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Canonización de Monseñor Romero

martes, 1 de abril de 2014

Cronología de un Milagro - Enero 2009-III


Lunes 19 de enero de 2009

Salmo 148; 149

Me levanté de nuevo preocupado porque el tiempo camina y nada pasa.  Pero confiando en el Señor, agradecido por su Palabra de ayer, a través de Sylvia Ann, pues con eso nuestro dolor toma sentido, ya que está sirviendo para salvar a otros y El sabrá hasta adonde podemos aguantar.
En medio de todo esto, no entendía por qué nos pedía preparar una charla sobre “La Felicidad”, para la asamblea de Encuentros.  Me puse a prepararla y las citas bíblicas que El quería que usáramos en la charla, me brotaron a montones y mi felicidad regresó, pues comprendí que esa era su voluntad y que diéramos nuestro testimonio, aún sintiéndonos así.  El me dijo:

1 ¡Aleluya! Alaben al Señor desde los cielos, alábenlo en las alturas, 2 alábenlo todos sus ángeles, alábenlo todos sus ejércitos. 3 Alábenlo el sol y la luna, alábenlo todos los astros de luz; 4 alábenlo cielos de los cielos y las aguas por encima de los cielos. 5 Alaben el nombre del Señor, pues lo ordenó y fueron creados; 6 los puso por los siglos de los siglos bajo una ley que nunca cambiará. 1 ¡Aleluya! Canten al Señor un canto nuevo: su alabanza en la asamblea de los santos. 3 Su nombre alaben en medio de danzas, el arpa y el tambor toquen para él. 4 Pues el Señor se siente bien con su pueblo, con su salvación reviste a los humildes.

Entonces comprendí que nos estaba confirmando que quiere que aceptemos la adoración y alabanza en el movimiento y que con eso, el Espíritu Santo va a volver a revolotear en el movimiento, según su voluntad.
Por la tarde fuimos a misa y ahí estaba el Padre Martín Avalos.  Nos quedamos, a pesar que teníamos la reunión de grupo, pues sentimos que eso era lo que quería el Señor.  Me confirmó el Señor que no debo dudar de su Palabra y que debo confiar en El… seguir adelante y confiar en El!

Martes 20 de enero de 2009

2 Corintios 12, 2-10
Malaquías 3, 1
Salmo 84, 13

Me levanté y tuve un sueño o no sé si era en realidad, que el que se estaba levantando no era en realidad yo, sino otra persona, en otro lugar.  Me siento triste, confundido, sin saber qué es lo que quiere el Señor de mí.  Me puse a orar y el Señor me dijo:

2 Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. 10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces en cuando soy fuerte.

Luego me dijo:

1 Estoy por enviar a mi mensajero, el que despejará el camino delante de mí; pues pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden.

Pasé toda la tarde como buscando en el internet alguna respuesta del Juez; como creyendo que si entre más buscaba, había más posibilidades de que contestara hoy, cuando en realidad como podía ser hoy, pudiera ser el otro mes, pero yo seguía buscando.
Terminó la tarde y ya me iba a misa, pero me habló Guayo para una reunión de “Los cuatro Vilanova”, que se me había olvidado; la reunión fue positiva.
Al regresar me encontré con un email de nustro abogado, confirmándonos que el Juez había dado la orden y había decidido que su orden del 14 de noviembre de 2007 había sido “Interlocutory”, o sea que nos daba la razón y el caso iba a juicio.  ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya!  Estaba yo tan contento que decidí irme al Santísimo, a la iglesia de La Transfiguración, que es donde habíamos colaborado para poner la Capilla de Adoración Perpetua.  Estuve ahí por más de una hora y el Señor me dijo:

 13 ¡Oh Señor Sabaot, feliz el que confía en Ti!

Miércoles 21 de enero de 2009

No pude orar, pues me fui temprano a dar la buena noticia a Alex y preparar la charla de mañana.  Nos reunimos y la reunión fue positiva.  Me contó que él había estado en un grupo de oración en la mañana y que le había estado preguntando al Señor, que qué más quería de nosotros, para que las cosas se compusieran.

Jueves 22 de enero de 2009

Lamentaciones 3, 25-57

Oramos y nos pusimos a repasar la charla de hoy con Sylvia Regina.  El Espíritu Santo se derramó en nosotros y al final, el Señor me dijo:

25 Bueno es Yavé para los que esperan en El, para el alma que lo busca. 31 Porque el Señor no desecha al hombre para siempre. 32 Si llega a afligir, luego se compadece según su inmenso amor. 57 Te acercaste el día que te invocaba y dijiste: «No temas.»

Pasó todo el día y no supimos nada de los Bancos, ni de nuestro abogado o sea que el tiempo sigue pasando y la próxima planilla ya está cerca.  Ya no tenemos con qué hacerle frente.
Nos reunimos con Alex y la reunión fue desalentadora, sin llegar a ser negativa.  Yo ya no tengo cómo explicar mi Esperanza de que todo se va a componer a tiempo; pues bajo toda luz humana eso ya no es posible, sólo es posible por la promesa Señor.  ¡Jesús, yo confío en Ti!
Me fui al Santísimo a pedirle al Señor su misericordia.  Luego me vine a preparar la charla de hoy en la noche en la Asamblea, que encima de toda esta tristeza, tenemos que hablar sobre: “La Felicidad Depende Ti” Wow!  El Señor tiene sus caminos y estoy seguro que por algo nos ha pedido dar esta charla, precisamente el día de hoy, cuando nos sentimos super tristes.  Me cuesta, pero si El lo quiere, para algo bueno será.  
Al llegar a la casa me encontré un mensaje de Sylvia Ann, puesto sobre mi computadora, pues Sylvia Regina ya sabía que ahí es donde primero iba a ir.  El Señor me decía:

Tell him that I love him. That by being poor, you will serve the poor. Don’t worry my sweet child, I am taking care of everything. It is a beautiful day Kuky. Amen! Hallelujah! Praise be to God the Almighty Father in Heaven!

Dimos la charla y el Espíritu Santo se derramó sobre nosotros y todos estaban súper contentos de haberla escuchado.  ¡Gloria a Dios!  Al regresar, encontré un email del presidente del Banco, que me confirmaba que hoy iban a ver nuestro caso con el presidente del otro Banco.  ¡Gloria Dios!

Viernes 23 de enero de 2009

Sirácides 34, 5-6; 14; 35, 9

Ayer que recibí Palabra de la Virgen, que nos había enviado Sylvia Ann, tengo que confesar que me quedé un poco incrédulo de si esto significaba a corto plazo, pues ya no se veían Esperanzas o quizás a largo plazo, pero sinceramente ya no sé ni cómo vamos a llegar al largo plazo; si ya no tenemos con qué comer.  Me levanté a orar y el Señor me dijo:

5 Predicciones, visiones y sueños son tan vacíos como los fantasmas de una mujer en cinta. 6 A  menos que te sean enviados como una visita del Altísimo, no les prestes atención. 7 Porque los sueños engañaron a mucha gente; los que confiaron en ellos fracasaron. 14 El que teme al Señor no tendrá miedo, no se asustará por nada ya que El es su esperanza. 35, 9 Da al Altísimo como te ha dado, de todo corazón y según tus medios; 10 porque el Señor devuelve la mano, te dará siete veces más.

Hablé con Mike a mediodía y me quedé más desconsolado, pues la verdad es que no estamos en nada o cerca de nada, pues en todo existe todavía la apelación o sea que estamos lejos de lograr un acuerdo.  ¿Y qué es lo que me sostiene y me da tanta Esperanza? sólo es la promesa del Señor… pero a veces mi Fe me falla y comienzo a analizar las cosas sólo bajo el punto de vista del mundo.  
Fuimos a ver la obra de teatro de Andrés Melara con varios del grupo.  Me sentí tan triste, por el tema de la obra, pues la juventud de hoy está tan confundida y tan lejos de Dios… Estoy triste. Pedí al Señor que guie a Rober, pues no sé ni qué decirle ¿Señor, cómo hacer para que el “mundo” no esté tan confundido?

Sábado 24 y Domingo 25 de enero de 2009

Hechos 10, 13; 9, 16

Me siento agotado y peor aún, olvidado de Dios.  ¿Señor, qué quieres que haga?  Me contestó:

13 De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerzas para superarla. 9, 16 Pues ¿Cómo podría alardear de que anuncio el Evangelio? Estoy obligado a hacerlo y ¡Pobre de mí si no proclamo el Evangelio!

Pasé preparando el programa.  Por la noche fuimos a casa de los Munés, que habían invitado a todo el grupo a cenar.  Pasamos contentos, pero todos estaban bastante tristes.  El Señor sabrá porqué.  Pasamos todo el día en la casa.  Fuimos a misa de 4:30 p.m. y después al cine.  Nos encontramos con Lex y lo invitamos a ver “Benjamin Button”.  De nuevo, me sentí más triste.  Sobre todo por no poder ayudar a las personas y darles a conocer a Dios.
A la salida nos encontramos con el presidente del Banco.  El Señor quiso que nos encontráramos con él, para poner gracia en su corazón, estoy seguro.  Me dijo que todavía no habían decidido nada, pero que ya lo iban a resolver.  Yo pensé que ya estaba resuelto, pues me había dicho que el viernes que se iba a reunir con el presidente del otro Banco, pero me dijo que todavía no se habían reunido.  Me acosté bien preocupado, pues el tiempo se acorta y al rato ya no vamos a tener ni con qué comer.  Además, cuando venimos, nuestro perro Bruno estaba bien mal, pues no se pudo levantar en todo el día… todo se junta.
Antes de entrar al cine nos llamó Mons. Fernando y nos dijo que le habláramos a Enrique y Janice, que ellos hacen un proceso de liberación.  De nuevo, eso nos hizo sentir triste, pues me hizo dudar en si estamos cumpliendo con todo lo que quiere el Señor.  La llamada sirvió para contarle a Camila y Rober por lo que estamos pasando y quedamos de rezar tres Ave María en la noche; pidiéndole al Señor que nos libere.

"La mayor de nuestras cruces es el temor a tener una."

San Juan Vianney

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