Lunes 28 de diciembre de
2009
Exodo
10, 18
Zacarías
12, 2
El Espíritu Santo me levantó
a las 3:00 a.m. en punto. Comprendí
entonces que el Señor me quería decir algo. Me confirmó que si estaba sucediendo todo esto es porque El
así lo quería y el propósito es la conversión del Juez, para que su milagro sea
evidente.
The Judge is going to have a comeback
me ha dicho y eso va a
suceder. Para esto, Él hará que
Nejapa Power no acepte la cantidad tan pequeña que falta que acepte, para que
se realice el settlement. Esto
servirá para cambiar el corazón del Juez. Esto me lo dijo en oración, al corazón… mi corazón.
Luego me lo confirmó y
me dijo:
18 En
vista de esto, apenas salió Moisés de la presencia de Faraón, rogó a Yavé, 19
el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las
langostas, hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de
Egipto. 20 Pero Yavé hizo que Faraón continuara en su porfía y no
dejara salir a Israel.
Luego el Espíritu Santo
me hizo caer en la cuenta que tenía que orar por doña Sylvia, para que el Señor
le dé Su Paz. Que le escribiera a
Sylvia Ann, para que ore por ella y le pida a María su intercesión, para que la
paz llegue a su corazón; que por eso es que había sucedido el incidente de
estos días. A las 3:00 p.m.,
Sylvia Regina escuchó un mensaje que le había dejado su mamá a las 7:20 a.m.,
dándole una gran regañada y diciéndole que ya no nos quería ver nunca
jamás! Yo sentí que se me rasgó el
corazón, pensando en el dolor que debió sentir Sylvia Regina. Comprendimos que era el enemigo,
tratándonos de hacer perder la paz, pues el milagro glorioso de Jesús está por
ocurrir y se ve que va a ser grandioso, por eso este “coleteo” tan fuerte del
maligno; haciendo ver toda su rabia, por el milagro que está por suceder. Por la noche, después del Rosario, el
Señor me dijo:
2
Vienen los días en que yo haré que Jerusalén sea para todos los pueblos una
copa de vino que hace perder los sentidos. 3 Jerusalén, en ese
entonces, será como una piedra que tratarán de levantar todos los pueblos; pero
cuantos lo hagan quedarán desgarrados. 10 Dispondré el ánimo de los
descendientes de David y de los habitantes de Jerusalén para que vuelvan a mí
con amor y confianza. Llorarán por aquel que ha sido traspasado, como se siente
la muerte de un hijo único. 5 Entonces los jefes de Judá dirán en su
interior: «La fuerza de Jerusalén le viene de Yavé, su Dios.» Apocalipsis
16, 16 A todos los reunieron en el lugar llamado en hebreo
Harmaguedón (o sea, cerros de Meguido).
Lo que significa que
ésta es la batalla final y el Señor está por ¡demostrar su gloria!
Martes 29 de diciembre
de 2009
No pude orar, pues me
levanté a hacer mandados y al final ya no hice mucho. Por la tarde fuimos a comprar los
cohetes con Rober. Después a la
oficina y después a Multiplaza, pues él quería comprar un libro. Lo invité a tomar un café y le hablamos
a Camila para que llegara. Sentí
bien rico el momento. Platicamos
de cosas triviales y la pasamos bien. ¡Gracias Señor! que me das este momento
de alegría y paz, dentro de todos estos ataques del enemigo. Por la tarde me fui a misa. Me sentía desolado y abandonado. El enemigo está atacando fuerte y
nosotros no podemos hacer nada… ¡más que orar! Mi estado de ánimo es completamente deprimido, pero
Señor, a quien iremos, si sólo tú tienes Palabra de Vida Eterna
Me dijo el Señor.
Miércoles 30 de
diciembre de 2009
Lucas
4, 33
Me levantó el Espíritu
Santo a las 3:00 a.m. a orar y me dijo:
33 Se
hallaba en la sinagoga un hombre endemoniado y empezó a gritar; 34
¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazareth? «Yo sé quién eres tú, eres el
Santo de Dios». 34 Jesús amenazó al demonio, ordenándole: «Cállate y
sal de ese hombre» El demonio lo arrojó al suelo, pero luego salió de él, sin
hacerle daño alguno.
Me fui al Banco temprano
y me habló Sylvia Regina llorando, que su mamá estaba peor. Me sentí desconsolado. Me fui a buscar a Monseñor Fernando,
pero no lo encontré. Me fui a orar
frente al Santísimo, para implorar que liberara a doña Sylvia de esa opresión
del maligno. Me siento deprimido,
el dolor de sentir que todo se complica me abruma.
Por la tarde me mandó
nuestro abogado un email diciendo que el settlement ya está prácticamente
terminado y con copia del documento. A pesar que ya no tenemos dinero, el recibir el documento no
me dio alegría, ni paz, sino intranquilidad. Le conté a Sylvia Regina y ella me consoló diciendo que eso
nos iba a dar un respiro y debíamos aceptar la voluntad de Dios, puesto que esa
es… a lo cual dije ¡Amén!
El Señor hará el milagro
de otra forma y me sentí mejor. Ya
cuando me había hecho de la idea, entró más tarde un email diciendo que el
juicio continuaba y debemos viajar a Houston o sea que daba a entender que el
settlement se había caído. Lo cual
me dio paz o sea que el Señor está obrando y es por eso que el maligno está aventando
coletazos donde más nos duele o más bien dando sus últimos, manipulando a doña Sylvia.
Nos fuimos al Flor y saludamos a doña
Sylvia, que estaba jugando con Carlos y Debbie, pero la respuesta fue bien fría
y mejor nos regresamos a la casa. Le
pedí al Señor que nos diera paz y nos ayude a salir de esta situación. Nosotros no podemos hacer nada, sólo
Dios.
Jueves 31 de diciembre
de 2009
Malaquías
3
Me levanté tempranito. Más temprano que cualquier día en El
Flor. Necesitaba orar y estar con
el Señor. Tuve un sueño, que de
nuevo, me había vuelto exitoso y estaba hablando en la Asamblea Legislativa y
todo el mundo me escuchaba, tal y como era antes; cuando era presidente de ANEP. El Señor me dijo:
3 Estoy
para enviar a mi mensajero, al que despejará el camino delante de tí; pues
pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden. 24 El
reconciliará a los padres con los hijos y a éstos con sus padres, para que,
cuando yo llegue, no tenga que maldecir a este país.
Como a las 3:30 p.m.
hablé con nuestro abogado y en ese momento le confirmó Nejapa Power que aceptaban
la propuesta y se cerró el settlement. La noticia no me hizo feliz, aunque sí me dio paz, pues eso
significa que vamos a tener algo de dinero; pero no es lo que yo esperaba. Sin embargo, ésta es la voluntad del
Señor y por tanto, ¡siempre será lo mejor! Aunque ahora, sinceramente, no entiendo cómo Sylvia Regina sí
estaba contenta y eso me hizo ponerme contento a mí.
"Recuerda hijo mío que no se llega a la salvación si no es por medio de la oración y no se vence la batalla si no es con la oración. A ti te corresponde la elección"
San Pío de Pietrelcina
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