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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 20 de noviembre de 2014

Cronología de un Milagro - Noviembre 2009-II


Lunes 9 de noviembre de 2009

Me levanté a orar, pendiente de lo que estaba pasando en Houston y preocupado porque si el juicio se atrasa de nuevo, vamos a volver a caer en problemas de dinero y eso me pone triste.  Pero tengo una gran confianza en que el Señor sabe lo que está haciendo y que “El proveerá”.  
Me pasé toda la mañana orando, recogiéndome en busca del Señor, para que me reconforte. Almorzamos con Sofía, Poncho y Camila y le di gracias a Dios por darnos este momento, que ni nos lo merecemos.  
Por la tarde nos fuimos a cenar con los consuegros y luego al boliche, pues Poncho papá tenía campeonato.  Cenamos en el “Chelís Nuevo”, gracias Señor por este día.  Se me olvidaba decir que fuimos a misa de 7:00 p.m. y antes de eso al Santísimo.  Eso me dio una gran paz, pues dentro de todos estos problemas económicos, el Señor nos ha dado este regalo de poder venir a visitar a Sofía, Poncho y Camila y poderle celebrar su segundo cumpleaños a Camila.

Martes 10 de noviembre de 2009

Toda la mañana pasamos preparando las cosas para el cumpleaños de Camila.  A las 3:00 p.m. nos fuimos para allá.  Por la mañana hablé con nuestro abogado y me dijo que él iba a lograr que el juicio no se atrase después de Diciembre 7.  ¿Señor, adónde estás?  Sé que todo esto va a tener un desenlace triunfal tuyo, pero no lo veo aún.  ¡Señor Jesús, yo confío en Ti!  Es lo que repetía una y otra vez, seguro que El sabe mejor que yo, qué es lo que nos conviene.
La piñata estuvo lindísima, todo perfecto y Sofía y Poncho y Camila se veían felices, también Sylvia Regina, lo cual me llena a mí de alegría y de ¡agradecimiento a Dios por toda su misericordia a nosotros!, pues hemos podido estar aquí.  Al final, nos fuimos con Poncho papá a jugar boliche y tiré un 153!  En cada tiro pedía la ayuda del Espíritu Santo y funcionó, pues por lo menos no jugué tan mal.  ¡Gracias Señor por este día!

Miércoles 11 de noviembre de 2009

Santiago 3, 16-4
Nos levantamos y fuimos a misa de 12:00 p.m..  Llegamos algo tarde y después fuimos al Santísimo, ahí el Señor me dijo:

Los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros ante todo. Además, son amantes de la paz, compasivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia. Ustedes codician lo que no pueden tener, si no lo alcanzan es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben es porque piden mal, para derrocharlo en placeres.

Había en el Santísimo una joven llorando.  Parecía que tenía un problema grave y pedí por ella, para que el Señor le dé su paz.  Luego fuimos a almorzar donde Avelino y Sylvia. Llegaron todas las hijas o más bien la mayoría, con sus esposos y sentí un ambiente muy apacible en la familia.  Sylvia es muy religiosa y bendijo la mesa antes de comenzar. Poncho no pudo ir.  Después Avelino nos llevó a su granja donde está sembrando chile morrón, chile jalapeño, pepino y tomate.  Me impresionó todas las instalaciones y además la casa, pues es bien bonita y agradable.  Sólo fuimos Sylvia Regina y yo, Sofía no pudo ir.

Viernes 13 de noviembre de 2009

Isaías 53, 3-12; 52, 10-15; 53, 2

Me levanté e inmediatamente pedí por mi mamá, pues me acordé que hoy es su cumpleaños y cumple 85 años, en los cuales le ha tocado sufrir mucho.  ¡Señor Jesús, ten misericordia de ella! Se me vino a la mente las palabras de Santo Tomás Moro, pues ayer vimos la película “Elízabeth”, hija de Enrique VIII; del cual Santo Tomás Moro era su Secretario de Estado o Relaciones Exteriores.  El le escribió una carta a su hija Margarita, antes de ser degollado por orden del rey y le dijo que no se preocupara, pues:

Todo lo que me sucede es porque Dios así lo quiere y si Dios así lo quiere, por muy mal que me parezca, siempre será lo mejor.

Luego me vine a orar al baño.  Tenía ya días de no hacerlo, desde que nos fuimos a Houston el 21 de octubre, hace bastante tiempo.  El Señor me dio una palabra para mi mamá:

3 Era una mujer llena de dolor, acostumbrada al sufrimiento. 4 Y sin embargo, ella estaba cargando con nuestros sufrimientos, estaba soportando nuestros propios dolores. 6 Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre ella la maldad de todos nosotros. 10 El Señor quiso oprimirla con el sufrimiento. Y puesto que ella se entregó al sacrificio por el pecado, tendrá larga vida y llegará a ver sus descendientes; por medio de ella tendrán éxito los planes del Señor. 12 Por eso Dios le dará un lugar entre los grandes y con los poderosos participará del triunfo.





 "No temas, pues Yo estoy contigo, no te desanimes. Yo Soy tu Dios, Yo te fortaleceré con mi triunfante Mano Diestra." 

Isaías 41, 10



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