Jueves 1 de enero de 2009
Isaías 10, 1-25
Amanecimos un año más en
El Flor. De nuevo en las mismas
condiciones... sin esperanzas humanas, sin nada a la vista; sólo confiando en
Dios. Ya no tenemos dinero ni para
pagar la escuela de Rober y para pasar el mes de enero. No sé cómo vamos a hacer y mi única
confianza es en el Señor. Me
levanté temprano a orar y el Señor me dijo:
1 Pobres de aquéllos que dictan leyes injustas y ponen por escrito
los decretos de la maldad. 2 Dejas sin protección a los pobres de mi
país; roban a los pequeños de sus derechos, dejan sin nada a la viuda y
despojan al huérfano! 24 Por tanto, así se expresa Yavé de los Ejércitos:
Oh pueblo mío, que vives en Sión, no le tengas miedo a Asur, que te da de
palos, o que te pega con su bastón, como hacía Egipto. 25 Porque
dentro de muy poco tiempo desaparecerá mi enojo y mi cólera se tornará contra
él.
Esta Palabra me dio una
gran calma para el resto del día. Hemos
pasado unas vacaciones llenas de paz y alegría con una gran presencia del
Espíritu Santo. Gracias Señor, por
haber podido pasar el Fin de Año con todos nuestros hijos, yernos y nietos y
demás familia, en este lugar tan especial que Tú nos has dado.
Por la noche fuimos a
misa en Cristo Redentor, a dar gracias a Dios por todo el año anterior y pedir
su bendición para el año que está por comenzar y que esta prueba termine ya; en
cuanto sea Su voluntad.
Viernes 2 de enero de
2009
Nos levantamos temprano y
no pude orar, pues nos fuimos a dejar a Poncho, que se regresaba a
Navojoa.
Pasé todo el día
preparando la información que quería nuestro abogado y Dios nos ha preparado
tanto, que toda la información estaba en la computadora y lo pude preparar sin
tener que ir a la oficina. Terminé como a las 11:30 p.m. y encontré una carta
de Basil, que espero sea la carta que dijo Edith. Siempre ando buscando esa carta. Dentro de mi fe, esto es algo que me la desmorona; por algo
será que el Señor no quiere que salga. Por la tarde fuimos a despedirnos de Ma. Antonieta y Chuck y
todos los Castaneda, que se regresan mañana. Llegamos todos, excepto Carmen Elena y Lorena; la reunión
fue súper positiva. ¡Gloria a
Dios!
Sábado 3 y domingo 4 de
enero de 2009
Salmo 120
Juan 12, 28
Me levanté muy preocupado
a orar, pues el tiempo corre. Al
solo abrir los ojos vi una estampa de la Virgen de Lourdes y le pedí que
interceda por nosotros, pues el peso que siento es ya bastante grande. Me contestó con un pensamiento en mi
mente:
PARA DIOS, TODO
ES POSIBLE
y eso me calmó bastante,
pues si El no quiere, todavía, poner gracia en los corazones de mi amigo y del
presidente del Banco, para que firme el acuerdo el lunes, pues por algo será. El Señor me dijo:
1 Al Señor en medio de mi angustia yo clamé y El me
respondió. 2 Salva mi
alma, Señor, de los labios mentirosos, de la lengua calumniadora. 6
Mi alma halló muy larga su permanencia entre aquellos que detestan la paz. 7
Estoy por la paz, pero apenas de eso hablo, ellos no piensan más que en guerra.
Pasé un sábado triste, me
costó irme a dormir. La angustia
me agobia… ¡Señor, dame fortaleza!. El domingo fuimos a almorzar al Campestre todos juntos:
Ariana y Luigi con Paolo; Sofía y Camila Fer.; Camila, Rober, Sylvia Regina y
yo; sólo faltó Poncho y el novio de Camila. Pasamos un rato lleno de Dios. En mi inmensa angustia, pudimos pasar un rato tan agradable.
Por la tarde me puse a orar, el Señor me dijo:
28 Padre, ¡da gloria a tu Nombre! Entonces se oyó una voz que
venía del cielo: «Lo he glorificado y lo volveré a glorificar.»
Se me olvidaba que vino
Lex para acompañarme a grabar el programa, lo invité ayer en casa de mi mamá y
gracias a Dios vino a las 10:30, para que fuéramos. Durante el programa, le
pedí al Espíritu Santo que lo iluminara y lo ungiera con su “aceite” de
sabiduría.
Lunes 5 de
enero de 2009
Juan
20, 15
Salmo 121
Me levanté a orar, pero
casi ni quería levantarme. Temeroso
de afrontar esta semana, que se vuelve crítica. ¡Señor, a dónde estás? Me contestó:
15 Jesús le dijo: Roberto, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?
Y luego me dijo:
1 Dirijo la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará
ayuda? 2 mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la
tierra. 3 No deja que tu pié dé un paso en falso, no duerme tu
guardián; 4 jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel.
7 Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma. 8
El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre.
Pasé todo el día
esperando alguna noticia sobre el juicio, pero no vino nada. Por la mañana fuimos al juicio de Alex
con su amigo íntimo. Llegamos a
las 11:00 a.m. y terminamos a las 5:30 p.m. Cuando llegó ni me saludó. Pude oír algunas de sus declaraciones y no podía creer cómo
puede existir tanto malos entendidos en el corazón de una persona. Lo mismo podía sentir en el dolor de
todas las personas que durante el día pasaron por todos esos tribunales:
esposas, hijos, madres, mareros, etc. Y me preguntaba, ¿Señor, qué quieres que
haga para aliviar todo este dolor? ¿Qué quieres que haga para ayudar a esta
sociedad tan injusta? ¡Con tanto
sufrimiento! No me contestó nada. Sólo oré y oré, pidiendo al Señor, su
misericordia. Al final, pude oír
cuando a Alex le daban el sobreseimiento provisional. Por un momento creí que
se lo iban a llevar a la cárcel, pues aparecieron como a las 5:00 p.m. un par
de policías y creí que los habían llamado del juzgado, para custodiar a Alex a
la cárcel. Gracias a Dios no fue
así y pudimos regresar a la casa. No
ha terminado todo, pero por lo menos no fue a la cárcel.
Por la noche tuvimos la
primera reunión del Grupo y estuvo llena del Espíritu Santo. Por la noche me habló el presidente del
Banco y me dijo que el Banco había decidido no firmar el acuerdo; lo cual me
deprimió bastante.
Martes 6 de enero de 2009
Fuimos a
ver a Monseñor Fernando
Me levanté a orar,
cansado y desesperanzado -sin ánimo-
Sylvia Regina me dijo que fuéramos a hablar con Monseñor Fernando. Le hablé e inmediatamente nos dijo que
nos llegáramos y fuimos. Hablamos
con él como dos horas. Sólo nos
dijo que a veces la Fe es difícil, pero que hay que continuar, pues no sabemos
cómo es el tiempo del Señor. Regresamos más calmados y alegres. Como dice Sylvia Regina, nos sirvió
haber ido al tribunal de Dios, a comunicar nuestras penas.
Miércoles 7 de enero de
2009
Lucas 5, 10
Romanoa 8, 28, 31
Sabiduría 3, 1
Me levanté a orar,
pidiendo al Señor su misericordia. El Espíritu Santo me hizo leer lo que me dijo el 7 de enero
del año pasado:
10 Jesús dijo a Simón: «No temas; en
adelante serás pescador de hombres»
y luego me dijo:
28 También sabemos que Dios dispone
todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes El ha escogido y
llamado. 30 Así pues, a los que El eligió los llamó; a los que llamó
los hizo justos y santos; a los que hizo justos y santos les da la Gloria. 31
¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros? 3,1 Las almas
de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos.
Jueves 8 de enero de 2009
Lucas 22, 31
Me levanté a orar
temprano, pues íbamos a ir a misa de 7:00 a.m., para el lanzamiento de Los
Cercos de Jericó. Me levanté
pidiéndole al Señor su misericordia, pues mi plática de ayer con mi mamá me
dejó bien perturbado. Ella está
sufriendo su soledad y me sentí impotente de poder ayudarla. ¿Para qué tanto sufrimiento Señor? Le pedí al Señor que me hablara y me
reconfortara con algún pasaje sobre la Fe, para reafirmar mi Fe y confirmarme
que estamos en el camino correcto y haciendo Su voluntad. Abrí La Biblia y no en la forma usual,
sino que dejé que ella se abriera por su propio peso. Se iba a abrir donde estaba mi tarjeta
de mi Primera Comunión, pues es lo más grueso; pero ya por último la página
anterior se movió por sí sola. El
Señor me dijo:
31 ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para
sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia; 32 pero yo he rogado
por ti, para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás
que fortalecer a tus hermanos.
Hablé con el abogado y la
llamada no fue muy esperanzadora.
Entró Alex a la oficina y oyó parte de ella. Hasta se aburrió, diciendome que no estábamos en nada. La reunión con él fue negativa y me dijo
que ya debíamos ir pensando en hacer algo adicional y no estar esperanzados el
juicio, pues falta demasiado tiempo.
Me sentí bien perturbado, pues sé que en el fondo, lo que me está
diciendo es que despida a los empleados, si quiero que me preste más dinero y ahora
dependo de él, para seguir recibiendo ingresos; me sentí más deprimido.
Me puse a orar y me vine
a la casa para mandar a los abogados los balances de Nejapa, que muestran que
Nejapa Power está perdiendo desde que ocurrió el “Flip”. Me contestó inmediatamente y
entusiasmado o sea que comprendí que esto iba a ser bueno y provocar algo a
corto plazo. Además le hablé al
presidente del Banco y la llamada también fue positiva.
Por la noche nos reunimos
con los Valiente y los Bukele y nos ofrecieron que por qué no nos hacíamos
cargo de la Rondalla!!!??? ¿Señor… que quieres qué?? ¿No tengo aptitud para eso?? (que me recuerda lo que Jeremías
le contesta a Dios, cuando le pide que sea su profeta y le dice que él no está
preparado, pues apenas es un “muchacho”)
Con Sylvia Regina decidimos ponerlo en oración, para ver si éso es lo
que quiere el Señor de nosotros.
Viernes 9 de enero de
2009
Marcos
15, 34
Isaías
30, 20-21
Me desperté temprano y
pedí al Señor su misericordia y su luz para poder comprender qué era lo que quería
de nosotros, con esa solicitud de los Valiente. Estando todavía en la cama, el Señor me puso en la cabeza la
idea que en realidad no era que quería que sólo nos hiciéramos cargo de “La
Rondalla”, sino que cambiáramos todo el concepto y se formara una “Secretaría
de Adoración y Alabanza”; siendo la predicación, parte esencial de ambas. Hoy
sí lo entendía. Me levanté a orar,
para que el Señor me confirmara si éste es el camino que debemos seguir y me
contestó:
34… Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? 30, 20 Después que el Señor
les haya dado el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es su
educador, ya no se ocultará más y ustedes verán al que les educa. 21
Cuando tengan que tomar el camino ya sea para la derecha o a la izquierda, tus
oídos oirán sus palabras resonar detrás de ti: «Este es el camino que deben
seguir.»
Llegó el fin de semana y
me habló Guadalupe que el cheque del terreno que yo pensaba recibir el pasado
lunes, nos lo van a entregar hasta el próximo viernes. ¿Para qué Señor, para qué tanto
sufrimiento? Tú sabes cómo nos
sentimos y todavía todo se retrasa, pero… ¡yo
confío en Ti¡
Sábado 10 y domingo 11 de
enero de 2009
Juan
21, 15-19
Me habló Arturo que no
podía grabar hoy el programa. A
las 2:00 p.m. fuimos a los Cercos de Jericó hasta las 5:00 p.m., con Roberto y
su esposa. El domingo fuimos de
regreso de las 7:30 hasta las 11:00 a.m., con María Alicia. Al final, Sylvia Regina le pidió Palabra
al Señor y me dio a mí La Biblia y el Señor nos dijo:
15 Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Contestó: «Sí Señor, tú sabes que
te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.” 19… y añadió:
«Sígueme.»
Fuimos a almorzar todos
juntos a Benihana, con doña Sylvia y estuvo todo bien feliz y positivo, con los
dos nietos, pues Sofía se iba mañana. Por la noche fuimos a misa y yo me sentía triste, pues sentía
temor a todo por lo que teníamos que pasar la próxima semana y sobre todo a que
no pasara nada, pues ya el tiempo se está haciendo corto.
"No hay que esperar socorro ni ayuda, sino de Dios."
San Francisco Javier
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