Viernes 1 de enero de 2010
Proverbios
30, 7
Nos levantamos otro día y otro nuevo año en El
Flor. Mis sentimientos son de
alegría y de tristeza. Me siento
bendecido, hijo de Dios, pero a veces mi Fe me falla y hoy fue uno de esos
días, pues aunque acabamos de cerrar el settlement con El Paso, el día de ayer,
la verdad es que no veo las promesas del Señor cumplidas y eso hace tambalear
mi Fe. Mi corazón sólo dice: “Ven Señor Jesús y sálvame!”. Sé que El me oye, pero no va a responder,
pues es parte de mi cruz. “¿Hasta cuándo Señor, hasta cuándo?”. El Señor me contestó bien temprano:
7 Sólo dos cosas te he pedido Señor,
concédenoslas antes que muera: 8 Aleja de mí la falsedad y la
mentira, y no me hagas rico ni pobre, dame sólo el pan necesario, porque si me
sobra, podría renegar de ti y decir que no te conozco y si me falta, podría
robar y ofender así tu divino Nombre.
Me quedé postrado, callado, como Job… y ¿quién
soy yo para pedirle explicaciones al Señor? Pasamos un día súper lindo, lleno del Espíritu Santo, sólo
nos hacía falta Sofía, Poncho y Camila, y Angel. Nos regresamos a San Salvador
ya como a las 7:30, pues mañana nos teníamos que ir a Houston, para seguir con
el juicio.
Sábado 2 y domingo 3 de enero de 2010
Nos levantamos relativamente temprano, para
preparar el viaje a Houston y empacar.
Llegamos a Houston como a las 5:00 p.m. Se vino con nosotros Jorge. Al solo llegar nos habló nustro abogado, que nos prestaba su camioneta, para que la ocupáramos, pero ya había rentado un carro en Thrifty y
conocí a un salvadoreño que nos hizo un precio más barato. Fuimos a cenar a
Houston’s, para celebrar el settlement y me sentía bendecido. El domingo habíamos planeado ir a misa
a St. Michaels, pues teníamos días de no ir ahí; pero el Espíritu Santo me dijo
de mejor ir a St. Ann y la misa estuvo preciosa, como que el Señor nos saludaba
y nos decía:
No
se preocupen, todo está en mis manos.
Lunes 4 de enero de 2010
Me levanté temprano para mandar un email. Luego nos fuimos a misa a St. Michael ya
chequeados del hotel. Le pedí al
Señor, en el Santísimo, que nos bendijera en esta semana, pues era crucial todo
lo que iba a pasar. Luego fuimos a
la Baylor Clinic a chequear los lunares de Sylvia Regina. Luego llegamos donde nustro abogado y
estaba molesto por el email o sea que pensé que no lo debería haber enviado;
pero gracias a Dios, el Espíritu Santo me hizo comprender que era parte del
proceso y al final todo se fue calmando. Después me di cuenta que era porque él
creyó que no íbamos a firmar el settlement y entonces tenía razón de estar así.
Firmamos el settlement con el El
Paso como a las 3:30 p.m. y luego todo el ambiente se volvió festivo; excepto
nosotros, pues Sylvia Regina se sentía mal de las biopsias que le habían hecho
en la mañana y yo no me sentía contento, pues no comprendía a Dios en este
paso; aunque mi Fe continuaba que algo mejor debía suceder para sentirme en
paz.
Llegamos al hotel y Angela, la encargada del
hotel, nos dio un regalito de parte del Señor, estoy seguro como para
confirmarnos que El está con nosotros y nos dio por el mismo precio la suite
del hotel, o sea que tuvimos ese momento de alegría. Gracias Señor por este día.
Martes 5 de enero de 2010
1 San Pedro
2, 7-10
Jeremías 42,
9-12
Fuimos a misa en Angleton, que me parece ya que
es nuestra parroquia y me siento muy en confianza, con toda esa gente sencilla,
amorosa y humilde. El Señor me
dijo en el juicio, o más bien en la Corte, al comenzar el juicio de nuevo:
7… La piedra que los constructores
despreciaron, se ha convertido en la piedra principal.” 8 “Una roca,
una piedra con la cual tropezará.” 9 Pero ustedes son una familia
escogida, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. 10 Ustedes
antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no les
tenía compasión, pero ahora les tiene compasión.
Luego Sylvia Regina oró también y nos dijo (en
la Corte), antes de comenzar el juicio:
9 El Señor, es Dios de Israel, a
quienes ustedes me encargaron que fuera a presentar su petición, dice: (Habla La
Virgen) 10 Si ustedes están dispuestos a quedarse en esta tierra, yo
los haré prosperar, no los destruiré; sino que los plantaré y no los arrancaré,
pues me pesa haberles enviado esa calamidad. 11 No tengan miedo del
rey de Babilonia (Nejapa Power) al que tanto temen. No le tengan miedo, porque yo estoy con
ustedes para salvarlos y librarlos de su poder. Yo el Señor, lo afirmo. 12
Tendré compasión de ustedes y haré que también él (el juez) les tenga compasión y los deje volver a su tierra.
Se terminó el juicio del Flip y el de las Juntas
Directivas quedó pendiente para el juicio del TCA, el juez lo pasó hasta el 8
de marzo. ¿Señor, a dónde estás?
Miércoles 6 de enero de 2010
1 Reyes 13,
1-32
Nos levantamos a misa temprano, sintiéndome ya
bastante deprimido, pues es indudable que no es esto lo que el Señor nos había
prometido, pero a la vez, con Fe que esto sólo es parte y algo más va a venir. El Señor, enfrente del Santísimo, me
dijo:
1 Llegó a Betel un profeta de Judá,
mandado por el Señor. 2 Y por orden del Señor habló con fuerte voz
contra el altar, diciendo: «Altar, altar, el Señor ha dicho: «De la dinastía de
David nacerá un niño, que se llamará Josías y que sacrificará sobre ti a los
sacerdotes, de los lugares altos que sobre ti queman incienso y sobre ti
quemarán huesos humanos. Jeroboam estaba quemando incienso sobre el altar. 4
Cuando el rey Joroboam escuchó la sentencia que el profeta había pronunciado
contra él, extendió su mano desde el altar y dijo: ¡Aprésenlo! Pero la mano que
había extendido para señalarlo se le quedó tiesa y no pudo ya moverla. 23
Cuando el profeta de Judá acabó de comer y beber, el profeta anciano le aparejó
el asno 24 y el profeta de Judá se fue. Pero en el camino salió un
león y lo mató y su cuerpo quedó tirado en el camino. 29 Entonces el
profeta anciano levantó el cuerpo del profeta de Judá y lo enterró en su propio
sepulcro y lloró por él, diciendo: ¡Ay hermano mío! 31 Después de
enterrarlo dijo a sus hijos: Cuando yo muera, entiérrenme en el mismo sepulcro
en que he enterrado a este hombre de Dios. 32 Porque sin duda se
cumplirá lo que él anunció por orden de el Señor, contra el altar de Betel, que
hay en las ciudades de Samaria.
O sea que el Señor me estaba confirmando que
aunque yo no lo vea claro, ni cómo pudiera ser… Su Palabra y su Promesa se va a
cumplir, pues fueron expresadas por dos de sus profetas: Edith y Sylvia Ann.
¿Señor, quién soy yo, merecedor de tanta cruz y
de tanta bendición? Fuimos a la
Corte y el juicio terminó así nomás, pues el abogado de Nejapa Power no llevó a
declarar a Steve Sutton, o sea que no le convenía, pues iba a confirmar lo que
yo estaba diciendo.
Jueves 7 de enero de 2010
1 Corintios
5, 12-13
Fuimos a misa y después enfrente del Santísimo,
me dijo:
12-13 No me toca a mí juzgar a los de
afuera; Dios será quien los juzgue. Pero ustedes ya están juzgando a los de
dentro. Por eso, quiten a ese pecador de en medio de ustedes.
Y no entendí lo que me quería decir. No íbamos a ir a la oficina, pues no
quería hablar con nuestro abogado; sin embargo, fuimos a desayunar y llegó
Jorge y nos convenció de ir a la oficina. Ahí pasamos todo el día y nuestro abogado sólo hablando de
hacer un nuevo contrato. También
supimos que nuestro anterior abogado ya había intervenido, o sea otra mala
noticia.
Sábado 9 y domingo 10 de enero de 2010
Nos levantamos tarde, pues no hay misa los
sábados, más que por la tarde. Tomamos
el vuelo de regreso. Saliendo de Angleton, el Espíritu Santo me hizo o me llamó
a que visitáramos de despedida al Santísimo, pero me dio pena con el chofer;
sin embargo, nos pusimos a rezar el Rosario con Sylvia Regina. Llegamos a la casa a las 11:00 p.m. más
o menos y me sentí contento de estar de regreso, con Camila y Rober, en nuestra
casa. Gracias Señor, porque tenemos una casa donde regresar. Nos levantamos el domingo y llamé a mi
mamá, la llamada fue positiva. Luego
fuimos a almorzar con Ariana, Luigi, Paolo, Camila y Rober. Gracias Señor, por todas tus
bendiciones. Por la tarde fuimos a
misa de 4:30 p.m. y Monseñor Urioste me dio un saludo muy especial, quizás este
fin de semana es su último fin de semana como párroco y me estaba identificando
mucho con él en la misa, pues también ya mi vida está entrando a su final y me
preguntaba: ¿Cuál es mi misión? Por
qué es que todavía sigo luchando, en vez de estar trabajando con el Señor para
propagar su Palabra. ¡Señor, envíame a mí! Al final de la
misa nos reunimos con Carmen Elena y Lorena y fuimos a la casa de Carmen Elena
a celebrar el cumpleaños de María; la reunión estuvo positiva.
"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y atenderá tu oración."
San Pío de Pietrelcina
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