Lunes
15 de diciembre de 2008
No
pude orar, pues me levanté temprano para ir a la Embajada Americana a firmar el
Affidavit con don Billy. Todo
salió bien y me vine a enviarle copia a nuestros abogados. No tuvimos noticias en
todo el día, a pesar que hoy se vencía el plazo en la 14th Court of
Appeal, para que el Juez decida si va a regresar el caso o no y el hearing es
hasta el próximo miércoles. ¡Dios
sabrá! Nos reunimos con Alex para
ver lo del Banco y la reunión fue positiva.
Por
la mañana llamé a averiguar lo de las tarjetas y la señorita me contestó que le
habían dicho que me pidiera disculpas, pues no sabían por qué me habían
cancelado las tarjetas!! ¡Gloria a Dios! Lo que esperaba es que me dijeran que lo lamentaban mucho,
pero que ya no me las podían dar. Me
sentí bendecido por el Señor y comprendí que fue un ataque del enemigo (satanás)
para desesperarme y no lo logró.
Por
la tarde me fui a dar gracias al Santísimo y después a misa. La misa fue con el Padre Martín Avalos.
¡Gracias Señor por este día y por
sentir tu amor!
Martes 16 de diciembre de 2008
Salmo 33
Salmo 120
Me
levanté pidiéndole al Señor su misericordia, pues el tiempo se acaba y no se
resuelve nada en nuestro favor, sino que lo que confirma son los ataques. Me contestó:
El Señor escucha el clamor de los pobres. 1 Al Señor en medio
de mi angustia yo clamé y él me respondió. 2 Salva mi alma, Señor,
de los labios mentirosos, de la lengua calumniadora. 6 Mi alma halló
muy larga su permanencia entre aquellos que detestan la paz. 7 Estoy por la paz, pero apenas de eso hablan,
ellos no piensan más que en guerra.
Pasé
todo el día pendiente en el internet, esperando buenas noticias, pues mañana
decide el Juez lo de la apelación. Recibimos la noticia que Nejapa Power había contestado a la
Corte de apelación o sea que su comportamiento es implacablemente e inmisericorde
contra nosotros!? Por el otro lado, vi en el internet que habíamos archivado
nuestra respuesta al Juez Hardin, con relación al Hearing de mañana. ¡Por la noche recibimos el bombazo! Regresamos de cenar de donde doña Sylvia
y encontré el email de nuestros abogado diciendo que la Corte de Apelación había decidido
en favor de Nejapa Power para que los fondos no se nos entregaran a nosotros,
lo que es un triunfo enorme para ellos. Pero al mismo tiempo, pensando en que si Dios lo había
permitido, siempre es para bien, puse
mi confianza en Dios, pensando que este resultado iba a servir para que Juez
Hardin dictaminara mañana a favor nuestro y así lo hice ver a nuestros abogados.
¡Jesús, yo confío en Ti!
Miércoles 17 de diciembre de 2008
Imitación de Cristo 242 y 243; 244
Judit 8, 21-23
Pasé
una mala noche, no pude dormir mucho.
Preocupado por la decisión de hoy del Juez, que si es negativa, el daño
que vamos a sufrir es grande. Le
pedí al Señor su misericordia y me levanté con la intención de ir al Santísimo
a la hora de la audiencia. Repetía
y repetía: ¡Señor Jesús, ten misericordia
de mí! Me contestó:
23 No hay mejor remedio entonces que la
paciencia y la propia resignación a la voluntad de Dios. 27 En
efecto, a los que han sido probados en la tentación se les promete el consuelo
celestial, según dice la Escritura: Al que venciere le daré a comer del árbol
de la vida. 8, 21
Fueron tentados nuestros padres para ser probados, fue tentado Abraham: Lo
mismo Isaac, lo mismo Jacob y Moisés y todos los que fueron gratos a Dios.
Jueves 18 de diciembre de 2008
Miqueas 7, 8-15
Me
levanté confiado y con Esperanza en el Señor. Una vez más nos había defendido de las trampas del enemigo,
de los “tiburones en la piscina”, como a Daniel de las llamas y de las fieras. Al no más comenzar a orar me dijo:
7 Pero yo miraré al Señor, esperaré en
el Dios que me salva; mi Dios me atenderá. 8 No te alegres de mi
desgracia, oh enemiga mía, pues si he caído, me levantaré; si ahora estoy a
oscuras, Yavé será mi luz. 9 Por ahora debo soportar la cólera de
Yavé, pues me rebelé contra él, mientras examina mi causa y me hace justicia;
entonces me hará salir a luz y yo veré su fidelidad. 15 Haz que presenciemos
tus prodigios como en los días de la salida de Egipto.
Me
sentía confiado en Dios que todo iba a salir bien y que por algo el Señor había
permitido la resolución de la corte de apelación y que siempre debía ser para
mejor, aunque yo no lo entendiera.
No
nos reunimos con Alex, pues él estaba enfermo, entonces me vine a la casa y le
pedí a Donna todos los documentos que se habían archivado en los últimos dos
días. Me los mandó y entre ellos
venía una resolución de la Corte de Apelación denegando la orden que había
emitido el miércoles… ¡Gloria a Dios!!
No lo podía creer… El Señor había escuchado nuestras oraciones y había
hecho que la Corte corrigiera su propia Orden. Nadie se había dado cuenta hasta el momento, ni nuestro
abogado, pues estaba en la Corte. Me
fui al Santísimo a darle gracias a la hora de la misericordia, me sentía súper
feliz y ¡amado por el Señor! Pasé
toda la tarde con un gozo interior fuera de serie. Gracias Señor, por este regalo tan oportuno.
Viernes 19 de diciembre de 2008
Salmo 124
Me
levanté a orar, el Señor me dijo:
1 De no estar el Señor en favor
nuestro, que lo diga Israel, 2 de no estar el Señor en favor
nuestro, cuando el mundo se lanzó contra nosotros, 3 nos habrían
devorado vivos en el fuego de su cólera. 4 Entonces las aguas nos
habrían arrollado y el torrente pasado por encima, 5 entonces
habrían pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. 6 Bendito
sea el Señor que no nos dio por presa de sus dientes. 7 Nuestra alma
como pájaro escapó de la red que puso el cazador. La malla se rompió y nosotros
escapamos. 8 Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor, que hizo
el cielo y la tierra.
Pasé
un día con Esperanza, pensando que ya los fondos nos iban a venir pronto, pues
ya no tenemos de nuevo, con qué vivir. Decidí darle al personal un aguinaldo, aunque no tenía nada
de dinero, pero pensé en mis adentros… ¡El Señor proveerá! Hoy fue el último día de trabajo en la
oficina y regresamos hasta el 5 de enero. Durante la oración de cierre con los empleados expresé mi Esperanza
que ya todo se iba a componer.
Al regresar
a la casa hablé con nuestro abogado, hablamos como dos horas y no me dio
esperanza que íbamos a recibir dinero a corto plazo. Me sentí bien mal y desilusionado, pues la verdad es que
realísticamente no hay posibilidades de nada. ¿Señor qué quieres que haga? Le conté a Sylvia Regina y ella se sintió bien mal también. Teníamos la graduación de la hija de los
Uceda y estaba tan triste, que me sentí bien débil, mientras bailábamos.
Sábado 20 y domingo 21 de diciembre de 2008
Apocalipsis 7, 10
Zacarías 8, 1-
Me
levanté a orar. No pude dormir
bien después de la llamada de ayer, me sentía bien débil, del malestar que
sentía. ¿Señor, a dónde estás? ¡Señor
Jesús, ten misericordia de mí! Tú lo puedes todo y aunque parece imposible para mí, tú
puedes hacer que pasemos una navidad en paz. Me contestó:
10 … ¿Quién salva fuera de nuestro
Dios, que se sienta en el trono y del Cordero? 16 Ya no sufrirán más
hambre ni sed ni se verán agobiados por el sol ni por viento abrasador alguno, 17
porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los
manantiales de las aguas de la vida; y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.
Por
la noche tuvimos la reunión del grupo de Encuentros y estuvo llena del Espíritu
Santo, pero me sentí triste por todo lo que estaba pasando y porque ya son muy
pocos los que vinieron. ¿Por qué
no es al revés Señor? ¿Por qué es que el “mundo” termina atrapando a las
personas y se terminan apartando de Ti?
El
domingo nos levantamos tarde. Fuimos
a almorzar con Camila y Rober y después a misa. Ibamos a ir al cine, pero a Sylvia Regina le vino una gran
tristeza. Ya no fuimos al cine,
ella se fue a ver a su mamá y yo me puse a orar por toda la familia y especialmente
por ella, pues la presión que sentimos de no tener ya ni para comer el otro mes,
es grande. El Señor me contestó:
1 Una palabra de Yavé de los Ejércitos
me fue dirigida: 2 «He querido a Sión hasta los celos y por ella he
llegado hasta enojarme con sus enemigos. 3 He vuelto a Sión, pues
quiero residir en Jerusalén. Esta será llamada Ciudad fiel, y el cerro de Yavé
de los Ejércitos, Cerro Santo.» 6 … Si esto ahora les parece
imposible a los que han quedado de este pueblo, ¿tendré yo también que pensar
que no es posible? 7 Pues bien dice Yavé, yo voy a salvar a mi
pueblo que se encuentra tanto al oriente como al poniente. Los voy a juntar
para que vivan en Jerusalén. 9 No bajen sus manos desalentados, les
dice Yavé de los Ejércitos. Recuerden lo que les fue dicho por los profetas en
aquel día en que se puso la primera piedra para reconstruir el Santuario del
Señor. 10 Pues antes ni los hombres recibían su salario ni los
animales su alimento; nadie podía viajar de un lado a otro con tranquilidad,
debido al enemigo, pues yo dejaba que cada uno se lanzara contra su prójimo. 11
Pero ahora, voy a tratar a los sobrevivientes de este pueblo en forma distinta
al pasado, dice Yavé. 12 Pues yo sembraré la paz; la viña dará uva;
la tierra, sus productos; el cielo entregará su rocío. Todo esto se lo daré a
lo que queda de este pueblo. 13 Así como antes ustedes… Eran una
raza maldita para todo el mundo, así también ahora yo los salvaré para que sean
felicitados por todo el mundo. ¡No se desalienten, pues, y tengan confianza!
"Si siempre nos sucedieran desgracias, ¿quién las podría soportar? Si siempre prosperidades, ¿quién no confiaría demasiado? Pero Dios, con su Sabiduría tan próvida, va alternando el curso de la vida temporal de sus escogidos con lo uno y con lo otro."
San Bernardo de Claraval
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