Lunes 2 de
agosto de 2010
Lucas 6, 27-31
Daniel 3, 51-95
Me
levanté, sinceramente, cansado, con desánimos de comenzar otra semana y
encontrarme con lo mismo… que el Juez no resuelve. Señor, te pido y te ruego que te glorifiques con nosotros y
que haya paz en nuestra familia. El me contestó:
27 Yo les digo a ustedes que me
escuchan: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, 28
bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. 29
Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata
el manto, entrégale también el vestido. 30 Da al que te pide, y al
que te quita lo tuyo, no se lo reclames. 31 Traten a los demás como
quieren que ellos les traten a ustedes.
Por la
tarde nos habló Francisco y nos dijo que después del periodo de oración de
siete días, que habíamos quedado el domingo pasado y terminado el día de ayer,
el Señor les había dicho para nosotros:
51 Entonces los tres en coro,
se pusieron a catar, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno y
diciendo: 52 Bendito seas Señor, Dios de nuestros padres, alabado y
exaltado eternamente. Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, cantado y
exaltado eternamente. 89 Porque él nos ha arrancado del infierno,
nos ha salvado de manos de la muerte, nos ha librado del horno de ardientes
llamas y nos ha sacado de en medio de ellas. 90 Den gracias al
Señor, porque es bueno, porque su misericordia es eterna. 95
Nabucodonosor exclamó: «Bendito sea el Dios de Sidrac, Mesac y Abdénago que
envió a su ángel a librar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron la
orden del rey y entregaron su cuerpo al fuego antes que servir y adorar a
ningún otro fuera de su Dios. 97 Y el rey hizo progresar a Sidrac,
Misac y Abdénago en la provincia de Babilonia.
Martes 3
de agosto de 2010
2 Corintios 1, 8
Nos
levantamos temprano para ir al gimnasio con Camila y Rober. Lo quise hacer en vez de orar, para
estar más tiempo con ellos y hacer algo juntos. Entendí que el Señor me iba a entender en esto; aunque me
hubiera querido quedar en El, orando. Pasamos súper bien y sobre todo le agradecí al Señor, que
podíamos gozar juntos, como amigos. Gracias, Señor.
El único
problema es que no pude orar, pero el ¡Señor sabe y El me ama! Es como que hubiera orado, pues cuando
estaba haciendo ejercicio pude rezar un Rosario y una Llama del Amor.
Pasé todo
el día esperando noticias del Juez Federal, pero no llegó nada. Es casi desesperante, pues ya tenemos
cuatro meses de estar esperando esta noticia todos los días y no llega. Por la tarde me fui al Santísimo y
después a misa a pedirle al Señor su misericordia. Enfrente al Santísimo me dijo:
3 Hermanos, deseamos que
conozcan algo de lo que nos tocó padecer. Realmente fue tan grande el peso de
esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida. 9
Sentimos en nosotros una sentencia de muerte, pero eso sólo fue para que no
confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. 10
El nos libró de ese peligro de muerte tan grande y nos seguirá
protegiendo. En El hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos, 11
siempre que ustedes nos ayuden con sus oraciones. Si son muchos los que piden
por nosotros, serán también muchos los que darán gracias a Dios cuando nos
toque recibir.
Miércoles
4 de agosto de 2010
Lucas 4, 30-34; 5, 10
Amanecí
devastado, pues el tiempo pasa y el Juez no resuelve nada. Rober ya se va a la Universidad y se me
cuestiona todo, de si estamos o más bien estoy haciendo lo correcto en cuanto a
los gastos de la Universidad, el viaje, la casa, el personal. ¡Señor, sálvame! Jesús me contestó:
30 Pero Jesús pasó por medio de
ellos y siguió su camino.
O sea que
será a su tiempo y no al mío, además me reforzó mi Fe, para que no me pierda y tenga
fortaleza. Después me dijo:
34 Tú eres el Santo de Dios. 41
Tú eres el Hijo de Dios. 40 Al ponerse el sol. 5, 10 No
temas, en adelante serás pescador de hombres.
Pasé todo
el día esperando noticias del Juez pero no vino nada. Sylvia Regina amaneció bien triste y les
hice ver a todos los hijos que debían estar más pendiente de ella, todos
reaccionaron bien, gracias a Dios. Espero que eso logre que la familia esté más cerca y nos comuniquemos
nuestros sentimientos más seguido.
Por la
tarde, nos fuimos a Coatepeque, tuvimos que irnos en dos carros, pues no
cupimos sólo en uno, ya que iba Rober y Ariana con nosotros. Primera vez que íbamos a temporar con la
novia de Rober. Llegamos a Coatepeque
como a las 8:00 p.m. y el Juez no dijo nada.
Jueves 5
de agosto de 2010
Personajes del Evangelio P. 20 P. 76
Nos
levantamos algo tarde y me vine a la parte baja del jardín a orar. Le daba gracias a Dios por tener este
lugar tan bello donde podemos venir y lo veía a El, en toda la naturaleza tan
viva que se puede ver o más bien, que podía apreciar. Le mandé una foto a las niñas y Camila
me respondió inmediatamente. Pasé
todo el día, prácticamente, leyendo el libro que me regaló Memo de los
“Personajes del Evangelio” y eso me hizo sentir a Dios cerca de mí, todo el
día. El Señor me repitió varias
veces:
20 “No temas”.
Y el
libro me aclaró que esto se lo dice Dios a sus servidores más queridos. Además, ya en la tarde me dijo:
Cuando Dios tarda en concedernos algo, nos
desconcierta; acuden a nosotros ideas negativas; pensamos en injusticias y
castigos. Pero Dios no nos quiere aliviar de una simple calentura, sino desea
hacernos un trasplante de corazón, convertirnos en nuevas creaturas. ¡Planea
algo grande para nosotros!
Viernes 6
de agosto de 2010
Me
levanté a orar, pidiéndole al Señor recibir noticias de Miguel, pues hoy es
viernes, día en que usualmente resuelve el Juez. No me quedó tiempo de pedir Palabra, pues continué leyendo el
libro de “Personajes del Evangelio”. Lo pasé leyendo todo el día. A medida que pasaba el día, me iba poniendo más y más triste;
pues la noticia del Juez no llegó nunca y el día se terminó.
Sábado 7
y domingo 8 de agosto de 2010
2 Crónicas 1, 11-12
Salmo 110
Me
levanté esperando que a lo mejor hoy recibía noticias de Miguel y del Juez. Me vine a orar, Sylvia Regina vino
después y le dije que estaba por pedir Palabra y ella me dijo: “pídala pues” y
se quedó esperando. Yo le pedí al
Señor que me dijera hasta cuándo tengo que esperar, pues ya con eso puedo
entender mejor su voluntad. Me
contestó:
11 Yavé dijo: Salomón: «Ya que
éste es tu deseo y no has pedido riquezas ni bienes, ni gloria ni la muerte de
tus enemigos, ni tampoco has pedido larga vida, sino que me has pedido la
sabiduría y el entendimiento para gobernar a mi pueblo, del cual te he hecho
rey, 12 por eso desde ahora te doy sabiduría y entendimiento, y
además te daré riquezas, bienes y gloria como no las tuvieron nunca los reyes
que fueron antes de ti, ni las tendrá ninguno de los que vengan después de ti.»
Cuando le
terminé de leer a Sylvia Regina, me dijo que ella había pedido que me diera una
Palabra de aliento, para que me volviera la felicidad que había perdido y que
volviera a ser el yo alegre que era antes. Le di gracias por tenerla a mi lado, pues indudablemente que
su pedido al Señor había tenido más acogida que el mío y el Señor me había
contestado lo que ella había pedido y no yo. Pasó el día no vino ninguna noticia. Sin embargo, procuré estar de mejor
humor y por la noche jugamos dominó con Carlos y Debbie y reímos un poco.
Tenía
tiempos de no pasar un rato sólo jugando. El domingo me levanté a orar, quizás un poco menos triste, el
Señor me dijo:
110 1 Palabra del Señor a mi señor:
«¡Siéntate a mi derecha y ve cómo hago de tus enemigos la tarima de tus pies!» 2
Desde Sión extenderá el Señor el cetro de tu mando: domina en medio de tus
enemigos. 4 Juró el Señor y no ha de retractarse: «Tú eres para
siempre sacerdote a la manera de Melquisedec». 5 A tu diestra está
el Señor, aplasta a los reyes en el día de su cólera.
Por la
noche el enemigo me hizo un ataque físico, para desesperarme más y pasé toda la
noche con un dolor fuerte de estómago.
¿De que le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?
Mateo 16, 26