Lunes
2 de febrero de 2009
Deuteronomio
32, 26-52; 34-10
Isaías
41, 8-20
Salmo
91
Me levanté comprendiendo el momento caótico con el personal, pues no tenemos dinero, los bancos deciden hasta el martes y no sé qué hacer. Le pregunté al Señor y me dijo:
26 ¿Acaso diré: A polvo los reduciré, borraré su recuerdo de
en medio de los hombres? 27 Temo que se jacten sus enemigos, ya que
no entenderían y dirían: “Les ganamos nosotros, no es Yavé quien lo hizo.” 51
Bien sabes que han desconfiado de mí en las aguas de Meribá, en el desierto de
Zin, cuando no me proclamaron frente al pueblo. 52 Por eso no
entrarás en la Tierra; sólo la contemplarás de lejos. 10 No ha
vuelto a surgir en Israel profeta semejante a Moisés. Con él, Yavé había
tratado cara a cara… como con Job.
Nos
fuimos al juzgado, que hoy era la audiencia del juicio del Seguro Social. Ya llevábamos un acuerdo de arreglo,
pero al final el Seguro se retractó y comprendí que esa era la voluntad del
Señor y ni modo, algo mejor iba a salir. Lo que salió bien, era que el delito se cambió por uno que no
es penal o sea que fue mejor. Pero
salí triste, porque todos los inconvenientes de estar teniendo que ir a los
juzgados continúan… pero el Señor sabrá. Pasé bien preocupado por cómo pagar a
los empleados. Nos reunimos a las
5:00 p.m., a la hora de la oración y les conté de la reunión de mañana de los
presidentes de los Bancos y todos lo tomaron con una pasividad que sólo puede
venir de Dios. Además, por la
mañana el Señor me hizo el milagro
que me encontré en mi cuenta más fondos de los que yo suponía que tenía! ¡Gloria
a Dios! Con eso creo que
aguantamos el mes de febrero. Al
regresar, después de ir a misa de la Virgen de Candelaria en San Benito, me
encontré con un email de nuestro abogado, que le había escrito el abogado de
los Bancos para ponerse de acuerdo y liberar los fondos de Nueva York. ¡GLORIA A DIOS! Sylvia Regina me dijo que leyera lo que
había escrito el año pasado en mi Agenda.
Martes
3 de febrero de 2009
Apocalipsis
7, 13-17
Deuteronomio
28, 29
Nos
levantamos a hacer el tercer día de purificación. Me sentía súper contento, pues el Señor me confirmó ayer que
ya todo se va a arreglar a tiempo. Además me dijo:
13 Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que
están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen?» 14
Yo contesté: «Señor, tú lo sabes.» El Anciano me replicó: «Esos son los que
vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre
del Cordero. 15 Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día
y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre
ellos; 16 ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán agobiados por
el sol ni por viento abrasador alguno, 17 porque el Cordero
que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las
aguas de la vida, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.»
Pudimos
pagar a los empleados un poco de dinero. Me habló Sylvia Regina que le habían dado el empleo a Camila
en Adolfo Domínguez, ¡Gloria a Dios!.
Comprendí que las bendiciones iban a comenzar a llegar, pues además le
confirmamos al Banco C el arreglo y al momento me estaba contestando Roberto
Ortega, que estaba de acuerdo y la relación volvió a ser de respeto y amigable.
El cuadro que estoy preparando me
comenzó a fluir y ¡Aleluya! Lo pude
cuadrar como a las 11:30 p.m.. Inmediatamente
le dije a Sylvia Regina y me contestó: Tenía que ser el día de hoy, confirmando
lo que sentía, que hoy el Señor nos liberó a toda la familia y comienzan
nuestras bendiciones y es que además, a las 12:00 me habló mi mamá que había
una conferencia de un sacerdote colombiano y yo inmediatamente le dije que iba
a ir con ella, no sé porqué. Fuimos
y también llegó Guayo y la charla era sobre liberación y sanación y pude sentir
cómo el Espíritu Santo nos liberó a toda la familia –bailamos y cantamos, nos
abrazamos y mi mamá estaba
contenta- Gracias Señor!!!
Por
la noche me habló el presidente
del Banco A, que el presidente del Banco B y él se querían reunir conmigo el
lunes a las 11:00 a.m. ¡GLORIA A
DIOS!
Miércoles
4 de febrero de 2009
Isaías
66, 22
Deuteronomio
30 – 31
Nos
levantamos al cuarto día de purificación y mi corazón estaba alegre, sintiendo
el amor del Señor, que aunque no sé cómo exactamente, El nos lo va a arreglar
todo oportunamente. El Señor me dijo:
22 Así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a
crear durarán para siempre, así también tu nombre y tu raza permanecerán
siempre.
Pasé
todo el día trabajando en el cuadro y al final de la tarde lo terminé de
cuadrar todo, aun con los centavos. Describe el caso perfectamente y de manera concisa, éste es
el papel o carta que Edith nos había profetizado ¡Gloria a Dios!
Por
la noche me habló el presidente
del Banco A, que se quería reunir conmigo el lunes a las 11:00 a.m. Gloria a
Dios!
Jueves
5 de febrero de 2009
Lucas
19, 9-10
Romanos
8, 1-39
Nos
levantamos al quinto día de purificación, siento una fuerza interior que no
puedo explicar y una confianza total, que el Señor está obrando por nosotros,
para que todo se resuelva según su voluntad. Me dijo:
9 Jesús, dijo con respecto a él: «Hoy ha llegado la salvación a esta
casa, pues también este hombre es un hijo de Abrahán. 10 El Hijo del
Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Nos
reunimos con Alex y la reunión fue positiva. Tenía semanas que no era positiva, pero hoy volvieron a ser
positivas. Hablé con Lorena y
quedamos de reunirnos mañana, la llamada fue positiva.
Pasé
toda la tarde preparando el cuadro. Al final, recibí un email del abogado, diciéndonos que hoy se
había comunicado con Basil y mañana se van a reunir para discutir un posible
Settlement ¡Gloria a Dios! En ese
mismo momento me llamó Francisco, para preguntarnos cómo nos estaba yendo con
los ayunos y la oración. Me sentía
lleno de gozo del Señor, con una seguridad que todo se va a componer a tiempo
¡Aleluya!
Viernes
6 de febrero de 2009
Jueces
6, 11-24
Hebreos
11 – 12
Nos
levantamos a orar en el sexto día de purificación. El Señor me dijo:
12… «Yavé está contigo, valiente guerrero.» 14
«Anda y con tu valor salvarás a Israel de los madianitas. Soy Yo quien te
envía.» 23 «La paz sea contigo. No temas, no morirás.»
Me
fui a la oficina para esperar noticias del abogado, no llegó nada sino hasta
las 4:00p.m., que me dijo que lo llamara. Lo llamé, aunque yo sabía que eso significaba que no iba a
poder cumplir con la cita que tenía con Lorena y no sabía si por eso se iba a
molestar; pero el Señor me dijo que la llamara. La llamada no fue tan alentadora o esperanzadora, como todas
las de la semana, pero algo de bueno tuvo, pues era el abogado, quien me estaba
tratando de animar y no yo.
Estaba
con la llamada, cuando me entregó Erminda un sobre... me extrañó de qué se
trataba y al abrirlo… ¡Milagro! Era
un cheque de Alex con la cantidad de dinero suficiente como para que podamos
esperar la liberación de los fondos de Nueva York, sin problemas. ¡Gloria a Dios! Esta es la confirmación del Señor que ya
nos ha liberado a todos. ¡Gracias
Señor! Terminó la llamada como a las 6:00 p.m. y le hablé a Lorena y la llamada
fue positiva! Estuvo bien comprensiva y quedamos de reunirnos el lunes. Gracias Señor, gracias, gracias,
gracias. Lo único que lamento es
que ya no pude ir a misa, pues era muy tarde.
Sábado
7 y domingo 8 de febrero de 2009
Zacarías
14, 11; 20
Mateo
6, 25-34
Hebreros
13, 1-17
Nos
levantamos para el último día de purificación, me llenaba un sentimiento de
nostalgia, como cuando que algo se nos va y ya no lo vamos a poder tener de
nuevo. Mi corazón está lleno de gozo y mi confianza, Fe y Amor al Señor se ha
incrementado enormemente. ¡El sabe y el me ama! Como dice Santa Teresa. Me dijo:
11 Ya no habrá peligro ni maldición para Jerusalén; sus habitantes
vivirán tranquilos en adelante. 20 Desde este día, hasta los
cascabeles de los caballos llevarán escrito: “Consagrado a Yavé”.
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