Por el tono que ha tomado la campaña electoral,
pareciera que a la mayoría de candidatos se les ha olvidado que, a partir del
próximo mes de Junio, uno de ellos va a tener que gobernar nuestro país y
convertirse en el presidente de “todos” los salvadoreños. Es importante recordar esto, pues
cualquier cosa que los candidatos dicen o hacen en este momento, con tal de solo
“ganar”, los compromete si son electos y para gobernar, es indudable van a
necesitar no solo del apoyo del partido a que pertenecen; sino del apoyo de
“todos” los salvadoreños.
Suponiendo que la campaña termina y uno de los
candidatos es electo, lo primero que tiene que tomar en cuenta es que, para liderar
el país hacia el desarrollo económico y social que necesita y dados los actuales
problemas que hay que enfrentar, no solo va a necesitar del concurso del mejor
grupo de personas para formar su gobierno; sino comprender que, la causa
principal del porqué estamos como estamos es que, para salir adelante, no solo
se necesita de las personas más idóneas, sino comprender que hay que
reestructurar el andamiaje institucional y reformar la estructura y
conformación de las instituciones gubernamentales.
Lo primero que el futuro presidente debe comprender
es que, dada las exigencias del mundo moderno actual, ya no es posible que se
continúe pensando que se puede hacer un buen gobierno con la misma estructura
gubernamental que se tiene desde hace más de treinta años y por lo tanto,
existe la necesidad imperante de “reinventar” el gobierno y la “forma” de hacer
gobierno.
Por lo que se dice, da la impresión que algunos
candidatos piensan que lo importante es solo “ganar” las elecciones. Sin embargo, para uno de ellos, el
momento de gobernar va a llegar y su campaña actual tiene que ser acorde con lo
que va a necesitar cuando llegue ese momento; por lo que ni el candidato, ni
los miembros de su partido deben de “pelearse” con nadie; pues para gobernar, el
futuro presidente va a necesitar de “todos” los salvadoreños.
No solo va necesitar de “todos” los salvadoreños,
sino de los “mejores” y estos no solo se encuentran en un solo partido político. Por lo tanto, el que un candidato
menosprecie a algún sector, es solo una muestra de que no va a poder ser un
buen gobernante.
Los salvadoreños comprenden lo anterior. Por sobretodo lo experimentan, por lo
que el candidato que tome en cuenta esta realidad va tomar ventaja, pues lo que
los salvadoreños quieren no es un “ganador” en las próximas elecciones, sino un
“líder estadista”, que sea capaz de introducirnos en la “carretera” del
desarrollo sostenible y para eso, por quien los salvadoreños van a votar es por
aquella persona que sea capaz de “reinventar” el gobierno y para eso; saben que
va a necesitar el apoyo de “todos” los salvadoreños.
Comprendiendo lo anterior, a lo que el candidato
que quiera ganar debe comprometerse es a que la primera estructura de gobierno que
va a cambiar es la inmediatamente inferior al presidente, la cual ya no debe
ser la de los actuales ministros, quienes pasan inmersos en sus obligaciones
diarias propias del modernismo; sino que debe formarse un gabinete presidencial
de seis personas especialistas y técnicas, cada una de ellas encargadas de
coordinar y supervisar las carteras de los distintos ministerios y entidades de
gobierno en las áreas: 1) Política, 2) Económica, 3) Social, 4) Seguridad, 5)
Infraestructura y Transporte y 6) Esparcimiento y Deporte; de forma que esto le
proporcione, al presidente electo, un “equipo” de personas que le ayuden a
gobernar y sobretodo a planificar e implementar, la nueva forma de gobernar.
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