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Canonización de Monseñor Romero

viernes, 21 de marzo de 2014

Democracia, solidaridad e inclusión


El pueblo ha hablado con su voto y aunque, desgraciadamente, todavía queda duda sobre la autenticidad de su verdadero mandato y lo que procede es que se pronuncien las instancias legales para que esto se esclarezca; lo que la mayoría de salvadoreños han confirmado es que quieren vivir en un país democrático y quieren que el futuro presidente sea “solidario” e “inclusivo” con el más de 50% de los salvadoreños que no votaron por él.  Esto significa que, al momento de tomar decisiones, tome en cuenta sus necesidades y no sólo las de las personas que votaron por él.

Digamos que, sobre el cuestionamiento de la legalidad de las elecciones, es de lamentar que el actual TSE ha tenido bastante que ver, pues a lo largo de esta campaña, su desempeño ha dejado mucho que desear en cuanto a la imparcialidad que amerita como “árbitro” del proceso; por lo que son las instituciones encargadas de velar por la legalidad, las que deben pronunciarse de acuerdo al marco constitucional democrático.

Con todo y todo, muy pronto sabremos si quedará en firme que Salvador Sánchez Cerén será el próximo presidente de “todos” los salvadoreños.  Si esto sucede, lo primero que debe tomar en cuenta es que ganó por menos de 6,500 votos “válidos” y que si sumamos los votos “impugnados”, más los votos “nulos”, estos son tres veces mayor que eso; por lo que, si bien el marco constitucional democrático solo toma en cuenta, para ser electo, los votos “válidos”; no deja de ser una realidad que asumiría el cargo con la aprobación de sólo el 49.6% de los salvadoreños que demostraron su voluntad democrática y lo que es más importante, con sólo haber ganado 125 municipios o sea, menos de los 137 ganados por Norman.

Lo otro que Salvador deberá tomar en cuenta es que, en esta elección, los votos ganados por él no son necesariamente del FMLN, sino que muchos son de “castigo” para ARENA; por lo que, en su posible gobierno, debe implementarse el deseo expresado por la mayoría de los votantes, el cual es que todos los partidos políticos se sienten a dialogar; con la disposición de modificar sus agendas e ideas en base a un gran “acuerdo nacional” y que sobretodo traiga la paz; comprendiendo que todos somos hermanos, hijos de la misma patria.

Hay que reconocer que, hasta el momento, los discursos públicos del presidente electo por el TSE han estado en consonancia con el mandato de más del 50% de salvadoreños.  En todos ha expresado su voluntad de tomar en cuenta, en sus futuras decisiones, no sólo a las personas que votaron por él, sino también a las que no votaron por él; lo cual son palabras que llevan paz a los corazones y que es lo que hay que promover en estos momentos.

Sin embargo, pareciera que sus primeras decisiones no van en este sentido, pues más importante que las palabras son las acciones y algo que verdaderamente traería paz es que los miembros de su equipo de transición y posible futuro gabinete, sean personas representativas de ese mandato de “inclusión” que la mayoría de salvadoreños ha dado y que por tanto, sobretodo en su gabinete, debe incluir cuando menos un 50% de representación de personas que no pertenezcan a su partido político; que es el porcentaje de salvadoreños que no votó por él.

Recientemente, un destacado miembro del FMLN dijo que, en caso de ser confirmado como presidente electo: “Salvador tiene ahora la oportunidad de convertirse en el mejor presidente que ha tenido El Salvador desde 1821”.  Es de imaginarse que esto lo dijo en alusión a que, si Salvador fuera confirmado, es primera vez que nuestro querido país va a ser gobernado por un presidente de verdadera “izquierda”; desde el día de nuestra independencia, en 1821.

Dios quiera que, en caso de ser confirmado, lo dicho por el destacado miembro del FMLN se vuelva una realidad y que por conocer las virtudes de Salvador Sánchez Cerén, se haya referido a que él tiene las cualidades necesarias para vencer todas las presiones que pudieran venir de su propio partido o de influencias extranjeras y su administración sea un gobierno de acuerdo al mandato de la mayoría de salvadoreños, el cual demanda un gobierno: Democrático, Solidario e Inclusivo.   


"Desde el punto de vista de la vida diaria, 
hay algo que sabemos: 
el hombre está aquí para el bien de los otros hombres." 

Albert Einstein

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