Cronología de un Milagro - Febrero 2010-III

Lunes 15 de febrero de 2010

1 Macabeos 12, 9

Me levanté pidiéndole al Señor su misericordia, pues ya no aguanto.  Ayer nos fuimos a ver la película “Invictus” y me preguntaba: ¿cuál es mi misión?  El Señor me dijo:

⁹ No piensen que nos sentimos ahora en apuros, pues encontramos consuelo en nuestros Libros Sagrados. ¹⁰ Sin embargo, hemos decidido mandarles embajadores que renueven la fraternidad y amistad que nos une a ustedes. 13, ⁷ Al oír estas palabras todos se reanimaron y exclamaron a gritos: ⁸ «Sé tú nuestro jefe en lugar de Judas y de tu hermano Jonatán. ⁹ Dirige nuestra guerra y obedeceremos tus órdenes.» ⁴⁶ «No obres con nosotros según merecen nuestras maldades, sino según tu misericordia.»

Me pasé todo el día contestando unos emails a nuestro abogado y al final terminé cansado y agotado, pues por todos lados se nota, evidentemente, como El Paso se ha quedado con nuestro dinero y sin embargo todo parece en el juicio en contra nuestra.  Me siento cansado y siento que mis fuerzas se agotan.  Fuimos a la reunión del grupo de Encuentros y estuvo llena del Espíritu Santo.  No pude ir a misa y me sentí culpable de haberle fallado al Señor.

Martes 16 de febrero de 2010

Deuteronomio 32, 26-39

Me levanté cansado y devastado, pidiendo al Señor su misericordia, pues físicamente ya no aguanto.  Le pedí a la Virgen que interceda por nosotros, pues ya no entiendo porqué es que todo cuesta tanto y parece ahora que el juicio no tiene fin y estoy ya agotado y sin fuerzas para continuar.  El me contestó:

²⁶ ¿Acaso diré: A polvo los reduciré, borraré su recuerdo de en medio de los hombres? ²⁷ Temo que se jacten sus enemigos, ya que no entenderían y dirían: “Les ganamos nosotros, no es Yavé quien lo hizo.” ²⁸ Israel no sabe conducirse y no hay en ellos sensatez. ²⁹ Si fueran inteligentes, lo entenderían, y sabrían en qué van a parar. ³⁶ Porque Yavé hará justicia a su pueblo y se apiadará de sus siervos, cuando vea que su fuerza se agota. ³⁹  Vean ahora que Yo, sólo Yo soy, y que no hay más Dios que yo. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero, y soy yo mismo el que sano, y no hay quien se libre de mi mano. ⁴³ ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga a sus adversarios mientras purifica la tierra de su pueblo!

No pasó nada en el juicio y por la noche fuimos a cenar a casa de mi mamá, que había venido Ma. Antonieta y Alexandra.  La reunión estuvo súper positiva, como lo eran hace tiempo.  ¡Le di gracias a Dios!

Miércoles 17 de febrero de 2010

Job 9, 24

Hoy nos levantamos temprano para ir a misa (Miércoles de Ceniza) con Camila, Rober y ahí nos encontramos con Ariana.  Sylvia Regina no fue, pues tenía la Asamblea y ahí iba a haber misa.  Al comulgar me fui al Santísimo en San Benito, pues no había donde reclinarme y a la salida, en la puerta, ahí estaban los tres: Ariana, Camila y Rober.  Fue un regalo de Dios que estuviéramos juntos.  Dios así lo quiso.  

Hice ayuno, para comenzar los ayunos de Semana Santa, que ya tengo varios años de hacerlos.  Empecé a notar, que por el ayuno, comenzaron a haber varias bendiciones en el día, que me fueron levantando el ánimo.  Comprendí que el Señor me escucha, pero tengo días de no sentirlo cerca.  

Recién venido de misa, me puse a orar, pidiéndole al Señor me ilumine para encontrar en qué día había conocido a Mark Lanier.  Me hizo abrir la Agenda del 2000 y cabal en la misma página que la abrí, en ese día había sido.  Después, era importante probar que El Paso esperaba que los 10 años se debían pagar de nuevo y no me acordaba que ya Basil se lo había dicho al Juez de Nueva York, en el caso; sin embargo, le pedí al Espíritu Santo que me iluminara y casi inmediatamente se me vino a la mente la carta y en el folder que abrí, ahí estaba la carta.  Se la mandé a nustro abogado y me contestó que eso era lo que necesitaba.  Por la tarde, estaba recibiendo un Petition al Juez, poninendo como evidencia esa carta.  ¡Gloria a Dios!  Pues pensé que esa era “La Carta de Edith”, ya que eso prueba todo.  

Por el otro lado, me di cuenta o más bien caí en cuenta que el Indemnity a Globeleq no es de fecha Diciembre de 2006, sino Enero 2006 y eso elimina cualquier duda de si los dividendos del TCA se pagaron antes o después que vendió El Paso.  ¡Gloria a Dios!  ¡Eso nos hace ganar el caso, sin ninguna duda!  

Todo el día le había pasado diciendo a Sylvia Regina que éste era un “good day”.  Sin embargo, ya al final comprendí que fue un día bendecido.  Al final del día, antes de cena me vine a orar, pues me vino una tristeza enorme.  El Señor me dijo:

²⁴ En una nación dominada por un tirano, él venda los ojos de los jueces, pues si no es él, ¿quién será entonces? ²⁵ Mis días han sido más rápidos que un correo, se me fueron sin conocer la felicidad, ²⁶ se han deslizado como canoas de junco, como el águila que se lanza sobre la presa. ²⁷ A pesar de que digo: “Voy a olvidar mis quejas, cambiaré de semblante y me pondré alegre”, ²⁸ mis pruebas me dejan angustiado porque entiendo que tú me condenas. ²⁹ Y si debo ser culpable, ¿para qué cansarme en vano? ³⁰ Aunque me lave con nieve y limpie mis manos con jabón, ³¹ tú me hundirías en las inmundicias, y mis propias ropas tendrían horror de mí. ³² El no es hombre como yo, para decirle: Comparezcamos juntos en juicio. ³⁵ Puesto que es así, yo hablaré a solas conmigo sin tenerle miedo. 10, ² Quiero decirle a Dios: No me condenes; dime por qué me has demandado. ³ ¿Acaso te conviene mostrarte duro, despreciar la obra de tus manos y justificar las teorías de los malvados? ¹⁸ ¿Por qué me sacaste del seno materno? Habría muerto y ningún ojo me había visto. ¹⁹ Sería como si no hubiese existido nunca y me habrían llevado del vientre materno al sepulcro.

Jueves 18 de febrero de 2010

Amanecí pensando que el Señor, nuestro Padre, nos va a hacer el milagro antes del 8 de marzo y no va a haber juicio; todo se va a arreglar.  Oré pidiendo su misericordia y leí y comprendí lo importante de llamarle Padre, pues nos dice:  

Si os convertís a mí de todo corazón y decís: “Padre”, os escucharé como a mi pueblo santo.

Después me dijo:

¹⁴ El que teme al Señor no tendrá miedo, no se asustará por nada, ya que El es su esperanza.

Hoy no pasó nada.  No supe nada de nustro abogado, excepto que ya se presentó Graves en el juicio o sea que hoy estamos peleando contra cinco, en vez de sólo contra El Paso. ¡Señor, yo confío en ti!  ¡Señor, incrementa mi fe!  

Almorzamos con Guayo y Alex y todo fue positivo.

Viernes 19 de febrero de 2010

Salmo 143 y 144

Me levanté y no me quería levantar a enfrentar esta espera, pues lo único que hacemos es esperar.  ¡Señor Jesús, ten misericordia de mí!  Era mi oración constante, pues ya siento que no puedo más.  El Señor me contestó:

Su brazo se adiestró en la pelea cuando venció al mundo, dijo, en efecto, “Yo he vencido al mundo”. ¹ Señor, escucha mi oración, atiende mis plegarias, respóndeme, tú que eres fiel y justo. ³ El enemigo corre tras mi vida, me aplasta contra el suelo y me manda de vuelta a las tinieblas, junto a los muertos sin edad ni tiempo. ⁴ Mi espíritu en mí desfallece, mi corazón se asusta en mi interior. ⁶ Alargué a ti mis manos, mi alma es una tierra sedienta de ti. ⁷ Apresúrate Señor, a responderme, porque me estoy quedando sin resuello; no me escondas tu cara, que no sea de los que bajan a la fosa. ⁸ Hazme sentir tu amor desde la mañana, pues en ti yo confío; haz que sepa el camino que he de seguir, pues levanté a ti mi alma. ⁹ Líbrame, Señor, de mis enemigos, pues me escondí cerca de ti. ¹¹ Por el honor de tu nombre, Señor, haz que yo viva; tú que eres justo, sácame del aprieto. ¹² Por tu amor, aniquila mis contrarios y destruye a mis opresores, pues yo soy tu servidor. Salmo 144, ⁷ Desde lo alto tiéndeme tus manos, sálvame sacándome de las aguas profundas y de las manos de los hijos de extranjeros, ⁸ cuya boca dice falsedades y se adiestra en una diestra de perjurios. ⁹ Oh Dios, quiero cantarte un canto nuevo y tocar para ti en la lira de diez cuerdas, ¹⁰ a ti que das a los reyes la victoria, que salvas a David, tu servidor de la espada que mata. ¹⁵ Dichoso el pueblo que esta suerte tiene, dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.

Por la tarde recibimos el otro bombazo.  Mike me informó que McFall había removido el juicio que ya teníamos para el 8 de marzo, o sea que todo se retrasaba otros, a saber cuántos meses.  Sentí como que me caía una bomba, mi única esperanza es el Señor; que de todo esto, algo bueno va a ocurrir.

Sábado 20 y domingo 21 de febrero de 2010

Salmo 70

Nos levantamos más temprano para ir al Retiro de Servidores, de la Comunidad María Madre de Dios, pero mi corazón estaba comprimido.  Sylvia Regina me preguntó cómo me sentía y sólo le contesté que lo único que podemos hacer es esperar en el Señor que todo esto es para mejor; pues no tiene ninguna otra lógica.  El Señor me dijo:

Dígnate, oh Dios, librarme; apresúrate, Señor, en socorrerme. ³ queden avergonzados y humillados los que buscan mi muerte. Que retrocedan, confundidos, los que se alegran con mi desgracia. ⁴ Que se escondan de vergüenza los que dicen: «¡Esta vez lo pillamos!» ⁵ Pero que en ti se alegren y regocijen todos los que te buscan, y los que esperan tu salvación repetirán: «¡El Señor ha sido grande!» ⁶ Tú ves cuán pobre soy y desdichado, oh Dios, ven a salvarme. ¡Tú eres mi socorro, mi liberador, Señor, no tardes más!

Pasamos todo el día en el Retiro y nustro abogado me mandó un email recordando el nuevo contrato.  ¿Señor, ven y sálvanos!  Por la tarde hablé con Jorge como por una hora y sentí que estábamos bien mal, como ya varias veces hemos estado, donde todo parece venirse en contra nuestra y no hay nada que nos resulta positivo.  ¡Señor Jesús, yo confío en ti!  Nos fuimos al lago a casa de mis hermanas, cenamos todos juntos y la reunión fue positiva. Después nos fuimos a dormir a casa de Manolo y le preguntaba al Señor cuándo nos iba a dar ese premio, de tener una casa en Coatepeque; que Él sabe que es uno de mis sueños.  El sabrá cuándo y porqué no nos lo ha concedido y más bien, hoy en este día, parece como que más bien vamos en sentido contrario y tenemos que sufrir todavía más.  Al regresar el domingo, la Discovery no me arrancó y la tuvimos que dejar en casa de mis hermanas, ¿Señor, a dónde estás?