Lunes 5
de abril de 2010
Job 28, 28
Me
levanté a orar, sintiéndome bien cansado, agotado y enfermo. Ayer me acosté pidiendo al Señor su
misericordia, pues el agotamiento que siento es espiritual y físico. Es como cuando Elías y Job le piden a
Dios que ya mejor los deje sin vida o que hubiera sido mejor que no hubieran nacido.
Pero por supuesto que es sólo un
sentimiento o una oración viva, de aceptar su voluntad, cualquiera que ésta
sea. Ya no importa nada más… ¡sólo
su voluntad! El Señor me dijo:
28 Entonces dijo al hombre,
Roberto: «Mira, el temor del Señor es la sabiduría y huir del mal es la
inteligencia.»
Y luego
me confirmó todo lo que nos había venido a decir Francisco y Janice. Como que todo ya ha pasado o se ha
cumplido y que así debo actuar:
2 Reconozco que lo puedes todo
y que eres capaz de realizar todos tus proyectos. 3 Hablé sin
inteligencia, de cosas que no conocía, de cosas extraordinarias, superiores a
mí. 5 Yo te conocía solo de oídos, pero ahora te han visto mis ojos.
6 Por esto retiro mis palabras y hago penitencia sobre el polvo y la
ceniza.
Por la
tarde me sentía tan mal, que Sylvia Regina me recomendó ir mejor al médico, así
es que fui y me recetó un montón de medicinas.
Martes 6
de abril de 2010
Salmo 2
Me
levanté mejor, con una nueva esperanza de corto plazo. ¿Será posible que el Señor quiera
derramar todas sus bendiciones el día de mi cumpleaños o antes? Me dijo:
7 Voy a comunicarte el decreto
del Señor: El me ha dicho: «Tú eres hijo mío, yo te he engendrado hoy. 8
Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propiedad, los confines de la
tierra. 9 Las regirás con un cetro de hierro y quebrarás como
cántaro de arcilla. 10 Pues bien, reyes, entiendan, recapaciten,
jueces de la tierra. 11 Sirvan con temor al Señor, besen, temblando,
sus pues; 12 no sea que se enoje y perezcan, pues su cólera estalla
en un momento. ¡Felices los que en él se refugian!
Pasé todo
el día sintiéndome mal y esperando noticias de la corte Federal, pero no pasó
nada. Por la noche fuimos a la
reunión del Reencuentro y sentí una efusión especial del Espíritu Santo, al
momento de hablar y durante toda la reunión.
Miércoles
7 de Abril de 2010
Hechos 18, 9-16
Me levanté
sin ninguna mejoría física. Pero
sintiéndome más optimista, de lo del juicio y con más confianza en el
Señor. Que El va a hacer que lo
que salga sea lo que más nos conviene. El Señor me lo confirmó diciendo:
9 El Señor le dijo a Pablo en
una visión: «No tengas miedo y sigue. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte
daño» 12 Los judíos (Inkia) acordaron unánimemente
hacer una manifestación contra Roberto y lo llevaron ante el tribunal. 14
El juez respondió: «Judíos (INKIA) si se tratara de una injusticia o de algún
crimen sería correcto que yo los escuchara. 15 Pero como se trata de
discusiones sobre mensajes de poderes superiores y sobre su Ley, arréglense
entre ustedes mismos. Yo no quiero ser juez de tales asuntos.» 16 Y
los echó del tribunal.
Al nomás de terminar de orar, recibí un email de Miguel, diciendo
que el abogado Byron se había reunido con un conocido del juez Hoyt y que todo
había sido positivo. Todo se
inclinaba a que el caso se iba a regresar a la corte de Brazoria. Esto coincide con la Palabra de hoy, lo
cual me hizo fortalecer mi Esperanza y poder sentir de nuevo a Dios, cerca de
mí.
Me sentí súper contento que “la
noche oscura” ha terminado. Pasé
todo el día contento, pues además, Sylvia Ann le mandó un email a Sylvia Regina
diciendo que la Virgen nos mandaba a decir:
Our Lady said that this week: Kuky will know more
about the trial! That do not worry!
Amén.
Luego
vinieron una serie de emails de Miguel llenos de Esperanza. Incluyendo uno que ya había encontrado
un “Expert Witness” que testifique en el caso del TCA o sea que eso confirma
que la visita de Francisco y Janice era el preludio a la anunciación del Señor,
que la bendición ya se iba a derramar. ¡Gracias Señor! ¡Gracias Señor! ¡Gracias Señor!
Jueves 8
de abril de 2010
Isaías 28, 16-29
Me
levanté a orar, pidiéndole al Señor su misericordia y agradeciéndole por todos
estos sesenta años que estoy cumpliendo y sobre todo por haberme dado a Sylvia Regina
y todos nuestros hijos, yernos y nietos. Le pedí que me guiara, diciéndole: “Aquí estoy, envíame a mí a hacer el milagro que tú quieres hacer en
otras personas.” Dejé abrir La
Biblia por sí sola y se abrió en la estampa que me dieron en el retiro Mariano
del Padre Manuel, el 22 y 23 de febrero de 2003. La Virgen me dice:
Hoy los invito a abrirse a la oración. Que la
oración se convierta en gozo para ustedes. Renueven la oración en sus familias,
formen grupos de oración y así experimentarán el gozo en oración y comunión. Te
regalo el arma contra tu Goliat, aquí están las cinco piedritas: La oración del
Rosario con el corazón, la Eucaristía, La Biblia, el Ayuno, la confesión
mensual.
Y luego
el Señor me reafirmó lo que está por confirmarse de su promesa y me dijo:
16 En vista de todo esto, el
Señor Yavé les dice: Yo mismo voy a colocar una piedra en Sión, una piedra
escogida, una piedra angular, de gran valor y firme: «El que se apoye en ella,
no se moverá.» 17 Pondré el derecho como regla y la justicia como
nivel. El granizo aplastará su refugio ilusorio y las aguas se llevarán su
mampara; 18 será roto su contrato con la Muerte y su pacto con el
Lugar de los Muertos quedará sin efecto. 29 Todo esto sucedió para
que aprendieran de Yavé de los Ejércitos, que es muy bueno para dar consejos y
que hace cosas extraordinarias.
¡Amén,
amén y amén!
Todo el
día pasé con una Esperanza especial. Por la tarde fuimos a misa y llegaron todos mis hermanos y mi
mamá; Ariana y Paolo. El Padre
mencionó mi nombre y todos aplaudieron en felicidad. Sentí que era Jesús saludándome y felicitándome por ser
merecedor de su premio… que ya se me ha dado y está por confirmarse.
Viernes 9
de abril de 2010
2 Macabeos 3, 36
Me
levanté como en otro mundo. En la
misma situación, pero con una nueva Esperanza. Seguro de que en estos días todo se va a arreglar, por la
misericordia de Dios. ¡Que
Esperanza tan grande! pues la verdad es que no hay ningún indicio que pueda
hacerme pensar que todo va a cambiar; pero en mi interior sé que así va a ser. El Señor me lo confirmó y me dijo:
36 Allí empezó a dar testimonio
de las obras del Dios Altísimo, que había visto con sus propios ojos.
En la
oficina no hubo luz en toda la mañana y al mediodía me partieron un cake. Todos estaban bien felices.
Por la
noche fuimos a ver a Jesús Adrián Romero, pero yo estaba bien triste, pues
estaba esperando noticias del juez Federal, resolviendo qué hacía con los
casos. Pero éstas no llegaron y me
sentí bien lejos de Dios.
¿Señor,
qué es lo que quieres? ¿Cuánto debo esperar? ¿Cuál es mi misión?
Sábado 10
y domingo 11 de abril de 2010
Apocalipsis 12, 17
Salmo 123
Nos
levantamos temprano, para ir a jugar tenis con Rober. Yo jugué bien mal, pues no me pude concentrar y me sentía
con los sesenta años encima. ¿Cuál
es el propósito de Dios en mi vida? ¿Cuál es mi misión? ¿Por qué es que todavía necesita más tiempo y no se decide a
componer todo, si ya me estoy sintiendo desamparado? ¿Qué más necesitas? ¡Señor Jesús, ten
misericordia de mí! Virgen
Santísima intercede por mí.
Fuimos al
programa e igual, sentí que el Espíritu Santo no me iluminó para nada y no
sabía qué decir y si lo decía era sin ninguna seguridad.
Por la
tarde vi el juego del Madrid-Barça y ya sabía que íbamos a perder. Así fue. El Madrid perdió 2 a 0 o sea otra tristeza más.
Entró
después un email de Miguel, pero sin ningún sentido. Era dirigido al abogado de los Bancos, pero no tenía ninguna
coherencia. ¿Señor, por qué todo
esto?. La contestación venía:
Para que aprendas a tener paciencia.
Me
levanté el domingo pidiéndole al Señor que me guiara y me explicara qué es lo
que está pasando, para que me ayude a ejercitar la “paciencia”. Me contestó:
17 Entonces el dragón se
enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es
decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de
Jesús.
Por la
noche, después de rezar el Rosario, el Señor me dijo:
1 A ti he elevado mis ojos, a
ti que habitas en los cielos. 2 Como los ojos de los siervos se
fijan en la mano de su dueño, como miran los ojos de una esclava la mano de su
dueña, así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, ¿cuándo tendrá piedad de
nosotros? 3 Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad, porque estamos
saturados de desprecios. 4 Nuestra alma está colmada de las burlas
de la gente acomodada, del desprecio de los engreídos.
Hoy
terminamos la Novena de la Divina Misericordia, son Sylvia Regina. Nos confesamos y fuimos a misa, además
de pedir por las peticiones del Papa y con esto obtener “Indulgencia plenaria”.
"!Bendita sea tu esposa, la mujer de tu juventud! Ella es una gacela amorosa y agradable. !Que sus pechos te dejen simpre satisfecho! !que su amor siempre te cuative!"
Proverbios 5, 18-19
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