Los partidos políticos, en general, se habían venido
confundiendo desde hace ya varios años y en vez de salir a la búsqueda del
candidato más idóneo para cualquier cargo público, se habían ido acostumbrando a
que la mejor estrategia era seleccionar como candidato a la persona más “famosa”;
seguros que unido a la maquinaria electoral del partido y que la mayoría de
personas votan por bandera, el triunfo estaba asegurado.
Lo que la experiencia ha venido demostrando es que
esta estrategia, si bien ha sido una buena idea para “ganar”, resulta que no es
la mejor para “gobernar” y que lo importante no solo es ganar, sino gobernar
bien. Sino, a la larga, se
perjudica al partido en las próximas elecciones y se pierden. Las evidencias de esto están a la vista
y no hace falta dar ejemplos concretos en alcaldes, diputados y por supuesto en
algunos presidentes.
A estas alturas, el presidente Sánchez Cerén ya se
habrá dado cuenta que: “no es lo mismo verla venir, que platicar con ella”, como
dice un dicho popular y ese es el problema del porqué a estas alturas de lo que
se habla es únicamente de hacer diálogos y comisiones; esperando que sean otros
los que proporcionen las ideas de que hacer con los grandes problemas del
país.
Por supuesto que a nadie le conviene que el país se
deteriore más de lo que está y comprendiendo esto, lo que el presidente Sánchez
Cerén debiera hacer es realizar lo anterior y renovar su gabinete de gobierno
nombrando no a las personas más “famosas” dentro de su propio partido; sino a
la salvadoreña o salvadoreño más capaz para el puesto que se necesita. Esta es la única forma de sacar al país
adelante y ayudando, además, a su propio partido en las próxima elecciones.
Gracias a Dios, parece que ARENA ya ha comprendido
esto, pues ya ha tenido la experiencia de perder reelecciones de alcaldes,
diputados y presidentes. Sin
embargo, al FMLN como que todavía le falta la experiencia de perder una próxima
elección de presidente y todavía sigue pensando que lo importante es ganar, sin
importar si se gobierna bien o no; apostando a que las ideologías populistas y
favoritismos a una élite gobernante prevalecen sobre cualquier mal
administración, como lo están demostrando países como Venezuela y Nicaragua.
Decimos que ARENA ya lo ha comprendido, pues eso es
lo que demuestra el reciente proceso de selección de sus candidatos a diputados
y alcaldes. Lo que queda en
evidencia, sobretodo con la reciente elección de Edwin Zamora, como candidato a
alcalde de San Salvador, es que se ha elegido no a la persona más “famosa”
dentro del partido, sino a la que tiene la mayor probabilidad de ganar la
elección, pero además tiene también la mejor capacidad para administrar la
ciudad más grande e importante de nuestro querido país y no solo dar
seguimiento a los programas ya iniciados, sino mejorarlos e implementar
eficiencias. Así lo demuestra su
experiencia de haber dirigido, con éxito, gran cantidad de logros personales
que han requerido la colaboración, coordinación y entusiasmo de cientos de
personas; que es lo mínimo que se necesita para administrar bien una ciudad.
ARENA ya lo ha comprendido. Ahora, lo que nos toca a los votantes
es demostrar a los partidos políticos que también nosotros lo hemos comprendido
y en las próximas elecciones no debemos votar por el candidato más “famoso” o
por la bandera que más nos simpatice; sino por aquel candidato que más haya demostrado
que tiene la mejor capacidad para hacer un buen gobierno, independientemente a
que partido político pertenezca.
Nuestro querido país tiene ahora una esperanza y esta es ARENA.
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