Para el votante “democrático”, es indudable que
hubiera sido mejor que el FMLN hubiera ganado la presidencia mucho antes y no
hasta el quinto quinquenio, después de los Acuerdos de Paz, como sucedió. Lo anterior hubiera permitido que los
gobiernos de ARENA no se hubieran “equivocado” tanto y el FMLN no se hubiera “radicalizado”
tanto; como para que ahora estemos donde estamos o sea, ante un inminente
peligro de perder todos los avances democráticos, hasta ahora logrados.
Para el votante “democrático”, también es indudable
que hubiera sido mejor que en el 2009, ARENA no hubiera puesto, como candidato a
presidente, a una persona allegada al saliente gobierno del presidente Saca;
pues ya desde entonces se visualizaba el peligro de la fuerte influencia del
gobierno de Venezuela, en caso que el FMLN ganara la presidencia y debido al
deterioro natural de ARENA, de haber estado en el gobierno durante veinte años;
era más que entendible que cualquier candidato ligado a su pasado estaría en
desventaja con respecto a uno del FMLN; tal y como quedó demostrado.
Además, para el votante “democrático”, una vez Mauricio
Funes fue electo presidente, lo natural fue celebrar la “alternancia” y esperar
que él, no siendo un militante del FMLN y con su “influencia” como Presidente de la República, hubiera “moderado”
la dirigencia del FMLN. Sobretodo
aislando a nuestro país de la influencia expansionista del gobierno de
Venezuela, a través de lo que hoy conocemos como ALBA y lo cual nos coloca en
el peligro actual que, en caso que el FMLN vuelva a ganar la presidencia el próximo
9 de Marzo, nuestro país va a caer en la élite de los países del ALBA y los
cuales se caracterizan especialmente por eliminar todas la libertades
democráticas; tal y como ha sucedido en Venezuela.
En los últimos días, los salvadoreños hemos sido
testigos de la realidad histórica del pueblo venezolano. Nos hemos podido dar cuenta como está
sufriendo y por lo que está luchando, que es nada menos que el retorno a lo que
afortunadamente, en alguna medida, los salvadoreños todavía gozamos; por lo que
es providencial que la realidad del pueblo venezolano la hayamos podido
conocer, antes de las próxima elecciones, pues esto nos permite darnos cuenta que
lo que verdaderamente está en juego, el próximo 9 de Marzo, no es sobre si gana
Norman o Oscar; de quienes mucho votante “democrático” no pueda tener el 100%
de complacencias, sino el “futuro del país” y la posibilidad que, al igual que
en Venezuela, pronto tengamos que salir a las calles y exponer nuestras vidas,
para exigir lo que ahora ya hemos conquistado.
Para el votante “democrático”, lo que llama la
atención es que, aún con la condena oficial de las Naciones Unidas al gobierno
venezolano, los candidatos del FNLN siguen sosteniendo que nada tiene que ver
Venezuela con El Salvador y que esto es solo parte de una campaña electoral
para infundir “miedo”, en contra de su posible futuro gobierno. Sin embargo, parece que lo que se les
olvida es que la empresa “ALBA” es financiada por el gobierno de Venezuela y que
fue el actual gobierno del FMLN el que decidió, no solo aliarse con él; sino que
hasta su propio candidato ha proclamado que este es la “fuente de luz” que
iluminará su gobierno, en caso de ganar las elecciones.
Para el votante “democrático”, lo menos que puede
hacer es solidarizarse con el pueblo venezolano y comprendiendo que la única
forma que esto no pueda pasar en nuestro querido país es votando por Norman y
René; lo que espera es que sean ellos, quienes hagan los cambios necesarios
para que El Salvador se encamine a una nueva realidad de paz, progreso y
libertad para todos los salvadoreños… y no solo para unos pocos.
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