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Canonización de Monseñor Romero

miércoles, 18 de mayo de 2016

Cronología de un Milagro - Junio 2010-V


Lunes 28 de junio de 2010

Mateo 5, 13 y 12

La tristeza invade mi corazón y no tenía ganas ni de levantarme.  Además no tengo nada que hacer.  Me puse a orar, pidiendo al Señor su misericordia.  Ya es medio año, los exaccionistas me han pedido otra cita para el miércoles y no sé ni qué decirles.  Parece que el Juez Federal nunca va a resolver nada.  ¿Señor, hasta cuándo?  Me contestó:

13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal deja de ser sal, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente. 12 Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vinieron antes de ustedes.

Y luego me recordó:

Jamás el diablo está tan contento como cuando ha podido quitar del alma de un siervo de Dios, la alegría. Es en vano que satanás intente introducir su veneno mortal en un corazón hinchado de gozo. Nada pueden los demonios contra un servidor de Cristo a quien encuentran lleno de alegría. Haz como San Francisco, “en cuanto empezaba a experimentar la primera turbación, el siervo de Dios debe levantarse, ponerse a orar y permanecer ante el Padre todo el tiempo necesario hasta que éste no lo haya hecho recobrar el gozo del que está salvado.”

Miércoles 30 de junio de 2010

Salmo 31

Me levanté súper triste  ¿Cuándo va a terminar esto?  ¿Cuándo me voy a sentir de nuevo feliz?  Sylvia Regina me dijo que leyera el Salmo 31 y el Señor me consoló con su Palabra.

Me reveló que la Virgen, mi Madre, es el Espíritu Santo, pues eso fue lo que le reveló a San Juan en la cruz, pues la Virgen está “llena” del Espíritu Santo.  Me dijo además:

2 A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado: ¡Tú que eres justo, ponme a salvo! 3 Inclina tu oído hacia mí, date prisa en liberarme. Sé para mí una roca de refugio, el recinto amurallado que me salve. 5 Sácame de la red que me han tendido, porque eres tú mi refugio. 6 En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás. 10 Ten piedad de mí, Señor, pues estoy angustiado; mis ojos languidecen de tristeza. 23 Yo decía en mi desconcierto: «Me ha arrojado de su presencia». Pero tú oías la voz de mi plegaria cuando clamaba a ti. 25 Fortalezcan su corazón, sean valientes, todos los que esperan en el Señor.

Por la tarde vino Juan a platicar sobre negocios.  En la plática me salió, fruto del Espíritu Santo, recomendarle que él debiera renunciar de su trabajo.  Sentí todo el poder del Espíritu Santo y se lo dije.  A él le pareció la idea, pero después que se fue me quedó la preocupación de si debía haber recomendado eso; aunque él inmediatamente lo aceptó como el camino que debería seguir.

Jueves 1 de julio de 2010

2 Corintios 13, 3

Le pedí Palabra para Juan, para ver si le había recomendado bien ayer y me contestó:

3 Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder.

Con esto me sentí mejor, entendiendo que el Espíritu Santoque había hablado ayer, no fui yo, a través mío o sea ocupándome a mí de instrumento, que es lo que había sentido.

Por la mañana me fui a la reunión del Ministerio de Intercesión y después almorzamos con Guayo y Alex y la reunión fue negativa, pues ambos se disgustaron en relación a la negociación con las acciones de la cooperativa.  Yo sólo pedía la intervención del Espíritu Santo para que ambos se calmaran, pero no se pudo contener lo negativo.  

Me fui al Santísimo y después a misa.  Creí que me iba a topar ahí con Guayo, pero no llegó.  Esto me desconcertó más, pues encima de todo alejamiento que siento del Señor, ocurría esto negativo y mi corazón sólo clama  ¿Señor, a dónde estás?  Por la tarde me volví a reunir con Juan y me dijo los Diez Mandamientos para ser feliz de Josué 1, 1-7:

7 ¡Sé valiente y ten ánimo! Trata de observar en todos los puntos la ley que te dio mi servidor Moisés. No te apartes ni la derecha ni a la izquierda y tendrás éxito por donde vayas.

Viernes 2 de julio de 2010

Amanecí súper triste, por el incidente de ayer entre Alex y Guayo.  ¿Señor, por qué ahora?  Que sobre todo te estoy pidiendo que la paz llegue a nuestra familia, pues siento que mis fuerzas ya no alcanzan.

Por la tarde, después de misa me fui a casa de mi mamá y estaba jugando.  Pero ahí estaba Guayo, así es que comprendí que el Espíritu Santo me había abierto el camino para que platicáramos a solas y gracias a Dios todo salió bien y positivo.  Después llegó mi mamá y la plática se volvió un tanto negativa, pero gracias a Dios, de nuevo, todo terminó en paz y tranquilidad.

Sábado 3 y domingo 4 de julio de 2010

Salmo 10

Me levanté triste y no pude orar, pues era hoy el juego entre Argentina y Alemania.  Me sentí contento que Argentina perdió y no se dio un ejemplo tan malo como que Maradona de técnico se viera que es un triunfo y se mandara un mal ejemplo a toda la juventud.

A mediodía fui al programa y pasé toda la mañana preparándolo.  Mi desesperanza es grande.  El lunes no van a trabajar los juzgados en los Estados Unidos y me desconcierto el pensar cuántos “long weekends” han pasado ya en este caso y nosotros sólo “esperando”. No puedo entender lo que el Señor está haciendo, pues rebasa mi inteligencia y no puedo hacer más que comprender que no soy nada y El lo es todo.

El domingo en la mañana me senté a orar en angustia y me contestó:

1 ¡Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en los momentos de angustia? 2 El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que maquina. 5 En todas sus empresas le va bien, tus sentencias son muy altas para él, barre de un soplo a todos sus rivales. 16 El Señor es rey ahora y para siempre, los paganos ya no se ven en su tierra. 17 Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes reconfortas su corazón y están atentos tus oídos 18 para defender al huérfano y al oprimido y así los hombres de barro no puedan oprimirlos.

Fuimos al Flor y pasamos un día con Rober y Paolo, no había nadie más en el Flor.  Yo iba nervioso, pues ya no le tengo confianza a la Discovery e iba rezando que no se nos fuera a quedar o se nos fuera una llanta. 


"Que deseables son tus moradas, Señor de los Ejércitos! Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne, retozan por el Dios vivo".

Salmo 83

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