Lunes 12 de enero de
2009
Nos levantamos
temprano para ir a dejar a Sofía y Camila, que hoy se regresaban a Navojoa. Me sentía triste… bien triste, pues
encima del problema económico, tenemos que lidiar con esta separación, cada vez
que vienen. Sentía un dolor
enorme, que se lo dedicaba al Señor. Tenía la esperanza que hoy íbamos a recibir una buena
noticia, pero no fue así. Pasé igualmente triste todo el día, esperando que el
Juez resolviera algo esperanzador para nosotros. Pero sólo recibí, al final del día, una noticia de la Corte
de Apelación bastante favorable, pues le confirmaba al Juez un poder amplio de
acción; lo cual me confirmaba que el Señor algo está haciendo para que la
resolución del Juez sea no sólo favorable, sino que la ponga de tal manera que
lance un mensaje positivo a nuestro favor. Por la noche tuvimos la reunión del grupo y le pedí al Señor
que nos diera una luz, una confirmación de si debemos seguir adelante con la
idea de proponer una Secretaría de Adoración y Alabanza. El Señor nos dijo:
6 Al escuchar a Felipe y ver los prodigios que
realizaba, toda la población se interesó por su predicación. 7 Pues
espíritus malos salían de los endemoniados dando gritos y varios paralíticos y
cojos quedaron sanos. 8 Hubo, pues, gran alegría en aquella ciudad. 17
Pero entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
Hoy me reuní con
Alvaro, el Señor me ocupó para llevar paz a su familia. ¡Gloria a Dios!
Martes 13 de enero de
2009
Salmo
123
Salmo
124
Desde lo hondo de mi
corazón, le pedí al Señor una Palabra de consuelo. Me contestó:
1 A ti he elevado mis ojos, a ti que habitas en
los cielos. 2 Como los ojos de los siervos se fijan en la mano de su
dueño, como miran los ojos de una esclava la mano de su dueña, así miran
nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, ¿cuándo tendrá piedad de nosotros? 3
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad, porque estamos saturados de
desprecios. 4 Nuestra alma está colmada de las burlas de la gente
acomodada, del desprecio de los engreídos. 124, 1 De no estar el
Señor en favor nuestro, que lo diga Israel, 2 de no estar el Señor
en favor nuestro, cuando el mundo se lanzó contra nosotros, 3 nos
habrían devorado vivos en el fuego de su cólera. 8 Nuestro auxilio
está en el Nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Pasé todo el día
esperando noticias de nuestros abogados, esperando noticias de los Bancos y no
llegó nada. Silencio absoluto. ¿Señor, a dónde estás? Me puse a preparar la hoja que me ha
pedido Mike, de todos los dividendos que hemos recibido y adónde se han ido. Me cuesta creer que, encima de todo, El
Paso se ha quedado con más dinero del que debía. Tenía la esperanza que esto
nos lo pudieran pagar rápido, pero hablé con Jorge y me quitó la esperanza,
pues me dijo que eso sólo incrementaría el reclamo. Me puse triste, no comprendiendo la voluntad del Señor.
Miércoles 14 de enero
de 2009
Lucas
2, 49
Juan
14, 1-31
No pude dormir bien,
pensando que ya es 14 y viene otra planilla y sobre todo otro pago de tarjetas.
¿Señor, a dónde estás? Le pedí al Señor su misericordia y me
contestó:
49 ¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo
estar donde mi Padre? 14, 1 No se turben; crean en Dios y crean
también en mí. 13 Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera
que el Padre sea glorificado en su Hijo. 14 Y también haré lo que me
pidan invocando mi Nombre.
Le conté a Sylvia
Regina lo que me había dicho el Señor y me contestó que ella se había levantado
en la madrugada a orar y postrarse ante el Señor y lo que se dio cuenta es que
no le había pedido el milagro al Señor, en el Nombre de Jesús, y entonces oró
diciendo: “¡Señor, en el Nombre poderoso de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
te pido… “ e hizo su petición ¡Gloria a Dios!
La pregunta que se
había hecho es: ¿Señor, qué es lo que nos falta para que todo se componga? y lo
que el Espíritu Santo la iluminó es que: ¡nó le habíamos pedido en el Nombre
Poderoso de Nuestro Señor Jesucristo! Es por esto que hizo la oración.
Pasó el día y no me
vino ningún consuelo. Hablé con
los abogados y lo único que me dijeron es que el juicio del Indemnity iba a ser
en febrero; pero eso es lo mismo que decían en julio, agosto, noviembre, etc… ¿Señor,
a dónde estás? Me fui a la misa
para clausurar los Cercos de Jericó.
Mi Fe y mi cabeza no estaban ahí. ¡Perdón, Señor, Perdón! Le pedí en el Nombre Poderoso de Jesús, que no nos faltara el
pan de cada día.
Jueves 15 de enero de
2009
Exodo
14, 31
Juan
19, 35
Jeremías
17, 5-7
Al solo abrir los
ojos, dije: ¡Señor Jesús, ten
misericordia de mí!
Le pedí en el Nombre
Poderoso de Jesús que no nos faltara el pan de cada día. No le pedí riquezas, sino que tengamos
con qué comer. El Espíritu Santo me
hizo leer el Evangelio de Juan, del 14 en adelante y eso me hizo incrementar mi
Fe. El Señor nos ha dicho que todo
va a salir bien y debo confiar en eso. El Señor me recordó:
31 Israel vio los prodigios que Yavé había obrado
contra Egipto y el pueblo temió a Yavé. Creyó en Yavé y en Moisés, su siervo.
Y luego me dijo:
35 El que lo vio da testimonio. Su testimonio es
verdadero, y Aquél sabe que dice la verdad. Y da este testimonio para que
también ustedes crean.
Y después me confirmó,
para eliminar mis dudas:
17, 5 Así habla Yavé:
¡maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal y
que aparta su corazón de Yavé! 7 ¡Bendito el que confía en Yavé, y
que en él pone su esperanza!
Terminando de escribir
esto, me cayó una llamada de nuestro abogado y
había sido una llamada positiva, puesto que había convencido a los otros
abogados que pida la disolución de Nejapa Power, lo cual desenmascara todo el
fraude. Nos reunimos con Alex y la
reunión estuvo positiva. Me prestó
un poco de dinero, sin yo pedirlo o sea que viene de Dios. Como diciéndome -ten Fe- pero a la vez
me dijo que ya no podía seguirme dando, ya que debiéramos despedir al personal y
reducir los gastos al mínimo. Yo
lo escuché, pero no sentí que esa era la voluntad del Señor, que debía esperar
una señal que me indicara cuál es su voluntad.
Viernes 16 de enero de
2009
L.
de H. III 55
Hebreos
11
Tuve un sueño. Que Sylvia Regina y yo habíamos tenido
que dormir en un terreno abandonado, en la calle, a la intemperie. La prueba de Fe que me ha puesto el
Señor, es quizás hasta ahora, la más dura que nos ha puesto, pues en realidad
estamos ante la posibilidad de ya no tener con qué comer y adónde vivir. Sólo nos queda El y su promesa… con
nuestra oración.
Me puse a orar,
implorando su misericordia. El
Espíritu Santo me llevó a la oración siguiente, que ya la tenía subrayada del
año pasado, en La Liturgia de las Horas:
Muéstrate
propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer
tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla.
Y luego el Señor me
dijo:
5 Por su fe también Henoc fue trasladado al cielo
en vez de morir… Antes… se nos dice que había agradado a Dios; 6 Pero
sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree
que existe y que recompensa a los que lo buscan.
No pasó nada en el
día, ni me habló nuestro abogado, ni me recibieron la llamada los Bancos. Sólo confío en el Señor que si todo no
camina es porque esta es Su voluntad. Fuimos a visitar a mi mamá con Paolo y la
reunión fue positiva… yo me sentía bien triste.
Sábado 17 y domingo 18
de enero de 2009
Isaías
30, 20-26
Job
19, 25
Me levanté a preparar
el programa y me fui al Santísimo a orar, pues me sentía devastado y
abandonado, o más bien lejos del Señor, pues tengo días de no sentir que me
responde. Estando en el Santísimo, me dijo:
20 Después que el Señor les haya dado el pan del
sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es su educador, ya no se
ocultará más y ustedes verán al que les educa. 23 El Señor te dará
la lluvia para las semillas que hayas sembrado en el campo y el pan que te
producirá la tierra será sustancioso y nutritivo. Tu ganado pastará entonces en
grandes potreros. 26 Entonces la luna alumbrará como el sol, y la
luz del sol será siete veces más fuerte el día en que Yavé vende la herida de
su pueblo y le haga una curación a las magulladuras de sus golpes.
Por la mañana, Sylvia
Regina había ido a misa y a orar por Norman Quijano y el Señor le dijo:
25 Bien sé yo que mi Defensor vive y que él hablara
el último, de pie sobre la tierra. 26 Yo me pondré de pie dentro de
mi piel y en mi propia carne veré a Dios. 27 Yo lo contemplaré, yo
mismo. El es a quien veré y no a otro: mi corazón desfallece esperándolo; 28
Ustedes que tratan de condenarme y buscan pretextos contra mí, 28
teman que la espada los hiera a ustedes mismos cuando la cólera de Dios
castigue las culpas, y sabrán entonces que hay al fin justicia.
El domingo fuimos a
votar y fuimos con Guayo y Lorena, todo fue positivo. Luego fuimos al almuerzo para celebrar
el cumpleaños de Carlos, pero yo pasé bien triste.
"Busqué Señor tu rostro; tu rostro, Señor, buscaré, pues está lejos de tu rostro quien anda en pasiones tenebrosas, porque no es con los pies del cuerpo ni recorriendo distancias como nos acercamos o alejamos de Ti."
"Confesiones" - San Agustín