Lunes 22 de junio de
2009
Imitación de Cristo 650
Nos levantamos a las
siete en punto. Yo sobresaltado porque habíamos quedado de ir a misa tres días
con Camila y Rober y hoy nos habíamos quedado dormidos. ¿Qué quería el Señor? Comprendí que esa era su voluntad y la
aceptamos con humildad. Me vine a
orar, e inmediatamente el Señor me puso la mirada en el libro de “La Imitación de Cristo”, pues me sentía
desolado, lejos de Dios y abandonado… un dolor casi indescriptible. Me dijo:
2
Sobre todo, debes humillarte por la poca o ninguna devoción que sientes en tu
interior, más no por eso tienes que desalentarte demasiado o abandonarte a una
tristeza excesiva. 3 No es infrecuente que Dios dé a veces en un
momento lo que por largo tiempo ha diferido en concedernos; y en ocasiones da
al final lo que nos negó al principio de la oración. 4 Si nos
llovieron las gracias del cielo sin demora, de acuerdo con nuestros deseos,
difícilmente podrá el hombre soportarlo, dada su natural flaqueza. 5 Aguarda, pues, la gracia de
la devoción con firme esperanza y con esa paciencia que es patrimonio de los
humildes. Y si ves que Dios no te la concede, o te priva de ella, ignorando tú
la causa, atribúyelo a ti mismo como responsable de ello por tus pecados.
¿Señor, qué me hace
falta? Pasó el día y no llegaron
los fondos. Nuestro abogado le escribió
al abogado de los banocos que mandara los fondos sólo de capital y se dejaran
los intereses pendientes, pero no hizo caso y no los mandó, a pesar que ya los
tenía.
Lo mismo con los fondos
del seguro, no vinieron.
Martes 23 de junio de
2009
Nos levantamos para ir a
misa. Camila se había adelantado y
se había ido al gimnasio, pero nos dejó una nota que iba a llegar después. Este era el segundo día de ir a misa con
ellos. Después nos fuimos al Santísimo con Celina, que también había llegado.
Miércoles 24 de junio de
2009
Hoy fue el tercer día de
ir a misa, no pudimos ir a misa, pues Camila se tenía que venir temprano, pero
todos muy lindos, estuvieron a tiempo y fuimos de nuevo a pedirle al Señor para
que vinieran los fondos. Al
regresar, chequeé mis emails y no había nada. Le hablé al gerente de G&T y me dijo que efectivamente,
parecía que ya los habían enviado el día de ayer, pero ellos todavía no los
habían recibido. ¡GLORIA A
DIOS! A las 3:00 p.m., hora de la
Misericordia, los fondos ya estaban en nuestra cuenta. Inmediatamente le mandé un mensajito a
Sylvia Regina, en cuanto supe que ya teníamos los fondos. Luego nos fuimos con Rober al Santísimo
para darle gracias a Dios y luego a Agape, para ver si podía comprar un Misal,
pero ya no habían.
Luego fuimos a la
oficina y le conté a Marco Tulio y Guadalupe la buena noticia y también estaban
súper contentos y agradecidos con Dios.
¡Gloria a Dios!
Luego hablé con Sylvia
Regina y me contó que había recibido el mensajito y había dado su testimonio en
la Asamblea de María Madre de Dios, donde estaba, pues además se había dado
cuenta que: a) hoy es el día de Aniversario de La Virgen de Medjugorje; b) Hoy
era el tercer día de ir a misa con los niños y; c) Hoy era el tercer día
después que habíamos ido a visitar al Divino Niño en la Iglesia San Pablo. El Espíritu Santo la había iluminado de
todo esto. ¡Gracias Señor!
Jueves 25 de junio de
2009
Jeremías 1, 4-10; 17-19
Me levanté a orar, para
darle gracias a Dios por todas sus bendiciones y para escuchar su Palabra. Me dijo en un tono paternal:
Recibí esta palabra del Señor: 5 «Antes de formarte en el
seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te
destiné a ser profeta de las naciones.» 6 Yo exclamé: «Ay, Señor,
Yavé, ¡Cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!» 7 Y Yavé me
contestó: «No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe, y
proclamarás todo lo que yo te mande. 8 No les tengas miedo, porque
estaré contigo para protegerte, palabra de Yavé.» 9 Entonces Yavé
extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: «En este momento pongo mis
palabas en tu boca. 10 En este día te encargo los pueblos y las
naciones: Arrancarás y derribarás, perderás y destruirás, edificarás y
plantarás.» 17 Tú, ahora, muévete y anda a decirles todo lo que yo
te mande. No temas enfrentarlos, porque yo también podría asustarte delante de
ellos. 18 Este día hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro y
una muralla de bronce frente a la nación entera: frente a los reyes de Judá y a
sus ministros, frente a los sacerdotes y los propietarios. 19 Ellos
te declararán la guerra, pero no podrán vencerte, pues yo estoy contigo para
ampararte, palabra de Yavé.»
Viernes 26 de junio de
2009
No pude orar, pues ya
todo era de preparación para irnos de Administradores al Encuentro No. 58 y
había mucho que hacer. A la 1:00
p.m. nos fuimos con Javier y Judith a arreglar el salón, todos íbamos bien
ilusionados. El día pasó súper
rápido. Nos acostamos a las 4:30
a.m.
A mediodía me habló Jorge,
que a su hija de 29 años le habían encontrado un tumor maligno y la iban a
operar el próximo miércoles. Como
a la 1:30 p.m. nos dimos cuenta que Rober no había venido y Sylvia Regina le
habló por teléfono, para ver donde estaba. Comprendimos que era un ataque del enemigo, para que nos
distrajéramos y no fuéramos al Encuentro. Gracias a Dios, el Espíritu Santo nos
dio discernimiento y decidimos ir al Encuentro, a pesar del incidente.
"¡Oh Jesús mío, fortalece mi debilidad en el ardiente deseo que tengo de amarte!"
Santa Gema Galgani
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