Lunes
11 de agosto de 2008
Ezequiel
39, 22-29
1
pedro 5, 7
El
Señor me contestó, a raíz de todo lo positivo que había pasado en el fin de
semana y de realizar que ha ocurrido un giro importante, pues antes de orar
hablé con nuestro abogado y me salió súper comprensivo y dándome la razón en
todo. Me dijo:
22 Entonces y para siempre la casa de
Israel sabrá que yo soy Yavé, su Dios. 23 Las naciones comprenderán
que si el pueblo de Israel estuvo
en el exilio, fue porque pecó contra mí; le oculté mi rostro porque me fue
infiel; lo entregué en manos de sus enemigos, y todos murieron a espada. 24
Los traté como lo merecían por sus pecados y sus infidelidades, y les oculté mi
rostro. 25 Por eso, esto dice Yavé: Voy a traer de vuelta a los
desterrados de Jacob, tendré piedad de todo Israel y defenderé celosamente mi
Santo Nombre. 26 Cuando vivan en paz en su país y ya nadie los
moleste, se olvidarán de su tristeza pasada y de todas las infidelidades que
cometieron contra mí. 27 Los reuniré de entre los pueblos y los
traeré de vuelta al país de sus enemigos. Por su intermedio manifestaré mi
santidad ante numerosas naciones. 28 Sabrán que yo soy Yavé cuando
me manifieste a las naciones paganas. 29 Ya no les ocultaré mi
rostro, sino que difundiré mi Espíritu en mi pueblo de Israel, palabra de
Yavé.»
Hablé
con nuestro abogado como por dos horas.
Podía sentir cómo el Espíritu Santo iba iluminando lo que tenía que
responder y a él, lo que tenía que preguntar. Por la noche fuimos a la reunión
del Reencuentro; antes de eso hablamos con Sylvia Ann y me dijo que La Virgen
la había dicho que ya mi servicio estaba cerca. Yo le dije: ¡Aquí estoy!
Durante la reunión del Reencuentro, el Señor nos dijo:
5 Depositen en mí todas sus preocupaciones, pues yo cuido de ustedes.
Y es que teníamos duda de ir a servir al Reencuentro para no dejar solos a Camila y Rober, pero el Señor nos confirmaba que El se iba a hacer cargo de ellos. ¡Gloria a Dios! Se me salieron las lágrimas cuando conté lo que nos confirmaba el Señor.
5 Depositen en mí todas sus preocupaciones, pues yo cuido de ustedes.
Y es que teníamos duda de ir a servir al Reencuentro para no dejar solos a Camila y Rober, pero el Señor nos confirmaba que El se iba a hacer cargo de ellos. ¡Gloria a Dios! Se me salieron las lágrimas cuando conté lo que nos confirmaba el Señor.
Martes
12 de agosto de 2008
Hechos
18, 9-10
El
Señor me dijo:
9 … No tengas miedo, sigue hablando y
no calles, 10 pues en esta ciudad me he reservado un pueblo
numeroso. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño. 22 Yavé dijo
también a Moisés. 23 Di a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los
hijos de Israel. Dirán: 24 ¡Yavé te bendiga y tge guarde! 25
¡Yavé haga resplandecer su rostro sobre ti y te mire con buenos ojos! 26
¡Yavé vuelva hacia ti su rostro y te dé la paz!
No
pasó nada y hablé con los Bancos y no han recibido ninguna propuesta. Me sentí confundido y desesperado. Por la noche me habló nuestro abogado, que
ya había recibido la respuesta en el caso de apelación. ¡Yo confío en el Señor! ¡El sabe y El me ama!… pero mi corazón está
triste, pues no entiendo porqué todo se sigue retrasando.
Por
la tarde fuimos a ver a mi mamá con Sylvia Regina y la reunión fue positiva,
aunque hubo un instante negativo, pero conociendo ya los ataques del enemigo;
el Señor nos ayudó a que no pasara a más. ¡Jesús, yo confío en Ti!
Miércoles
13 de agosto de 2008
Apocalipsis
22, 20-21
Salmo
90
Me
levanté pidiendo al Señor que nos resuelva todo pronto, pues ya no aguantamos… o
sea, ya no aguanto. Le pedí que me
diera “agua y pan”, pues el camino lo siento ya largo. Me contestó:
20 El que da fe de estas palabras dice:
«Sí, vengo pronto.» Amén. Ven, Señor
Jesús. 21 Que la gracia del Señor Jesús esté con todos.
Clamé
al Señor por su ayuda. Me fui al
Santísimo a pedirle al Señor que nos salve. Me contestó:
22 La mano de nuestro Dios se extiende
para bendecir a todos los que lo buscan; su poder y su furor caen sobre todos
los que lo abandonan. 23 Ayunamos invocando a nuestro Dios por esto
y El nos atendió.
Me
vino una gran paz y le dije al Señor: ¡Jesús, yo confío en Ti! Por la noche tuvimos la reunión del
grupo de Encuentros y oramos rezando la oración de sanación del Padre Thomas. Sylvia Regina sintió cómo el Señor se
acercó a cada uno de nosotros, para sanarnos. Lo pudo ver, mirándonos con esa mirada tierna que sólo El
puede dar. ¡GLORIA A DIOS! ¡It’s a beautiful day!
En
la reunión, el Señor iluminó a Tatiana, para leer el Salmo 90.
1 Señor, tú has sido para nosotros un
refugio a lo largo de los siglos. 11 ¿Quién conoce la fuerza de tu cólera y quién ha sondeado
el fondo de tu furor? 13 Vuélvete Señor ¿hasta cuando?... Compadécete de tus
servidores.
Hoy
no pude ir a misa, pues el tráfico para salir de la casa era intenso y no iba a
llegar a tiempo.
Jueves
14 de agosto de 2008
Amanecí
bien deprimido y preocupado, dudando de mi Fe. ¿Señor, adónde estás? No pude orar, pues iba a venir Carlos, a recoger el USB para
el Reencuentro o sea, para servir al Señor.
Me
puse a ver la entrevista de Mauricio Funes, que estaba en ese momento. ¿Cómo irá a ser esto de mi servicio?
¿Estoy yo preparado para asumir esa responsabilidad? Por primera vez, inclusive tuve la duda de mi capacidad y de
si toda esta situación ha hecho mi carácter muy débil, para servir a tanta
gente? Mucho menos veo posible, ¿cómo
es que se va a cumplir la promesa de La Virgen? Pero le dije al Señor: ¡Aquí estoy! Que se haga en mí tu voluntad.
Nos
reunimos con Alex y la reunión fue positiva. Comentamos la situación política y todo se ve negativo; más
bien obra del enemigo. Comentamos
cómo las maras tienen a las colonias secuestradas en sus casas, sin poder
salir. ¿Señor, qué significa todo
esto? ¿Qué podemos hacer nosotros? Alex me comentó que se había dado cuenta de todo esto, pues
había ido a evangelizar con un hermano que lo hace todas las semanas o sea que
también el Señor está trabajando en él, preparándolo para el servicio que nos
tiene preparado. Igual que Guayo,
que también me comentó que había ido el sábado a dar con Alex su testimonio. ¡GLORIA
A DIOS!
Por
la noche fuimos a cenar con Camila y Rober. Cuando salimos la Discovery no arrancó. La Previa no arrancó. El internet nos lo habían desconectado.
Le pedí al Señor que me diera Paz,
comprendiendo que es el diablo, haciéndonos desesperar, porque vamos a servir
en el Reencuentro de San Miguel.
La
cena estuvo súper positiva… ¡gracias Señor! Pues todavía tenemos la Pathfinder.
Viernes
15 de agosto de 2008
Mateo
26, 31-39
Me
levanté a orar postrado. Comprendiendo
que hoy voy a pagar la última planilla y para la próxima ya no tenemos
fondos. Comprendí que si esto está
pasando es porque así el Señor lo quiere y si El lo quiere, será lo mejor. Que si me siento preocupado es porque mi
Fe está fallando y tengo demasiada evidencia de cómo el Señor me habla todos
los días y me confirma su existencia y su Amor Infinito. ¿Por qué dudo Señor? Dame fortaleza… incrementa mi Fe. Entonces me dijo:
31 Entonces Jesús les dijo: Todos
vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al
Pastor y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
¿Cuán
sólida es nuestra fe? ¿tiene suficiente firmeza para resistir una prueba
intensa?
33 Respondiendo Pedro, le dijo: aunque
todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le
dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás
tres veces. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro,
orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea
como yo quiero, sino como tú quieras.
Por
la tarde nos fuimos al Reencuentro de San Miguel. Nos fuimos en el mismo carro con Emilio y Vivian; el Señor
así lo quiso. Llegamos a las 7:20
y fuimos a cenar con todos los servidores: Pepe y Bertita, Alfredo y Eugenia,
Abraham y Lorena, Emilio y Vivian, Carlos y Lupita y sólo faltaron los Macagno.
El Espíritu Santo estaba con
nosotros. Nos acostamos a la una de la mañana, preparando las charlas del
Retiro. Nos quedamos en el Hotel Comfort
Inn y fue una experiencia interesante; pues andábamos viajando, pero para
servir al Señor.
Sábado
16 y domingo 17 de agosto de 2008
Nos
levantamos a las 5:00 a.m. y nos fuimos contentos al Retiro en el Colegio Sta.
Sofía. Desde que llegamos, los que ya nos conocían del año pasado nos dieron
una acogida muy especial y cariñosa; que sólo podía venir del Espíritu Santo. En las dos charlas que dimos el sábado,
el Espíritu Santo se derramó sobre nosotros. El domingo ya no teníamos charla, pero Pepe nos hizo leer una
dinámica y el Espíritu Santo se derramó sobre nosotros, con todo su amor y
bendiciones. No me podía contener
en agradecimientos al Señor; pues podía sentir todas sus bendiciones. Eran como las 9:30 a.m., me fui a la
Capilla a darle gracias y pedirle misericordia. Regresamos a la casa, en San Salvador, como a las 5:00
p.m.. Estábamos bien cansados.
Nos
habló Memo, para que oráramos por su hermana, que estaba bien enferma.
Sylvia
Regina habló con Sylvia Ann y nos dijo que tenía una mensaje de La Virgen para
nosotros.
Diles que los amo mucho, porque tienen un corazón bueno. Dile a Roberto que dice su papá que él
ya está en el cielo y que se siente muy orgulloso de Roberto, su hijo, pues va
a ser un excelente servidor de mi Hijo, que llevará bienestar a todo el país.
Sylvia
Ann le pidió que le diera una señal, para que confirmara lo de mi papá y le
dijo:
Que a mí me gustaba y a él le gustaba mucho que yo jugara en sus piernas
cuando pequeño y lo hacía teniendo mi juguete favorito en sus manos.
¡Gloria
a Dios! Que regalo del Señor. Te
adoramos y te damos gracias.
Nos
fuimos a misa con Rober. ¡It has been a beautiful weekend!
Se me olvidaba que cuando
estaba en la capilla, frente el Santísimo en el Retiro, el
Señor me dijo:
Nadie enciende una candela para ponerla debajo de la mesa.
Confirmándome
que todo esto por lo que hemos pasado ha sido necesario para que nuestra luz se
encienda y sea luz en el camino para un gran número de personas. ¡Gloria a Dios!
"Pedidme obreros y yo os los enviaré,
no espero otra cosa que una plegaria,
un suspiro de vuestro corazón."
Palabras de Jesús a Santa Teresita del Niño Jesús
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