Lunes 4 de agosto de 2008
Me sentía bien triste, pues nada se mira claro en el horizonte. Toda mi
esperanza esta puesta en el Señor; ¡Señor Jesús, yo confío en Ti!
Por la tarde nos fuimos a El Flor.
Es primera vez que íbamos solos los dos, en mucho tiempo. Rober se había ido a Coatepeque; Camila a
Amatecampo y La Barra. Ariana con
unos amigos a EL Flor, a casa de los Escobar. Me siento
triste… lejos del Señor.
Martes 5 de agosto de 2008
Amanecimos en El Flor y no pude orar, pues el tiempo se pasó volando,
arreglando cosas y tratando de grabar música en el teléfono, para cuando vaya
al Santísimo. Al fin lo pude hacer
y me sentí muy contento. Por la tarde vinieron Camila, a quedarse con
nosotros. Jugamos Rumikue. Le daba gracias al Señor porque tenemos
este lugar y por todas sus bendiciones a la familia. Todas las pláticas entre nosotros, con todos los hermanos son
ya positivas y podemos platicar libre y alegremente.
Miércoles 6 de agosto de 2008
Tampoco
pude orar, pues no hubo tiempo. Nos
pusimos a pescar temprano y Jose sacó un pescado bastante grande. ¡Gloria a Dios! Pues fue un momento de felicidad para
todos. Vinieron de las casas
vecinas a ver y todo fue alegría, pues ya tenemos algo más que hacer.
Me
puse a pescar y me encantó bastante, pues encontré la manera de ponerle un
flotador y eso hace que ya todo pueda ser más calmado. Desgraciadamente no me picó nada.
Pescamos también por la tarde y no me picó nada, a pesar que en varias
ocasiones le pedí al Señor para que me iluminara adónde tirar el anzuelo, ¡pero
nada! El Señor sabrá porqué…
Jueves
7 de agosto de 2008
Lucas
1, 20
L.
de H. IV, p- 625
Me
levanté como incrédulo, pues siento que nada se resuelve, más bien se complica
o sea que no avanza. Lo de la
misión se ve como imposible… Me siento desesperar, pues La Palabra del Señor no
se cumple. Le pedí al Señor que me
hablara y me diera ánimos, pues siento que el camino es largo… como le pasó a Elías.
El Señor me dijo:
20 Mis palabras se cumplirán a su debido
tiempo, pero tú por no haber creído, te vas a quedar mudo y no podrás hablar
hasta el día en que todo esto ocurra. 625 Nunca debemos olvidar que
nosotros no hemos de cumplir nuestra propia voluntad, sino la de Dios, tal como
el Señor nos mandó pedir en nuestra oración cotidiana.
Almorzamos
donde mi mamá, Guayo, Lorena y yo y la reunión fue positiva.
Viernes
8 de agosto de 2008
No
pude orar, pues nos levantamos temprano a ver la inauguración de los juegos de
Beijing. La ceremonia fue
espectacular y sólo pensaba en todo ese pueblo chino, con tanta historia y tan
especial… pero sin Dios. Les ha
sido vedado conocerlo, por el mismo “hombre”, ¿cómo puede ser esto? Al mismo tiempo, un montón de pueblos,
más de 200 reunidos alrededor de una bandera, sintiéndose orgullosos de
pertenecer a un país; pero sin realizar que nuestra verdadera patria está en el
Cielo, ¿Por qué no realizar un evento tan extraordinario en homenje Dios? ¿Cuándo comprenderá la humanidad que
venimos de Dios, vamos hacia Dios y todo lo que tenemos nos viene de Dios?
Recibí
un email de nuestro abogado, el cual me preocupó, pues la verdad es que nada
está caminando. Al final del día, comprendiendo que todo es para bien, el Señor
me iluminó para mandarle un email con Esperanza. Confío en el Señor, que todo se va a resolver pronto y a
tiempo, pues ya el dinero se nos está por acabar de nuevo.
Sábado
9 y domingo 10 de agosto de 2008
El Señor
nos dijo:
13 No temas Zacarías, porque tu oración
ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre
Juan. 14 Será para ti un gozo muy grande y muchos más se alegrarán
con su nacimiento, 15 porque este hijo tuyo será un gran servidor
del Señor.
Preparé
el programa y éste estuvo lleno del Espíritu Santo. Fuimos a almorzar todos juntos al Campestre y también
vinieron Celina y Edwin, con Andrés.
También vino Camila. Nos
reímos y pasamos una reunión súper positiva. Nos quedamos en la casa con Rober el resto del día.
El domingo
terminé de escribir un comentario a nuestro abogado sobre el juicio. Pude sentir como el Espíritu Santo me
iluminaba para escribir lo que iba escribiendo. Cuando lo terminé, se lo mandé y
casi inmediatamente me contestó: ¡Excelente! Y ¿cómo no podía ser excelente, si venía del Espíritu Santo?
Fuimos
a almorzar a Galerías y nos encontramos con dos de mis amigos más cercanos;
después Sylvia Regina me preguntó si había comprendido lo que el Señor me había
querido decir; pues me llevó a encontrarme, en el mismo día, con dos de los amigos
que más me había dolido su comportamiento en nuestra crisis. Lo que me aclaró Sylvia Regian es
que, el Señor, lo que me había querido preguntar es si ya los
había perdonado. Ya los he perdonado, pero comprendí que no sólo me estaba
pidiendo el Señor que los perdone, sino que los ame nuevamente; tal y como era
antes; pues “no saben lo que hacen”. Me comprometí con el Señor a hacerlo…
por lo menos a tratar. Además, me
recordé que el sábado en el Campestre, nos habíamos también encontrado con otro
amigo, con quien también debo hacer lo mismo… pero también con todos los que no
nos han ayudado. ¡Gracias Señor!
"Nos hallamos desolados por ser tibios, perezosos o negligentes en nuestra oración y así por nuestras faltas se aleja la consolación espiritual de nosotros."
San Ignacio de Loyola
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