Lunes
3 de noviembre de 2008
Llegamos
a la oficina del abogado y ahí nos estaba esperando. Primero fuimos a misa a St. Ann y le pedí al Señor que todo
fuera provechoso y que me diera fuerzas.
El
juez comenzó el hearing y parecía como que favorecía a Nejapa Power y no a
nosotros. Apareció un abogado nuevo de parte de Nejapa Power. Le pedí al Señor que me diera paz. De pronto, nuestro abogado me pidió que
declarara, para lo cual no iba preparado. El Espíritu Santo me iluminó y el juez se interesó tanto que
decidió que regresáramos en la tarde, para seguir con las declaraciones. Terminamos a las 5:00 p.m. y Nejapa
Power pidió que el interrogatorio continuara otro día y el juez acopló su
agenda para que continuáramos el miércoles a la 1:30 p.m.
Al
salir, alcanzamos a ver al gerente de Nejapa Power, que lo habían traído, me
inagino que por cualquier eventualidad y estaba escondido en el lobby de la
Corte. Me adelanté a saludarlo,
por iniciativa de Sylvia Regina y lo alcancé a saludar, para que se diera
cuenta que lo habíamos visto. Se
lo dije a nuestros abogados y les pareció raro que no les habían dicho que ahí
estaba, pues lo hubieran podido llamar a declarar.
Martes
4 de noviembre de 2008
Nos
levantamos y fuimos a misa a St. Ann. Nos reunimos con Chris toda la mañana y
pudimos adelantar en el caso bastante, pues nos quedó tiempo de explicarle en
detalle. Sylvia Regina se hizo
amiga de todas las mujeres de la oficina del abogado, pues todas son muy
simpáticas y amables. Terminamos
como a las 6:30 de la tarde y nos fuimos a dormir temprano. Sylvia Regina habló con
Sylvia Ann y le dijo que en oración, ante el Santísimo, el Señor le había
dicho:
Tell him that I
love him. It will be done, do not worry;
this needs closure so that you will be my warrior and servant for El Salvador,
my people. ¡Amen!
Miércoles 5 de noviembre de
2008
Comenzamos
el hearing como a las 2:00 p.m. y declaró Peter por teléfono, lo cual estuvo
excelente. Hoy nos reunimos con
Katy y el esposo, al ir a misa a St. Michael. Terminamos el testimonio de Peter ya como a las 5:00 p.m. y
quedamos de continuar el mío mañana, a las 9:00 a.m. No lo podía creer, como el juez estaba cambiando toda su
agenda para acoplarse a la nuestra. ¡Gloria a Dios!
Regresamos
a Houston como a las 9:00 p.m., pues como nos habíamos tenido que quedar una
noche más, en el hotel no había reservación y nos habíamos tenido que chequear
por la mañana. Habíamos encontrado
reservaciones sólo en un hotel que ni conocíamos, todo estaba lleno y costó
encontrar esta reservación. Cuando llegamos al hotel, el hotel no me gustó para
nada y me preocupó que nos pudieran abrir el carro en la noche y que se robaran
el juego de guitarra de Rober. Si
nó, lo teníamos que bajar y no había tiempo, pues a la mañana siguiente
teníamos que salir temprano a Angleton. Decidimos no quedarnos e ir a buscar alojamiento en otro
lado. Me sentía como José y María,
pues tuve el presentimiento que se nos iba a ser difícil encontrar un cuarto. Llegamos al St. Regis, que era donde
nos quedábamos cuando pagaba Nejapa Power y no tenían. De ahí comprendí que iba a ser difícil
encontrar un cuarto y nos pusimos
a orar. Debemos haber hablado por
teléfono a unos 30 hoteles y físicamente visitado unos 4. Eran las 12:00 de la noche y no
teníamos cuarto donde dormir. Al
fin encontramos uno en The Woodlands, pero antes me habían dicho que había uno
en un Holiday Inn en Main Street, pero de fumador o sea que lo descarté por
lejos y perdido; además de fumador.
Decidimos
irnos al de The Woodlands, que era como a una hora de camino y en el sentido
contrario al que teníamos que regresar mañana temprano, pero Dios es tan bueno con
nosotros que a la cuadra estaba el hotel Holiday Inn, que había descartado por
estar lejos. Le pedimos al Señor
que todavía estuviera el cuarto disponible y así fue, así es que pudimos
acostarnos más temprano y estar o amanecer más cerca de donde teníamos que
regresar por la mañana. El
cuarto estaba bien bonito y de casualidad había comprado un Febreze portátil o
sea que el Señor nos preparó el camino desde ayer o anteayer, para que
inclusive pudiéramos rociar el cuarto y aplacar el olor a fumador que tenía. ¡Gracias Señor!
Jueves
6 de noviembre de 2008
No
pudimos ir a misa, pues había que empacar todo, volver a chequear y estar donde
el abogado a las 9:00 a.m.
Llegamos
a la Corte y toda mi declaración estuvo llena del Espíritu Santo. Duró como hasta la 1:00 p.m. Luego fuimos a almorzar y nos fuimos a
dejar a Sylvia Regina al aeropuerto. Cuando la dejamos sentí que un pedazo de mi corazón se iba
con ella. Era el amor del Espíritu
Santo que nos envolvía a ambos y nos pedía ese sacrificio de separarnos, para
que el Señor tuviera misericordia de nosotros. Así lo entendí y así le ofrecí ese dolor, de verla partir. Le di gracias al Señor, por todo el amor
y todo lo que nos había dado esta semana. ¡Gracias Señor!
Viernes
7 de noviembre de 2008
Me
levanté temprano para ir a misa y después nos fuimos donde el abogado, con
Jorge. Se nos hizo tarde y ya no
tuvimos tiempo de desayunar. Llegamos
casi a las 9:00 a.m. y mi sorpresa fue que la cita con el Juez era para las
9:00 a.m. o sea que inmediatamente nos fuimos a la Corte. También fue una sorpresa que ahí tenían
al gerente para testificar, por teléfono y dijeron que su supuesto anterior
abogado iba a testificar hasta el lunes.
Terminamos como a la 1:00 en la Corte.
Salimos
a la carrera para el aeropuerto. Yo iba dándole gracias a Dios por toda la
semana, en la cual habíamos visto su presencia y Gloria defendiéndonos. Al llegar al aeropuerto, me di cuenta
que no tenía el pasaporte, registré todo y le dije a Jorge que registrara todo
el carro y no lo hallamos. Le
hablé a Sylvia Regina para ver si ella lo tenía y tampoco, hablé a la oficina
del abogado y tampoco; al hotel y nada.
Decidí
irme con el DUI. Me registré y cosa
curiosa, llegué hasta la puerta de abordaje del avión, pero ya cuando estaba
por abordar, despues de casi dos horas de espera, me dijeron que no podía
viajar si no tenía el pasaporte!!! Comprendí que era un ataque del enemigo (satanás)
y pacientemente me fui a recoger las valijas a otra terminal. Le hablé a Jorge para que me viniera a
recoger. Me puse a rezar el
Rosario y comprendiendo que sólo era un ataque del enemigo y que por algo el
Señor había querido que me quedara.
Cambié la reservación para el siguiente día, seguro que iba a encontrar
el pasaporte en algún lado y le dije al Señor que lo hacía con la Fe, que El me
iba a encontrar el pasaporte antes del vuelo de mañana. No fuera a ser que lo encontrara y
después no me puediera venir porque no había vuelo.
Vino
Jorge a recogerme en el carro que yo había alquilado y él iba a devolver mañana,
que se regresaba a San Salvador. Contándole mi testimonio de Fe estaba, cuando el
Espíritu Santo me iluminó y me dijo que buscara el pasaporte entre los asientos y al meter la mano... ahí estaba el estuche del pasaporte!! Fue hasta entonces que me acordé que
ahí lo había puesto en una emergencia el día anterior, al registrarnos en el hotel;
cosa que nunca hago. Me sentí
feliz y ¡¡lleno del Espíritu Santo!!, pues comprendí porqué el Señor no había
querido que me fuera con el DUI, pues sabía que mi testimonio de Fe le iba a
servir a Jorge, pues lo necesita en este momento y además, si me hubiera ido no
hubiera podido buscar en el carro, pues ya Jorge lo había hecho y no había
encontrado nada y mi pasaporte se hubiera quedado perdido en el carro; cuando
él lo entregara mañana. ¡GRACIAS SEÑOR!
Yo saltaba
de la alegría de sentir el Amor del Señor y comprendí que lo que había pasado
durante la semana era más importante de lo que yo pensaba, pues se ve que el
enemigo (satanás) estaba bastante enojado y molesto. ¡GLORIA A DIOS! ¡Bendito sea el Señor!
"Con oraciones pedimos gracias a Dios;
en la Santa Misa comprometemos a Dios a que nos las conceda."
San Felipe Neri
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