Los dos partidos mayoritarios, ARENA y FMLN, tienen
en sus agendas importantes eventos de posibles cambios para este año.
En el caso del FMLN, su agenda le plantea un congreso
para definir que clase de socialismo es el que va a impulsar desde el actual
gobierno del presidente Sánchez Cerén; lo cual está afectando desde ya, a
muchos salvadoreños.
Para comprender la razón del congreso, “socialismo”
se define según el diccionario, como: “Un sistema de organización
socioeconómica, basado en el principio de la propiedad pública de los medios de
producción” o sea que debemos esperar que durante este congreso, el FMLN va a
definir cuales son las empresas que van a continuar siendo privadas y cuales
van a intentar nacionalizar o si van a continuar el modelo de ALBA; por medio
del cual no es el gobierno el dueño de las empresas, sino el partido. Los cuales, a su vez, se vuelven una
misma cosa.
Aunque la experiencia ha demostrado que los países
que han adoptado el modelo del Socialismo del Siglo XXI, hacia el cual los
dirigentes del FMLN quieren cambiar, están todos experimentando un retroceso en
las condiciones de vida de la mayoría de sus ciudadanos. La propuesta se vuelve atractiva porque
es indudable que los altos dirigentes de esos gobiernos han mejorado
sustancialmente sus condiciones económicas y las de sus allegados. Luego para ellos es buena, pero no para
las grandes mayorías.
De ahí que, aunque no se puede influir mucho en los
resultados de este evento, lo que sí se puede exigir, a los actuales dirigentes
del FMLN, es que les recuerden a sus correligionarios que, si bien el artículo
1 de sus estatutos definen al partido como “socialista”; también este mismo
artículo aclara que el FMLN es: “Democrático… que busca aglutinar y defender
los intereses de las grandes mayorías populares y de las fuerzas democráticas y
progresistas”. No solo las de su
partido.
Además, que el artículo 5 de sus mismos estatutos
aclara que: “Son principios de las y los militantes los siguientes… I. Compromiso con la unidad de
las fuerzas del pueblo y de concertación desde la izquierda, con las demás
fuerzas democráticas, patrióticas y progresistas de la sociedad, que permita la
solución de problemas… j. Pensamiento y práctica democráticos dentro del Partido,
en el poder público y en la sociedad”.
Por el otro lado,
el partido ARENA tiene su asamblea general para elegir a sus futuros dirigentes,
lo cual también está afectando ya a muchos salvadoreños y lo que sus
correligionarios deben recordar es que: “lo que está bien, no hay que
arreglarlo”.
Los actuales
dirigentes del COENA son quienes han sabido llevar a este partido a que, por primera
vez en su historia como partido de oposición, vuelva a ser la primera fuerza
política del país; con el mayor número de diputados que cualquier otro partido
político. Por lo que sus actuales
dirigentes merecen continuar en sus cargos para que, sobretodo, terminen de
cambiar el partido hacia donde la mayoría de salvadoreños ha votado que quiere y
que en la próxima elección presidencial sea la alternativa democrática de
esperanza; hacia el progreso e institucionalidad democrática por la que ya han
votado.
Lo que los
actuales correligionarios de ARENA deben comprender es que lo que esperan los
votantes, que no son militantes de su partido, no es que se elijan dirigentes con
cargos públicos, aunque sus estatutos lo permitan. Sino al contrario, que sus actuales dirigentes, que hasta
ahora han hecho una buena labor, renuncien a sus intereses de poder aspirar a
cargos públicos en el futuro. De
forma que su labor administrativa y de cambio del partido se vuelva más
efectiva y sincera. Sin el afán de
buscar protagonismo personal, con el objeto de aprovecharlo en futuras elecciones
para cargos públicos.
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