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Canonización de Monseñor Romero

sábado, 24 de octubre de 2015

Cien días, cien obras


A muchos no les ha gustado la campaña de propaganda que la actual alcaldía de San Salvador ha estado haciendo de su propia gestión.  La verdad es que esto de gastar fondos públicos, para hacerse autopropaganda, es algo que ya debiera estar sancionado por los votantes y debiéramos ser nosotros mismos los que deberíamos haber lanzado el mensaje, hace mucho tiempo; que al político que haga esto, no le va a ir muy bien en las próximas elecciones. 

Sin embargo, independientemente de la acción propagandística, vale la pena resaltar la valiosa colaboración que el actual Consejo Municipal de San Salvador está haciendo para rescatar las buenas acciones y valores que deben regir el comportamiento de nuestros políticos; independientemente del partido a que pertenezcan.

Aunque no se conozcan las obras de cada día, ni exista ninguna forma de corroborar la certeza de lo publicitado, es importante recalcar el compromiso del Consejo para con sus votantes.  Lo primero que la campaña publicitaria establece es reconocer que los actuales concejales no han llegado a esos puestos públicos para servirse ellos mismos, sino para servir a la población que los eligió, buscando primeramente sus necesidades básicas; independientemente de lo poco que pudiera costar satisfacerlas. 

Muchos querrán criticar la acción, diciendo que eso es bien fácil de hacer, pues de seguro pueden todas ser obras de menor costo y hasta irrelevantes.  Pero digamos que por el momento esto no es lo importante, ya que de esto se encargará la población en la próxima elección.  Lo que hay que reconocer es que una obra es algo que antes no existía y en algo ha beneficiado a alguien. 

Lo trascendental es que, aparentemente, existe un Consejo Municipal que a través de una campaña publicitaria nos está confirmando su compromiso en buscar solucionar los problemas que más aquejan a los residentes de su municipio y no el tratar de buscar el engaño o desprestigio de sus adversarios, como medio para obtener el próximo voto.

Quizás las aprobaciones o rechazos a la campaña vienen más del partido a que pertenecemos.  Como el actual alcalde es Nayib Bukele, si somos del FMLN la campaña nos parece fabulosa y si somos de ARENA, no nos gusta para nada.

Lo que no debemos perder de vista es que, gracias a que nuestra democracia se va fortaleciendo y esto se lo debemos a la actual Sala de lo Constitucional que el FMLN tanto se preocupa de tratar de desprestigiar, los actuales Consejos Municipales no son solo del partido político del cual el alcalde es miembro, sino que lo conforman varios partidos.  Luego, lo que estamos experimentando es que la participación multipartidaria en los consejos está produciendo resultados positivos para la población y que lejos de producir más polarización, que era lo que se argumentaba en contra de este proceso.  Lo que estamos teniendo, cuando menos en algunos, son mayores y mejores entendimientos para beneficiar más efectivamente a los residentes. 

Esto es lo que los líderes de los dos partidos mayoritarios del Consejo Municipal de San Salvador, Nayib Bukele y Edwin Zamora, nos están demostrando.  Lejos de que existan ataques e intentos de desprestigiarse entre ellos, como desgraciadamente ya viene siendo la forma tradicional de hacer política, lo que estamos viendo es como ambos están pudiendo ponerse de acuerdo en una agenda común y hacer obras concretas que beneficien a sus representados; especialmente los más necesitados.  De las cien obras que tanto están publicitando, esta es la más importante que están llevando a cabo y quiera Dios que muchos de sus compañeros, de ambos partidos, tomen su ejemplo.

La obra que más se merece El Salvador, es que el FMLN y ARENA hagan obras juntos.

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