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Canonización de Monseñor Romero

lunes, 1 de diciembre de 2014

De choto


Esta palabra se está volviendo una realidad cada vez más ocurrente en nuestro querido país y aunque pareciera que es bueno, más bien debe preocuparnos.  No todo lo que se regala nos conviene.

De “choto” o sea “pan y circo” es lo que los emperadores romanos procuraban dar a su pueblo, para mantenerlo ignorante y poder perpetuarse en el poder.  Esta es la lectura que, aparentemente, ha hecho el FMLN para presionar a nuestro actual gobierno y la semana pasada, este dispuso que el transporte público, en los dos meses anteriores a las elecciones, será de “choto”.

Las críticas de la oposición no han sido pocas.  El argumento que más se menciona es que esta es una medida electorera, para que el FMLN gane las próximas elecciones de alcaldes y diputados y que pasadas estas, el pasaje va a subir por arriba del actual; con el único propósito de beneficiar a SITRAMSS.

Aunque, de por sí, solo el hecho que el actual gobierno esté dispuesto a usar fondos públicos para beneficiar a un partido político específico es antidemocrático, lo que en realidad debe preocuparnos es como en los últimos años: “lo malo está pareciendo bueno y lo bueno, parece ser malo”.  Es decir: ¿como puede ser que no cobrar el transporte público pueda ser malo, si esto beneficia a tantas personas?

Para comprender esto, conviene recordar que la crisis del transporte público de nuestra capital fue planteada hace más de veinte años, por el entonces candidato a alcalde por ARENA, Mario Valiente.  Desde esa fecha, ARENA planteó que si no se hacía algo en el futuro inmediato, el sistema vial de la capital iba a colapsar a mediano plazo; tal y como ha sucedido.

Como solución, lo que ARENA propuso en aquel entonces, es un sistema de transporte público “elevado” o sea por encima del nivel de tierra,  lo que permitía no reducir el espacio de las actuales calles y más bien incrementarlo, pues los buses que circulaban por ellas iban a ser suplantados por un sistema de transporte moderno, centralizado y que circulaba no en las calles, sino por encima de ellas.

Además, lo que propuso ARENA es que el sistema de transporte público fuera subsidiado no por el gobierno, sino por las personas que poseyeran automóvil, por medio de un impuesto pequeño y específico a la gasolina; argumentando que, si no se quería reducir las calles donde circulan los vehículos, fueran los mismos propietarios de estos los que financiaran la construcción de un sistema “elevado” de circulación del transporte público; que permitiera ambos beneficios.  El sistema era además ecológico, pues los trenes propuestos eran eléctricos, lo cual iba a contribuir a la reducción de la contaminación. 

El proyecto debió haberse terminado de construir en el año 1998 o sea hace más de quince años y quizás recordar lo que se dejó de hacer, en aquel entonces, ayude a comprender el porqué del fracaso de SITRAMSS y porqué ahora el FMLN ha presionado al gobierno actual para que siga promoviéndolo, dando la impresión que es de “choto”; cuando en realidad son miles de capitalinos los que están pagando indirectamente por él, independientemente de cuanto vaya a costar el pasaje después de las elecciones.

El que el pasaje sea de “choto” parece bueno, pero en realidad, lo malo contrarresta lo bueno, pues para que SITRAMSS sea posible, el gobierno ha reducido y privatizado gran parte de los espacios públicos, en beneficio de una sola empresa privada. 

Como consecuencia, esto ha reducido considerablemente los espacios de circulación y esparcimiento, perjudicando a miles de personas y no permitiendo la competencia de los otros transportistas; además, ha afeado la ciudad que nos pertenece a todos, no solo al gobierno de turno.


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