
Muchos querrán criticar la acción, diciendo que eso
es bien fácil de hacer, pues de seguro pueden todas ser obras de menor costo y
hasta irrelevantes. Pero digamos
que por el momento esto no es lo importante, ya que de esto se encargará la
población en la próxima elección. Lo
que hay que reconocer es que una obra es algo que antes no existía y en algo ha
beneficiado a alguien.
Lo trascendental es que, aparentemente, existe un
Consejo Municipal que a través de una campaña publicitaria nos está confirmando
su compromiso en buscar solucionar los problemas que más aquejan a los
residentes de su municipio y no el tratar de buscar el engaño o desprestigio de
sus adversarios, como medio para obtener el próximo voto.
Quizás las aprobaciones o rechazos a la campaña vienen
más del partido a que pertenecemos.
Como el actual alcalde es Nayib Bukele, si somos del FMLN la campaña nos
parece fabulosa y si somos de ARENA, no nos gusta para nada.
Lo que no debemos perder de vista es que, gracias a
que nuestra democracia se va fortaleciendo y esto se lo debemos a la actual
Sala de lo Constitucional que el FMLN tanto se preocupa de tratar de
desprestigiar, los actuales Consejos Municipales no son solo del partido
político del cual el alcalde es miembro, sino que lo conforman varios
partidos. Luego, lo que estamos experimentando
es que la participación multipartidaria en los consejos está produciendo
resultados positivos para la población y que lejos de producir más
polarización, que era lo que se argumentaba en contra de este proceso. Lo que estamos teniendo, cuando menos
en algunos, son mayores y mejores entendimientos para beneficiar más
efectivamente a los residentes.
Esto es lo que los líderes de los dos partidos
mayoritarios del Consejo Municipal de San Salvador, Nayib Bukele y Edwin
Zamora, nos están demostrando. Lejos
de que existan ataques e intentos de desprestigiarse entre ellos, como
desgraciadamente ya viene siendo la forma tradicional de hacer política, lo que
estamos viendo es como ambos están pudiendo ponerse de acuerdo en una agenda
común y hacer obras concretas que beneficien a sus representados; especialmente
los más necesitados. De las cien
obras que tanto están publicitando, esta es la más importante que están
llevando a cabo y quiera Dios que muchos de sus compañeros, de ambos partidos, tomen
su ejemplo.
La obra que más se merece El Salvador, es que el
FMLN y ARENA hagan obras juntos.
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