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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 24 de noviembre de 2016

La revolución Trump


Hace unos meses, escribimos un artículo en relación al porqué Donald Trump estaba teniendo éxito en las elecciones primarias de su partido, en Estados Unidos.  Nuestro propósito era encontrar alguna  enseñanza positiva para el proceso democrático de nuestro querido país y terminamos nuestro artículo expresando, literalmente:

“¿Qué nos enseña Donald Trump a los salvadoreños?  Cada uno tendrá que contestarse a sí mismo, pues hay que reconocer que también tiene muchos defectos.  Pero lo que sí es cierto es que su éxito confirma que, al igual que la mayoría de salvadoreños, los votantes estadounidenses están cansados de los políticos tradicionales y demandan el surgimiento de nuevos políticos que, al igual que Trump, digan la verdad de lo que piensan; independientemente de los costos políticos involucrados y que no mientan, sobretodo a ellos mismos.”

Muchos alrededor del mundo se están preguntando la razón del porqué el presidente electo Trump ganó las elecciones, a pesar que todas las encuestas decían lo contrario y que todas las predicciones de las personas más sobresalientes y algunas hasta de sus colegas empresarios, eran que si él ganaba, el mundo iba a entrar en una crisis sin precedentes. 

Mientras las elecciones de los Estados Unidos continuaban, el 24 de Junio siguiente a nuestro artículo, el mundo se despertó con la noticia de haber recibido un “terremoto” político y social.  El pueblo británico, en su mayoría y también en contra de todas las encuestas y versadas opiniones, había votado por salirse de la Comunidad Económica Europea.

Al día siguiente de este “terremoto” mundial, llamado BREXIT, todas las acciones de las empresas más importantes del mundo sufrieron una considerable baja y mientras tanto, como sabiendo el resultado de lo que iba a pasar, el ahora presidente electo Trump se encontraba en el Reino Unido inaugurando uno de sus tantos hoteles y perseguido por los periodistas, en aquel entonces, manifestó que lo que había ocurrido en el Reino Unido es que el pueblo británico ya no confiaba en las soluciones que los políticos tradicionales les presentaban y que eso mismo iba a ocurrir en las próximas elecciones presidenciables de los Estados Unidos y esa era la razón principal del porqué él iba a ganar las próximas elecciones para presidente.

Los dos fenómenos anteriores confirman dos importantes realidades que los políticos de todo el mundo deben ahora tomar en cuenta: una es que la forma actual de hacer las encuestas no las vuelve ya una herramienta confiable para interpretar el verdadero sentir de una población y dos, que los partidos políticos deben buscar la forma de reinventarse, para que su funcionamiento permita la búsqueda de los liderazgos adecuados en un momento dado y evitar el que estos necesariamente tengan que salir de los mismos líderes del partido o lo que en nuestro querido país se ha dado en llamar “que haya sudado la camiseta” y lo cual ha permitido, en unos más que en otros, el que los líderes tradicionales se “adueñen” de las estructuras partidarias y las usen para provecho propio.

Por el momento, todavía está por verse lo que una presidencia de Donald Trump significa para los Estados Unidos y el resto del mundo.  Sin embargo, lo que es importante es que los inversionistas la han percibido como algo positivo, ya que se espera una reducción en las tasas de impuestos de grandes sectores de la población y esto indudablemente generará más empleos; por lo que también nuestros políticos debieran comprender lo que la mayoría de electores quieren, pues como decía uno de los grandes estadistas de nuestros tiempos, “la mejor política social es generar empleos dignos y no aumentar los subsidios”.  

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