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Canonización de Monseñor Romero

jueves, 16 de julio de 2015

Cronología de un Milagro - Abril 2010-II


Lunes 12 de abril de 2010

Imitación de Cristo 327

Me levanté cansado.  Ayer fuimos a recoger a Rober al concierto a las 2:30 a.m. y pasamos por la capilla de La Transfiguración… ¡estaba abierta!  Ahí el Señor nos esperaba y me dio gusto que somos parte del porqué esa capilla esté abierta, enviando sus rayos de amor a toda la ciudad; pero mi mente sigue cuestionando ¿porqué el juez se tarda tanto en resolver y porqué el juicio no entra en una etapa positiva de optimismo?  ¿Por qué los corazones de toda esta gente no cambian y el juez los castiga con “punitive damages”? ¿Por qué la Discovery se nos arruinó ayer, en lugar de mejorarse?  ¿Por qué el Padre ayer me dice que todavía me tengo que perdonar a mí mismo?  El Señor me consoló diciendo:

1 Hijo mío, es preciso que aprendas todavía mis cosas que aún no sabes del todo, ¿Cuáles son Señor? 2 Que conformes totalmente tus deseos con mi beneplácito y no te ames a ti mismo, sino que seas un celador solícito de mi voluntad. 3 A menudo te entusiasmas con deseos que te arrastran con vehemencia; más considera si en estos impulsos te mueves no tanto por mi honor, como por tu propio interés. 4 Si yo soy la verdadera causa de ellas, estarás contento de cualquier modo que disponga yo las cosas. Más si todavía oculta en tu corazón algún resabio de propia voluntad, eso es lo que te embaraza y te abruma. 5 Guárdate, pues, de fiar demasiado un deseo preconcebido que tuviste a lo mejor sin preguntarme a mí previamente; no sea que después te pese y te disguste lo que te gustó al principio.

Pasé todo el día mandando los papeles de los bancos a Miguel y al final me sentí contento, pues todo reafirma que todo ha sucedido porque Dios así lo quiso, para que todos en la familis nos acercáramos más a El.  

Me habló Alex, durante el día, que ya había resuelto favorablemente con el Banco y que ya “Dios había abierto las puertas del cielo”.  ¡Gloria a Dios!  Después vino Sylvia Regina a contarme que había ido al Santísimo para preguntarle al Señor si lo que había preparado para su reunión del grupo era muy sencillo, ya que le daba pena que no fuera nada elaborado.  Iba a hablar sobre La Adoración Perpetua y el Señor le contestó:

Isaías 54, 4 No temas, pues no vas a ser defraudado, no tengas vergüenza, pues no tendrás de qué ponerte colorado. Te olvidarás de las vergüenzas de tu juventud y de los desprecios que te hicieron cuando viuda. 5 Pues ahora te desposa tu creador, Yavé de los Ejércitos es su nombre. El que te rescata es el Santo de Israel, quien se llama Dios de toda la tierra. 6 Sí, Yavé te llama como a la esposa abandonada, que se encuentra afligida. ¿Se puede rechazar la esposa que uno toma siendo joven?, dice tu Dios. 7 Te había abandonado un momento, pero con inmensa piedad yo te vengo a reunir.

A ambos se nos salieron las lágrimas y la reunión fue llena del Espíritu Santo y todo un éxito para promover la Adoración Perpetua.

Martes 13 de abril de 2010

Juan 5, 14
1 Pedro 2, 4-5

Me levanté con más optimismo, pues el Señor nos ha confirmado, con lo que le dijo ayer a Sylvia Regina, que El está con nosotros y si ¿El está con nosotros, quién contra nosotros? Me dijo:

14 Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: «Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.» 2, 4 También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del Templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.   

Miércoles 14 de abril de 2010

1 Samuel 15

El Señor me dijo:

1 Después de esto dijo Samuel a Saúl: «A mí me envió Yavé para consagrarte rey de su pueblo, Israel. Escucha, pues, lo que él te manda decir. Esta es la palabra de Yavé de los Ejércitos: 2 He decidido castigar a Amalec por lo que le hizo a Israel, puesto que no lo dejó seguir su camino cuando regresaba de Egipto. 3 Ahora, vete y castiga a Amalec; tú lo declararás anatema con todo lo que le pertenece. No le tendrás compasión, sino que matarás a todos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, bueyes y ovejas, camellos y burros.

Todo el día no hice nada, más que ir a cambiar las llantas de la Pathfinder, pues mañana nos vamos a Guatemala y las llantas estaban ya en las “lonas”.  

Por la noche me vine a orar.  El Señor me iluminó a poner una empresa para fabricar zapatos de plástico para la gente pobre; para que la gente pobre tenga acceso a un calzado barato.  

Por la mañana, Memo me hizo una presentación de la máquina impresora de Xerox y aunque me gustó, no me ilusionó el hecho que no tiene nada de ayuda a los pobres.  Con esto de fabricar zapatos para los pobres, mi corazón sí se entusiasmó.

Jueves 15 de abril de 2010

Nos levantamos temprano para ir a Guatemala a ver jugar a Rober, los dos íbamos bien ilusionados y contentos que el Señor nos había consedido que fuéramos a verlo.  Nos fuimos en la Pathfinder, pues era o es el único carro confiable que nos queda.  Gracias a Dios le pude comprar llantas nuevas para el viaje y eso me hizo sentir seguro durante todo el viaje.  Llegamos a las 11:30 y fuimos a almorzar a Skillet.  Luego nos fuimos al Colegio Interamericano y ya había comenzado el primer juego de Rober; pero igual lo gozamos viéndolo jugar, a pesar que perdieron los dos juegos de la tarde y se ve que se sentían algo frustrados.  Pero pasamos bien contentos y luego cenamos con Debbie y Carlos, pues nos hospedamos en su casa.  El Espíritu Santo estaba en todo nuestro alrededor.

Viernes 16 de abril de 2010

(Lecttio Divina 4, 118-119)

Nos fuimos al primer juego de Rober, que comenzaba a las 8:00 a.m., en la Universidad Rafael Landívar.  En el segundo juego ganaron un set y se fueron al tercero, pues el segundo lo perdieron por dos puntos; pero jugaron muy bien.  Para ayudarles, en el tercer set me fui un rato frente al Santísimo, en una Capillita que queda en medio del Campus y cerca del gimnasio donde estábamos jugando.  Le pedí al Señor que les diera la felicidad de ganar aunque sea un juego, pero que no se hiciera mi voluntad, sino la de El.  Estando frente al Santísimo, recibí una efusión del Espíritu Santo inmensa.  Sin embargo perdimos el juego, o sea que el Señor no quería que ganáramos y por alguna razón que permaneciéramos humildes y gozando sólo de la oportunidad de estar ahí.

Ya Carlos nos había contado que había Adoración Perpetua en una Capilla en el Blvd. Vista Hermosa en la iglesia de San Martín de Porres, así es que como a las 5:30-6:00 p.m. nos fuimos a ver si había misa y como no había nos fuimos a visitar el Santísimo.  Me llamó la atención que la Capilla estaba repleta de gente, el Espíritu Santo me llevó a una pequeña biblioteca que había y escogiera la “Lecttio Divina”.  Ahí estaba el libro.  Me puse a leerla y el Señor me dijo:

Salmo 26, 14 «Espera en el Señor y sé fuerte.» «Concédeme la humildad necesaria para aceptar lo que tú quieres y para secundar de corazón tus planes, misteriosos con frecuencia, pero siempre infalibles.» «Cautivado del todo por mi afán de eficiencia, me olvidé de preguntarme lo que estás llevando a cabo y así tus sorpresas que son muchas, me inquietan y me turban.»

Sábado 17 y domingo 18 de abril de 2010

Nos fuimos al segundo juego de Rober en la Universidad Rafael Landívar y llegamos algo tarde, pues no entendíamos a dónde quedaban las canchas y nadie sabía tampoco.  Me tocó ir a parquear bien lejos.

Hoy la pasamos todo el día en los juegos de Rober y gracias a Dios ganaron uno, quedaron de novenos.  

Por la tarde fuimos a misa a las seis, a la misma capilla y luego nos regresamos a la clausura que estuvo bien bonita.  Nos regresamos como a las 2:30 p.m. y gracias Dios sin ningún percance, ni molestar del carro; pues veníamos solos.

Por la noche nos contó Rober que lo habían castigado anoche, por hacerle una broma a unos y meterse al cuarto del hotel y desarreglarles el cuarto.  Sin embargo, aparentemente la Directora lo estaba sacando de proporción el incidente y lo estaban acusando de delincuente.  Sylvia Regina se preocupó mucho y yo comprendí que era un ataque del enemigo.  Que lo que había que hacer era orar, pues todo iba a llegar a su verdadera proporción.  Me puse a orar y el Señor me dijo:

Salmo 120, 1-2 1 Al Señor en medio de mi angustia yo clamé y El me respondió. 2 Salva mi alma, Señor, de los labios mentirosos, de la lengua calumniadora.


"La grandeza de nuestro amor a Dios, debe probarse por nuestro deseo de sufrir por amor suyo."

San Felipe Neri 

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