Lunes 11 de enero de 2012
Juan 12,
27-28
Zacarías 13,
4
Me levanté cansado, sin deseos de nada, ni de
levantarme. Siento que por más que
oro, el Señor no me escucha y eso me deprime, como Elías, en la cueva, en el
desierto. El Señor me dice:
Muéstrate
propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo, danos luz para conocer
tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.
Y luego me consoló recordándome por lo que
Jesucristo tuvo que pasar:
27 Ahora mi alma está agitada… Padre,
líbrame de esta hora ¡Si precisamente he llegado a esta hora para enfrentarme
con todo esto! 28 Entonces se oyó una voz que venía del cielo: «Lo
he glorificado y lo volveré a glorificar.»
Me reuní con Alex para contarle todo lo que
había pasado y la reunión estuvo positiva. Después, entre medio, llegó Guayo y quedamos
de reunirnos los jueves a almorzar, lo cual es bien seguro que viene de Dios,
como diciéndome, no te preocupes, todo está según mi voluntad.
Quedamos de preparar un informe para mis
hermanas, lo cual a mí no me parecía, pero acepté prepararlo. Pasé toda la tarde haciéndolo y luego
entró un email de nuestro abogado, que ya había autorizado el Juez, el pago a
los abogados o sea que ya ellos van a recibir dinero y nosotros todavía no; eso
me hizo sentir más deprimido. ¿Señor, a dónde estás? ¿Por qué es que no sales a protegernos? ¿Por qué es que no te dejas ver? Por la noche fuimos al grupo de
Encuentros y el Señor me habló directamente en la canción de alabanza y la
Palabra, pues me dijo:
9 Echaré ese tercio al fuego; lo
purificaré como se hace con la plata, lo pondré a prueba como se prueba el oro.
El invocará mi Nombre y yo lo escucharé. Entonces yo diré: «¡Este es mi
pueblo!», y él, a su vez, dirá: «¡Yavé es mi Dios!»
Martes 12 de enero de 2010
Sirácides 11,
12-14
Me levanté devastado, bien deprimido. Preguntando ¿Señor, a dónde estás? ¿Si ya no veo ninguna salvación posible
y ningún corazón cambiado? Me vine
a orar, recordando las palabras de Pedro:
Señor
y a quién iremos, si sólo tú tienes palabras de vida eterna.
Luego en la oración, el Señor me dijo:
12 Hay quien es pobre y vagabundo, anda
falto de lo necesario, pero el Señor se fija en él para hacerle bien y 13
lo levanta del polvo, lo hace levantar la cabeza y muchos se asombran al verlo.
14 Bien y mal, vida y muerte, pobreza y riqueza, todo viene del
Señor. Castigo y camino recto proceden del Señor. La ignorancia y la oscuridad
se crearon para los criminales y el mal acompaña a los malvados; pero el don
del Señor es para el justo, y su favor asegura el éxito.
Miércoles 13 de enero de 2010
Génesis
35, 1-12
No pude dormir bien, mi cabeza le
daba vuelta a todo lo que está sucediendo, sobre todo no comprendiendo a Dios,
pues parece que todas sus promesas no se cumplen y todo cuesta tanto, que
siento que llevo en el hombro una cruz enorme. Me levanté a orar, pero tengo que confesar que sin ganas;
como no creyéndole a Dios, pues el dolor que siento es enorme y sus promesas no
se cumplen. Antes de la oración,
se me iluminó la mente que lo que tenemos que plantear es una venta de nuestras
acciones y un porcentaje de participación. Me sentí más tranquilo. Luego el Señor me dijo:
1 Dios le dijo a Jacob: «Levántate y
vete a vivir a Betel. En este lugar harás un altar al Dios que se te apareció
cuando huías de tu hermano Esaú. 9 Tú te llamas Jacob, pero ya no te
llamarás así; desde hoy tu nombre será Israel. Después que Dios le cambió el
nombre le dijo: «Yo soy el Dios Todopoderoso, ten muchos hijos y descendientes.
De ti saldrá una nación y muchos pueblos y entre tus descendientes habrá reyes.
12 La tierra que les di a Abraham e Isaac, también te la doy a ti y
después de ti se la daré a tus descendientes.
Jueves 14 de enero de 2010
Lucas 6, 21
Me levanté confiado en el Señor que todo se iba
a componer de alguna forma que yo no entiendo. El Señor me dijo:
21 Felices ustedes los pobres, porque de
ustedes es el Reino de Dios. Felices los que ahora tienen hambre, porque serán
saciados. Felices ustedes los que lloran, porque reirán. 22 Felices
ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran
unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre.
Nos reunimos con Alex y Guayo a almorzar y la
reunión fue positiva. Me dediqué a
buscar la “Carta de Edith” y no aparece. Por la tarde nos vino la noticia que Ariana está enferma, que
no puede caminar y le duelen todas las articulaciones ¡Santo Dios! ¡Sálvanos, Señor! No me preocupé, pues
el Señor ha prometido que ya nos va a sacar adelante; luego ésta es sólo otra
prueba más, en este largo caminar, que ya me agota y siento desfallecer.
Viernes 15 de enero de 2010
Jeremías 15, 18
Ya es quince y no se ve nada de Esperanza. Clamé al Señor y me dijo:
18 ¿Por qué mi dolor no tiene fin y no
hay remedio para mi herida? ¿Por qué tú, mi manantial, me dejas de repente sin
agua? 19 Entonces Yavé me dijo: «Si vuelves a mí, yo te haré volver
a mi servicio. Separa el oro de la escoria si quieres ser mi propia boca.
Tendrán que volver a ti, pero tú no volverás a ellos. 20 Haré que tú
seas como una fortaleza y una pared de bronce frente a ellos; y si te declaran
la guerra, no te vencerán, pues yo estoy contigo para librarte y salvarte. 21
Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.
Pasé el día, más que nada esperando la noticia
de los exámenes de Ariana. Nos
fuimos a su casa para esperar la llamada que le iba a hacer el doctor. A las cinco la llamó y le dijo que “no
tienes nada” y que él había estado también bien preocupado, pues todos los
síntomas eran de algo bien serio. Sylvia
Regina ya se había metido a la computadora en el internet y los posibles
síntomas aparentaban a algo tan serio como “Lupus”, o sea que el Señor nos hizo
el milagro que no fuera nada. Ya
Sylvia Ann nos había dicho que la Virgen decía que todo iba a estar bien y que
esto sólo era una prueba para que Ariana se acercara más a Dios y se
acostumbrara a rezar el Rosario. Quisimos
ir a misa a dar gracias a Dios, pero se nos hizo tarde, pues nos llevamos a
Paolo a comer un sorbete. Pero le
dimos gracias al Señor a la hora de rezar el Rosario, antes de dormir.
Sylvia Ann también nos dijo que la Virgen decía
que ella estaba haciendo que los Bancos no reaccionaran a retirar los fondos el
próximo jueves y que estaba como encubriendo todo, para que no se dieran
cuenta. Hablé con Alex y me dijo
que el Banco y Nelson se van a reunir el próximo lunes, pues el banco había
abierto la pauta de la negociación. ¡Gloria a Dios!
Sábado 16 y domingo 17 de enero de 2010
Lunes 18, 22
Me levanté con más Esperanza, pues con lo que
nos había dicho Sylvia Ann, estoy seguro que el Señor va a hacer que los Bancos
no se presenten a reclamar. Preparé
el programa y era sobre las Bodas de Caná, sentía una gran ilusión, pues me
permitió hablar y dar a conocer “El Secreto de María”. Me llevé el libro de Luis María Grignon
de Monfort y leí la parte referente al campesino que llegó a dar una ofrenda al
rey y sólo pudo llevar una manzana podrida. Me sentía súper contento de poder dar a conocer el Secreto. Además hablé sobre Las Bodas de Caná y
que el que se estaba casando es San Judas Tadeo, primo de Jesucristo y que se
había acabado el vino, pues el padre de la novia no quería que se casaran. Luego, San Judas Tadeo y Marta, su
esposa, fueron grandes evangelizadores de matrimonios y todo lo referente a
eso. ¡Gloria a Dios!
Seguí todo el fin de semana tratando de
perfeccionar el email, referente al nuevo contrato que encontré el jueves,
esperando que sea la “Carta de Edith”. Estoy seguro, pues así lo ha dicho el Señor, que eso tiene
que salir y que el caso se va a volver algo realmente grande. El domingo como a
las 3:00 p.m. le hablé a Jorge y me confirmó que ya habían servido al gerente
de Nejapa Power, ayer a las 4:00 p.m. ¡Gloria a Dios! Todo se comienza a resolver… por obra de Dios, pues todo
está saliendo fácilmente.
En la tarde me quedé solo en la casa, pues
Sylvia Regina y Rober fueron al súper a comprarle comida a Ariana, pues ella no
puede salir, ni manejar. Me puse a
orar y el Señor me dijo:
22 Jesús le dijo: «Todavía te falta una
cosa, vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres y tendrás un
tesoro en el cielo; después ven y sígueme.»
"El que no medita es como el que no se mira nunca al espejo, ni se preocupa de salir arreglado. Puede estar sucio sin saberlo. El que medita y piensa en Dios, pone su conciencia a punto."
San Pío de Pietrelcina
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