Lunes 16 de noviembre de
2009
Salmo
123
Nos levantamos temprano
para regresar a San Salvador. Mis
sentimientos eran encontrados y no me sentía contento, ni tampoco triste. Dejábamos a Sofía y Camila nieta, pero
teníamos que regresar a ver a Camila hija y Rober. Mi corazón se desgarraba y le preguntaba al Señor, ¿por qué
tanta contradicción?; pues además, a esto se le unía el hecho que hoy era el hearing
con el Juez para ver si atrasan el juicio y casi podía sentir que lo iban a
atrasar y no sé cómo lo iba a recibir o cómo lo iba a explicar, pues esto es
otra contradicción; ya que la Virgen nos dijo, a travez de Sylvia Ann, que todo
se iba a arreglar el viaje pasado y ya es 16 de noviembre y pareciera que esto
se va para el otro año y nuestra angustia continúa; pues ya no tenemos de nuevo
dinero para continuar. ¿Señor, adónde estás?
Todo el viaje me vine en
una constante oración, pidiendo al Señor su misericordia y que nos proteja y
proteja a todos los que iban a estar en el Hearing, de toda influencia del
maligno. Pasó el día, llegamos a
San Salvador y no había noticias o sea que comencé a presumir que no eran
buenas noticias. Llegamos a la
casa y el ambiente no era festivo y es que yo no estaba o no me sentía festivo.
Vinieron Ariana, Luigi y Paolo y
se sintió alegría en la casa. Pero
al mismo tiempo hablé con Jorge y me dijo que nuestro abogado quería hablar con
los dos al mismo tiempo o sea que comprendí que no eran buenas noticias. Mi corazón se comprimió y tuve deseos de
retirarme a orar, pidiendo al Señor su misericordia; pero comprendí que no lo
podía hacer, pues estábamos con todos celebrando nuestra llegada.
Rezamos el Rosario con
Sylvia Regina y nos fuimos a dormir.
No pude orar, aunque quería platicar con el Señor, para ver qué luz me
daba, pero el cansancio me dominó. Por la madrugada el Señor me despertó a las 4:30 a.m. y me
dijo:
1 A
Ti he elevado mis ojos, a Ti que habitas en los Cielos. 2 Como los
ojos de los siervos se fijan en la mano de su dueño, como miran los ojos de una
esclava la mano de su dueña, así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios,
¿cuándo tendrá piedad de nosotros? 3 Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad, porque estamos saturados de desprecios. 4 Nuestra alma
está colmada de las burlas de la gente acomodada, del desprecio de los
engreídos. Salmo 124, 1
De no estar el Señor en favor nuestro, que lo diga Israel. 2 Cuando
el mundo se lanzó en contra nosotros, 3 nos habrían devorado vivos
en el fuego de su cólera. 4 Entonces las aguas nos habrían arrollado
y el torrente pasado por encima. 6 Bendito sea el Señor que nos dio
por presas de sus dientes. 7 Nuestra alma como pájaro escapó de la
red que puso el cazador. La malla se rompió y nosotros escapamos. 8
Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Martes 17 de noviembre
de 2009
Salmo
119, 49-52
Me levanté a orar, pidiéndole
al Señor su misericordia, para que me de fuerzas y poder afrontar todo lo que
tenga que afrontar estos días. Me
contestó:
49 Recuerda
tu palabra a tu siervo, ella ha mantenido mi esperanza. 50 Este es
mi consuelo en mi aflicción, que tu promesa me da vida. 51 Los
soberbios se burlan mucho de mí, pero yo no me aparto de tus mandatos. 52 Me
acuerdo de tus juicios de otros tiempos y eso, Señor, me da aliento. 53
Al ver a los impíos me da rabia: ¿por qué abandonan tu Ley? 55 Por
la noche pronuncio tu Nombre, Señor, y velando tus preceptos. 56
Esto es lo que a mí me toca; guardar tus preceptos.
Me llamó temprano Jorge
para contarme que había hablado con nuestro abogado y que el Juez no había dado
el continuance ¡Gloria a Dios! Yo
pensaba y estaba triste porque todo se iba a atrasar, pero el Juez tuvo un “Comeback”
y dejó el juicio para el 7 de diciembre. ¡Gracias Señor! Después, el abogado me mandó un email
súper positivo, explicando todo lo que había sucedido. Por la tarde entró una orden del Juez,
declarando inaceptable los exhibits que Nejapa Power quería que se aceptaran,
lo cual fue otro triunfo para nosotros.
Fui a ver a mi mamá
después de ir a misa a dar gracias a Dios por este día. Todo fue positivo, mi mamá me contó que
se habían materializado unas plumas de ángel en su sala, es un regalo del
Señor. Llamé al gerente de Nejapa
Power y no me recibió la llamada.
Miércoles 18 de
noviembre de 2009
2
Corintios 3, 13-18; 4, 1
Me levanté triste,
pensando que ya el tiempo está pasando y que vamos a pasar otra Navidad en
penurias. El Señor me reprendió
diciéndome:
13 No
seas como Moisés, que se cubría el rostro con un velo, para que los israelitas
no vieran el momento en que se apagara su esplendor. 17 El Señor es
Espíritu y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. 18 Llevas
los reflejos de la Gloria del Señor sobre vuestro rostro descubierto, cada día
con mayor resplandor, y vas transformándote en imagen suya, pues yo soy el
Señor del espíritu. 4, 1 Ese es nuestro ministerio y como lo tenemos
por gracia de Dios, no nos desanimamos.
Recibí una serie de
emails, pidiendo información del juicio de New Orleans contra Greenberg y en
relación al citatorio del gerente de Nejapa Power, fue un día bastante movido y
me hizo sentir bien.
Jueves 19 de noviembre
de 2009
Daniel
3, 26-42
Me levanté con un dolor
de alma tremendo, pidiendo al Señor su misericordia, pues todo parece volver al
principio y la solución bastante lejos que ocurra y eso me hace sentir sin
fuerzas para continuar. No es ya
que no tengo Fe, pues sé que el Señor va a cumplir Su Palabra, pero sí que las
fuerzas se me acaban. Oré pidiendo
al Señor su misericordia. El
Espíritu Santo me hizo recordar de una imagen de la Virgen de La Paz que tengo
guardada desde hace ya bastante tiempo, esperando que el Espíritu Santo me diga
adónde ponerla y la saqué de la caja para ver dónde la ponía. La puse en el altar del baño y ¡me dio
una gran paz el verla! Aunque no
estoy seguro si ese es su lugar. Voy
a ver que dice Sylvia Regina, pues no está. Continué orando y el Señor me dijo:
26
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, que tu Nombre sea alabado y
glorificado eternamente. 27 Porque eres justo en todo lo que has
hecho, todas tus obras son verdaderas, rectos todos tus caminos, y verdaderos
todos tus juicios. 40 Que hoy este sacrificio nuestro nos consiga
todo tu favor, pues sabemos que los que confían en ti jamás serán defraudados. 41
Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. No nos
dejes en la humillación, 42 sino trátanos de acuerdo a tu bondad y
según la abundancia de tu misericordia. 43 Líbranos de acuerdo a tus
maravillas y da, Señor, gloria a tu Nombre… Amén!
Viernes 20 de noviembre
de 2009
L.
de H. IV – 565
Me sentía confundido,
cansado, deprimido, sin fuerzas de luchar; de afrontar los problemas, pues
siento que de todas maneras no tienen solución. Veo tanto sufrimiento a mi alrededor y me deprime no poder
ayudar a los demás, sobre todo a los que tenemos más cerca. Le comenté esto a Sylvia Regina, cuando
entró después y me dijo: “Sí,
comenzando por nuestros hijos, que tienen tantos problemas económicos. Eso me partió más todavía el corazón. ¡Señor,
ayúdanos, para poder ayudar a los demás y aliviar tanto sufrimiento y
angustia! El Señor me hizo
comprender:
El Hijo de Dios ha determinado consumar y completar en nosotros
todos los estados y misterios de su vida. Quiere llevar a término en nosotros
los misterios de su encarnación, de su nacimiento, de su vida oculta,
formándose en nosotros y volviendo a nacer en nuestras almas por los Santos
Sacramentos del Bautismo y de la Sagrada Eucaristía y haciendo que llevemos una
vida espiritual oculta con El en Dios. Quiere completar en nosotros el misterio
de su pasado, muerte y resurrección, haciendo que suframos, muramos y resucitemos
con El y en El.
Y luego me volvió a
recordar:
6 Yo
soy Yavé, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la
esclavitud. 7 No tendrás otro Dios delante de mí. 9 Ante
ellos no te hincarás ni les rendirás culto, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un
Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera
y cuarta generación de los que me odian. 10 Pero mantengo mi favor
por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.
¡Amén! Señor, mi Dios,
te pido perdón por todas nuestras pasadas generaciones que te hayan odiado o
hayan adorado otros dioses y te pido que mantengas Tu Favor y Tu Misericordia
en favor de mis futuras generaciones y las de todas nuestra familia. ¡Perdón, Señor, perdón!
Sábado 21 y domingo 22
de noviembre de 2009
Domingos
en el Monasterio Mágico – P. 65
Me levanté a preparar el
programa, de la “Fiesta de Cristo Rey del Universo” y eso me puso contento. A la vez, comencé a buscar la
información que le quería mandar a nuestro abogado, referente a antes del
juicio y las advertencias que le hicimos a Nejap Power y Globeleq; esperando en
que la “Carta de Edith” tiene que salir.
Me costó encontrarlos,
pues no me acordaba que ya los había puesto en una secuencia y sólo estaban
esperando el momento oportuno de mandarlos, lo que me hizo pensar que hoy sí
estaba mandando la “Carta de Edith”. Lo comenté feliz con todos el domingo a la hora de cena y me
dio risa que Rober contestó: “Si, por enésima vez está mandando la “Carta de
Edith”. Lo que me hizo reír, pues
así es, pero a la vez me hizo recordar mi Esperanza en el Señor.
El sábado fue súper
positivo, pues vinieron a almorzar Ariana, Luigi y Paolo y después fuimos a ver
los apartamentos cerca del Campestre y Cristo Redentor, los cuales me gustan
por estar cerca de la iglesia y se puede ir al Santísimo y a misa caminando.
El domingo no hicimos
nada y nos pasamos todo el día con Camila y Rober, fue un día bien bendecido. Terminamos dando el servicio en la misa
del Encuentrista a las 6:00 p.m. en Cristo Redentor. Sentí una efusión del Espíritu Santo muy especial. Todos nos saludaban con mucho cariño y eso
sólo puede venir del Espíritu Santo.
Gracias Señor por todas tus bendiciones. Por la noche, el Señor me dijo:
Que Jesús sea Rey de tu corazón, depende de ti. Jesús fue a buscar
al hombre ciego y lo mismo hace con cada uno de nosotros.
"Si puedes hablar al Señor en la oración, háblale; si no le puedes hablar por ser inculto, no te disgustes; detente en la habitación como los servidores en la corte y hazle la reverencia."
San Pío de Pitrelcina