Lunes 28 de julio de 2008
L.
de H. III, P-1323
2
corintios 4, 14-15
Me levanté renovado. Como a
un nuevo amanecer en mi vida.
Confiado y con Fe en el Señor. Me puse a orar y sentía el amor del Espíritu Santo
derramándose sobre mí, a tal grado que no quería terminar. ¿Qué está pasando? Oigo al Señor tan clarito, que no me
importa todo lo que pudiera estar pasando en lo terreno. Me siento tan dichoso y tan bendecido de
contar ahora con mi papá que intercede por nosotros en el cielo… directamente a
Dios. ¡Wow! Gracias Señor. Le pedí al Señor que me hablara, que me
confirmara que ya mi papá está en el cielo e intercede por nosotros. Me contestó:
1323 Nada puede
pasarme que Dios no quiera, y todo lo que El quiere, por muy malo que nos
parezca, es en realidad lo mejor. 14
Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos
pondrá cerca de él con ustedes. 15 Y todo esto es para bien de
ustedes; los favores de Dios se van multiplicando, y también se irá
multiplicando cada día más la acción de gracias que tantas personas rinden a
Dios para gloria suya.
Por la tarde fuimos a la misa de mi papá y después a la reunión de grupo
de Encuentros, donde todos contaron su testimonio del Retiro. Antes de eso, vino Karla y el Espíritu
Santo se derramó en la reunión. En
la misa, se me acercó Carlitos, de la Comunidad Madre de Dios y me dio un
mensaje del Señor lindísimo, diciéndome que:
Debes seguir orando, pues tu testimonio va a convertir
muchas almas.
¡Gloria a Dios!
Martes 29 de julio de 2008
L.
de H. III, P-1692
Nos levantamos temprano, pues a las 9:00 a.m. iban a incinerar a mi
papá. Nos reunimos todos los
hermanos con él en el “Cuartito del Adiós”. El se veía como dormido. Oramos, yo leí a todos la parte del Sermón de San Anastasio
de Antioquía. Se lo llevaron
inmediatamente después. Fuimos
todos a conocer el lugar donde lo iban a enterrar. El Espíritu Santo estaba con nosotros.
Por la tarde no hice nada, pues me sentía bien cansado. Me puse a corregir la presentación en
Power Point del Retiro de Reencuentro. Por la tarde fuimos a la misa de mi papá y luego a cenar
donde Lorena. El Espíritu Santo
reinaba y estaba con nosotros. Durante
la misa, Carlitos vino a darme el mismo mensaje de ayer, el Señor me estaba
confirmando cuál es mi camino. ¡Amén!
No pudimos conseguir a nadie que cantara en la misa de mañana de mi
papá, así es que mis hermanas me pidieron que cantáramos Sylvia Regina y
yo. ¡Me sentí bendecido del Señor!
Pues pude comprender cómo el Señor nos venía preparando para este momento tan
especial, tanto espiritual, como físicamente, pues el día anterior que muriera
mi papá es que había sentido una efusión especial del Espíritu Santo, cuando
estaba comprando el amplificador con 6 entradas y a un precio súper bueno y
ahora lo iba a ocupar para cantarle a mi papá, ¡en su misa de cuerpo presente,
antes de enterrarlo! ¡Le di
gracias a Dios por todas sus bendiciones!
Miércoles 30 de julio de 2008
L.
de H. III, p-1694
Nos levantamos temprano para ir a preparar todo el equipo en la
misa. El Señor nos había dado hasta
la caja en que lo llevamos, de una forma bien práctica ¡Gloria a Dios!
La misa estuvo lindísima y llena del Espíritu Santo y de bendiciones
para toda la familia. Al momento del entierro, Carmen Elena leyó el Salmo y yo
una carta de San Braulio de Zaragoza. Alex dio las palabras de agradecimiento. Todo estuvo lleno del Espíritu Santo y
dejamos ahí a José Adriano y mi papá juntos; ambos en el cielo; intercediendo
por nosotros, ¿Qué más podemos pedirle a Dios? ¡Gloria a Dios! Gracias por
todas tus bendiciones.
En la misa de la tarde, Carlitos me vino a dar el mismo mensaje del
Señor. En el caso de Nueva York,
entró un email de Nejapa Power, con un nuevo documento y diciendo que lo
debíamos firmar hoy, pues querían repartir las distrtibuciones mañana; sólo
comprendí que esto venía de Dios y por tanto era positivo.
Jueves 31 de julio de 2008
Me levanté cansado y me puse a hablar con los abogados o sea que ya no
pude orar. El día terminó, gracias a Dios, positivo y con Esperanza; pues
comprendí que todo esto viene de la intercesión de mi papá en el cielo o sea
que, aunque no entendía qué es lo que estaba pasando, comprendía que tenía que
ser para mejor y sustancialmente mejor.
Fuimos a la misa de mi papá y Carlitos me dio el mismo mensaje del
Señor. Fuimos a cenar donde
Lorena, pues hoy cumple años Valeria y la reunión estuvo llena del Espíritu
Santo. Me sentía exhausto y no pudimos rezar el Rosario con Sylvia Regina, lo
cual me entristeció, pero el cansancio me dominó.
Viernes 1 de agosto de 2008
Hechos
14, 10
Me levanté cansado y le dije al Señor que me hablara, sin preguntarle
nada, pues no se ni qué preguntar y más bien le dije que El sabe cómo me
siento, me contestó:
10 “Levántate y
ponte derecho sobre tus pies.” 22 … Es necesario que pasemos por
muchas pruebas, para entrar en el Reino de Dios”.
Sábado 2 y domingo 3 de agosto de 2008
1
Reyes 19, 7
Me levanté a orar y preparé el programa. Fuimos a almorzar con el novio
de Camila, era primera vez que lo conocíamos. Por la tarde fuimos a la misa de mi papá. El domingo igual fuimos a la última misa
de mi papá, que fue a las 9:00 a.m., no llegó mucha gente, pues nadie sabía del
cambio de hora.
El resto del día lo pasamos con doña Sylvia, que se había caído el día
sábado y no la podíamos dejar sola. Me sentía triste, falto de Fe, pues nada se
resuelve y aunque mi Esperanza en el Señor es fuerte, a veces mi Fe flaquea.
Pasé orando toda la mañana, el Señor me dijo, para consolarme e incrementar mi
Fe:
7 Levántate y come,
porque el camino que te queda por andar es demasiado largo.
Por la tarde vimos la película “Alejandro El Grande”. Doscientos años antes de Cristo y sentía un
dolor bien grande en el corazón, al ver cómo toda esa gente no tenía la
enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y cómo nosotros éramos privilegiados en
ese sentido; ya que Jesús ya nos ha contado cómo es Dios y nos ha abierto
las puertas del cielo. Tenía un
gran dolor en el alma y un ferviente deseo de dar a conocer La Palabra de Dios.
¡Señor, ensancha mi territorio…!
"Los que están en el error dicen que no hay resurrección de la carne. Esa gente ignora por qué han sido hechas las cosas terrestres. Es evidente que el hombre, modelado a imagen de Dios, es de carne."
San Justino
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