Lunes 24
de mayo de 2010
Job 2, 3-10
Hechos 16, 31
El tiempo
pasa y nada se resuelve. Me siento
agotado física y espiritualmente, pues siento que el Señor no me responde y el
cuerpo también ya no me responde. Me
siento agotado de haber pasado casi todo el fin de semana escaneando papeles
para el juicio de GT. Además, Camila está de nuevo enferma con calentura y
nosotros no podemos hacer nada. Me puse a pensar que tenemos ya varios meses en
que el Señor no se nos manifiesta y me postré al Señor, pidiéndole su
misericordia y que me dé fuerzas para continuar. Me contestó:
3 Yavé dijo a Satán: «¿Te has
fijado en mi siervo Roberto? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre
bueno y honrado que teme a Dios y se aparta del mal. Aún sigue firme en su
perfección y en vano me has incitado contra él para arruinarlo.» 4
Respondió Satán: «Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo da por su vida.
5 Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; verás si no te
maldice en tu propia cara.» 6 Yavé dijo: «Ahí lo tienes en tus
manos, pero respeta su vida.»
Y me dijo
que tengo que decir:
10… si aceptamos de Dios lo
bueno ¿Por qué no aceptaremos también lo malo?
Y luego
me dijo:
16, 31 Ten fe en el Señor Jesús y te
salvarás tú y tu familia.
Martes 25
de mayo de 2010
Daniel 3, 17
Me
levanté pidiéndole al Señor su misericordia, pues siento que ya mi cuerpo no me
da y sin su ayuda ya no puedo seguir adelante. ¡Señor, sálvanos! Me contestó:
17 Si nuestro Dios, a quien
servimos, quiere librarnos, nos librará del horno y de tus manos. 18
Si no lo hace, tienes que saber que de todas maneras no serviremos a tus dioses
ni adoraremos tu estatua. 23 Los tres cayeron, atados, en medio del
horno de fuego ardiente. 24 Sin embargo, iban por entre las llamas
alabando a Dios y bendiciendo al Señor. 26 Bendito seas, Señor, Dios
de nuestros padres, que tu Nombre sea alabado y glorificado eternamente. 27
Porque eres justo en todo lo que has hecho, todas tus obras son verdaderas,
rectos todos tus caminos, y verdaderos todos tus juicios. 31 Todos
los males que has traído sobre nosotros, todo lo que nos has hecho, lo has
hecho conforme a tu justa sentencia. 33 Y hoy no podemos abrir la
boca, la vergüenza y la humillación han alcanzado a los que te sirven y te
adoran. 34 No nos abandones para siempre, por amor de tu Nombre no
rechaces tu alianza. 35 No nos retires tu misericordia, por Abraham,
tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Israel, tu santo.
Por la
noche nos reunimos en casa de mi mamá y la reunión fue positiva.
Miércoles
26 de mayo de 2010
Job 33, 1-30
No pude
orar, pues nos levantamos temprano para ir a la Asamblea de María Madre de Dios,
pues hoy era la misa de envío para el Retiro del fin de semana. Sylvia Regina se fue temprano para ir al
Santísimo y el Señor le dijo para mí, estando en el Santísimo:
1 Escucha, Job, mis palabras. 3
Mi corazón me dicta palabras de sabiduría que pronunciaré con claridad: 8
No dejas de repetir, pues he oído el son de tus palabras: 9 «Soy
puro, no tengo pecado; estoy limpio y en mí no hay culpa. 10 Dios es
el que busca pretextos y me tiene por su enemigo; 11 pone trabas a
mis pies y vigila mis pasos.» 12 Te respondo: Estas quejas no valen,
pues, ¡cuánto supera Dios al hombre! 13 ¿Por qué le haces este
reproche de que no contesta tus palabras? 14… Mira que Dios habla
una vez y no lo repite dos veces. 15 En sueños, en visión nocturna,
cuando desciende el sueño sobre los hombres, mientras los humanos duermen en su
cama, 16 él les abre el entendimiento y los espanta con apariciones,
17 para retraerlos del mal y apartarlos del orgullo. 18
Así le ahorra la tumba a su alma y salva su vida de la muerte. 21
Cuando la carne desaparece a la vista, 22 cuando su alma se acerca
al sepulcro y su vida a la morada de los muertos. 23 Si hay en ese
momento un ángel intercesor que tenga piedad de él, dice: “Líbralo, ¡oh Dios!
De bajar al sepulcro, aquí tengo lo que él debía pagar.” 25 Entonces
su carne rejuvenece como en los días de su adolescencia. 26 Se
vuelve a Dios que le hace caso, lo va a visitar y estalla de alegría. 27
Luego publica lo sucedido y dice entre los hombres: “Había yo pecado y torcido
el derecho, pero Dios no me ha tratado según mi culpa, 28 libró mi
alma del sepulcro y vivo ahora gozando la luz.” 29 Esto es lo que
hace Dios, dos y tres veces con el hombre, 30 para sacar su alma del
sepulcro e iluminarla con la luz de los vivos.
¿A quién
iremos, Señor? Si sólo Tú tienes palabras de vida eterna.
Jueves 27
de mayo de 2010
2 Macabeos 8
Me
levanté implorando al Señor su misericordia, pues el tiempo pasa y no veo que
sale nada a nuestro favor; pero el Señor me consoló diciendo y confirmando que
ya todo ha pasado:
1 Entretanto Judas, por sobre
nombre Macabeo, y los que estaban con él… 2 Rogaban al Señor que
mirara por aquel pueblo que todos pisoteaban, que tuviera piedad del Santuario…
3 que se compadeciera de la ciudad destruida y a punto de ser
arrasada y que escuchara las voces de la sangre que clamaba hacia El. 5
El Señor cambió su aversión en misericordia; en cuanto el Macabeo organizó su
tropa, se hizo irresistible a los paganos.
Por la
tarde nos fuimos al Retiro de Iniciación en el Espíritu Santo. Yo iba bastante
preocupado, pues el tiempo pasa y el dinero ya se nos terminó.
Viernes
28 de mayo de 2010
Pasamos
todo el día en el Retiro, alabando y sirviendo al Señor. Jorge, gracias a Dios, había venido a
tomarlo y estaba bien contento de haber venido. Yo también
Sábado 29
y domingo 30 de mayo de 2010
Me
levanté un poco preocupado, por la próxima semana, pues además Sylvia Regina se
va a tener que ir con Doña Sylvia a chequeo y eso me hace sentirme más solo. No tenemos cómo pagar la planilla del
lunes y El parece esconderse y no sé porqué o más bien, yo tiendo a
desesperarme.
Me fui a
la Capilla de la casa de Retiro y me contestó: Mateo 6, 33-34, que es lo que está
en la estampa de la Virgen que me dieron en este mismo Retiro el 25 de abril de
2008, cuando lo tomé por primera vez.
33 Busquen primero el Reino de
Dios y la justicia y se les darán todas esas cosas.
Busquen primero el Reino de Dios y la justicia, y se les darán todas esas cosas. No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas.
Mateo 6, 33
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