Lunes
29 de enero de 2007
Judit
8, 25-27
Me levanté a
orar, temeroso del día de hoy, pues esta semana es un momento crítico para el
caso y se me sale el corazón de alegría, el sólo pensar si el Señor nos va a
hacer el milagro y se glorifica con toda la familia y todo el personal; los
cuales tienen ya más de año y medio de estar orando juntos. ¡Señor, en tus manos encomiendo nuestra
esperanza! Me contestó: 25 Por todos estos
motivos debemos dar gracias al Señor, nuestro Dios, que ha querido probarnos
como a nuestros padres. 26 Recuerden lo que hizo con Abraham, las
pruebas por las que hizo pasar a Isaac, lo que le sucedió a Jacob en
Mesopotamia de Siria cuando pastoreaba el rebaño de Labán, hermano de su madre.
27 Como los colocó en el crisol para probar sus corazones, así el
Señor nos hiere a los que nos acercamos a él, no
para castigarnos, sino para instruirnos. Luego me dijo: 9, 5 ¡Dios mío, escúchame! Tú hiciste las cosas pasadas, las presentes y las venideras, tú has pensado el presente y el futuro, y sólo se realiza lo que tú dispones, ya que los acontecimientos que tú quieres se presentan y te dicen: “¡Aquí estamos!” 6 Pues preparas tus intervenciones y tus decisiones están previstas de antemano. 7 Mira la muchedumbre de los asirios; están orgullosos de sus caballos y jinetes; alaban la fortaleza de sus infantes, confían en sus escudos y en sus lanzas, en sus arcos y en sus hondas. 8 Señor es tu nombre. ¡Quebranta su fuerza con tu poder! ¡Derriba su dominio con tu ira!, pues pretenden profanar tu Santuario, manchar la Tienda donde se encuentra la gloria de tu Nombre y destruir con hierro los cuernos de tu altar. 10 Castiga con la astucia de mis palabras al esclavo y al señor, al jefe y sus servidores; acaba con su soberbia por medio de mi mano de mujer. 11 Pues tu fuerza no está en la multitud, ni tu poder en los valientes, sino que eres el Dios de los humildes, defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, protector de los abandonados, salvador de los desesperados. 12 … ¡escucha mi plegaria! 14 Haz que toda nación y toda tribu reconozca que eres Dios, todopoderoso y fuerte, y que fuera de ti no hay otro protector para el pueblo de Israel.
para castigarnos, sino para instruirnos. Luego me dijo: 9, 5 ¡Dios mío, escúchame! Tú hiciste las cosas pasadas, las presentes y las venideras, tú has pensado el presente y el futuro, y sólo se realiza lo que tú dispones, ya que los acontecimientos que tú quieres se presentan y te dicen: “¡Aquí estamos!” 6 Pues preparas tus intervenciones y tus decisiones están previstas de antemano. 7 Mira la muchedumbre de los asirios; están orgullosos de sus caballos y jinetes; alaban la fortaleza de sus infantes, confían en sus escudos y en sus lanzas, en sus arcos y en sus hondas. 8 Señor es tu nombre. ¡Quebranta su fuerza con tu poder! ¡Derriba su dominio con tu ira!, pues pretenden profanar tu Santuario, manchar la Tienda donde se encuentra la gloria de tu Nombre y destruir con hierro los cuernos de tu altar. 10 Castiga con la astucia de mis palabras al esclavo y al señor, al jefe y sus servidores; acaba con su soberbia por medio de mi mano de mujer. 11 Pues tu fuerza no está en la multitud, ni tu poder en los valientes, sino que eres el Dios de los humildes, defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, protector de los abandonados, salvador de los desesperados. 12 … ¡escucha mi plegaria! 14 Haz que toda nación y toda tribu reconozca que eres Dios, todopoderoso y fuerte, y que fuera de ti no hay otro protector para el pueblo de Israel.
Al llegar a la
oficina, llegó Damián y nos pudimos poner de acuerdo en sus honorarios. Luego,
por la tarde fui a hablar con Alex y recibimos otra oferta cambiada de Damián,
la reunión fue positiva y pudimos mandarle una contra-oferta. De Vidal no recibimos nada y tampoco los
dividendos de Nejapa Power.
Martes
30 de enero de 2007
Hechos
9, 4-6; 15-22
Siracides
4, 11-19
Me levanté a
orar y el Señor me dijo: 3 Mientras iba de camino, ya cerca de Damasco, le envolvió de
repente una luz que venía del cielo. 4 Cayó al suelo y oyó una voz
que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» 5 Preguntó él:
¿Quién eres tú, Señor? y él respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues.» 6
Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer. 15
El Señor le contestó: «Vete. Este hombre es para mí un instrumento excepcional,
y llevará mi Nombre a las naciones paganas y a sus reyes, así como al pueblo de
Israel. 16 Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi
Nombre.» 22 Saulo se mostraba cada vez más fuerte cuando demostraba
que Jesús era el Mesías y refutaba todas las objeciones de los judíos de
Damasco. Luego me dijo que
todavía me quería decir algo: 4, 11 La sabiduría educa a sus hijos y cuida de los
que la buscan. 12 El que la ama, ama la vida; los que parten de
mañana en su búsqueda serán colmados de alegría. 13 El que la posee
alcanzará al fin la gloria; el Señor le dará su bendición. 14 Los
que la sirven se hacen los ministros del Santo, los que la aman son amados del
Señor. 15 El que la escucha tendrá un juicio acertado, el que la
obedece estará seguro. 16 El que confía en ella la heredará y sus
descendientes disfrutarán de ella. 17 Al principio lo llevará por
caminos ásperos, le provocará miedos y sustos; lo agotará con su disciplina
hasta el momento en que pueda contar con él; multiplicará sus exigencias para
ponerlo a prueba. 18 Pero luego lo llevará por caminos planos, le
procurará la alegría y le revelará sus secretos. 19 Pero si se ha
extraviado, lo abandonará y dejará que se pierda.
Me habló Mario
Hurtado de Globeleq y me dijo que quería reunirse conmigo en mi oficina el día
de mañana, lo cual era una excelente noticia, que venía de Dios. Pude sentir el poder del Espíritu Santo
y me fui corriendo a contarle a Alex, la reunión fue positiva y estuvimos
optimistas de la furura reunión con Mario.
Miércoles
31 de enero de 2007
Salmo
56
Me levanté a
orar, pidiéndole al Señor su luz e iluminación para comprender como abordar la
reunión con Mario. El Señor, me
dijo: 2 Oh Dios, ten piedad de mí, que me
hostigan; me acosan asaltantes todo el día, 3 me hostigan todo el
día y miran cómo me debato. ¡Qué numerosos son mis adversarios! 4 En
ti pondré, oh Altísimo, mi confianza el día que tenga miedo. 5
Renuevo mi fe en las palabras de Dios y no temo más: ¿qué me puede hacer un ser
de carne? 10 Retrocederán mis enemigos el día que le invoque. Sé muy
bien que Dios está conmigo. 11 Mi fe renuevo en las palabras de
Dios, tengo fe en la palabra del Señor; 12 confío en Dios y no temo
más, ¿qué puede hacerme un hombre? 13 No me olvido, oh Dios, de mis
promesas, te ofreceré sacrificios para darte gracias, 14 porque me
sacaste de la muerte; no dejaste que diera un paso en falso.
Pasé bien
nervioso todo el día, por la visita de Mario Hurtado a las 3:00 p.m. (ahora
realizo que fue a la hora de la Divina Misericordia). La reunión fue muy amistosa. A la hora de la oración, les conté al
personal mi experiencia y les dije que Mario había sido un profeta que nos
mandaba el Señor, para decirnos que todo se iba a arreglar y que era un mensaje
de esperanza que nos había enviado; esto lo hice porque el evangelio que leímos
era: Marcos 6, 1-6, donde Jesús nos dice: Todos honran a un profeta, menos los de su tierra y sus
parientes y los de su casa. ¡GLORIA A DIOS!
Jueves 1 de febrero de 2007
Salmo
127
Marcos
3, 3; 5, 13-14
Abrí los ojos y
realicé que era ya 1º de febrero y no hemos resuelto nada, en realidad, pero
dije como todas las mañanas: “BUENOS DÍAS ESPÍRITU SANTO”, “SEÑOR JESÚS, TEN
MISERICORDIA DE MÍ.” Lo dije como en
el despertar de una nueva realidad, como que era el despertar de una nueva
etapa. El Señor, me dijo: Dichoso el que
teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás
dichoso, te irá bien. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus
hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa: esta es la bendición del
hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la
prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida; que veas a los hijos de tus
hijos. ¡Paz a Israel! Luego
me dijo: 3 … Ponte de pie y
colócate aquí en medio… 5 Entonces Jesús paseó sobre ellos su
mirada, enojado y muy apenado por su ceguera y dijo al hombre: «Extiende la
mano.» El paralítico la extendió y su mano quedó sana. 13 Jesús
subió al monte y llamó a los que él quiso y se reunieron con él. 14
Así instituyó a los Doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a
predicar, 15 dándoles poder para echar demonios.
Nos reunimos
con Alex y la reunión fue positiva. Nada más pasó y Vidal no nos dice nada. Me fui a
visitar al Santísimo en la tarde, no podía pensar en algo más importante que
hacer, más que pedir al Señor su misericordia.
Viernes
2 de febrero de 2007
Salmo
55
Hechos
20, 10-12
Me levanté ya
preocupado, pues no sabemos nada de Vidal y el tiempo pasa. El Señor, me
dijo: Oh
Dios, pon atención a mi plegaria, no desatiendas mis súplicas. 3
Atiéndeme y respóndeme: me agito lamentándome y gimiendo, 4 al oír
la voz del enemigo y las amenazas del impío. 6 Mi corazón se
estremece en mi pecho, una angustia mortal me sobrecoge; me invaden el miedo y
el terror y el pavor me atenaza. Y yo dije: 7 Si tuviera alas de
paloma volaría a donde pudiera posarme. 8 Huiría muy lejos, y
pasaría la noche en el desierto. 9 Buscaría un asilo a toda prisa
contra la tempestad y contra el viento. 13 Si llegara a insultarme
un enemigo, yo lo soportaría; si el que me odia se alzara en contra mía, me
escondería de él; 14 mas fuiste tú, un hombre como yo, mi familiar,
mi amigo, 15 a quien me unía una dulce amistad; juntos íbamos a la
casa de Dios en alegre convivencia. 17 Pero yo clamo a Dios y el
Señor me salvará. 18 De tarde, de mañana, al mediodía, me lamento y
me aflijo y escuchará mi voz. 19 Me dará la paz, me sacará del
combate, aunque muchos estén en contra mía. 20 Dios atenderá y los
humillará, el que reina desde siempre. ¿Podrán convertirse si no temen a Dios? 21
Alzan la mano contra sus amigos, no cumplen sus compromisos, 22 su
boca es más untuosa que una crema pero su corazón es agresivo; sus palabras,
más suaves que el aceite, son espadas desenvainadas. 23 Descarga en
el Señor todo tu peso, porque él te sostendrá; no dejará que el justo se hunda
para siempre. 24 Tú, oh Dios, los echarás al pozo de la muerte; los
hombres sanguinarios y embusteros no llegarán a la mitad de su vida; pero yo,
confío en ti. Le pregunté
al Señor qué debíamos hacer específicamente con Vidal y me contestó: 10 … No se alarmen, pues su alma está en él… 11
Subió de nuevo, partió el pan y comió. 12 En cuanto al joven, lo
trajeron vivo, lo que fue para todos un gran consuelo.
Sábado
3 y domingo 4 de febrero de 2007
No íbamos ir al
Retiro, para no dejar a Roberto Adriano solo. Sin embargo, Sylvia Regina me despertó y me dijo que nos
fuéramos, pues Rober le había dicho que tenía un evento en el Eagles y por
tanto no iba a estar solo. Que
además Denise se podía encargar de recoger las papeletas en las misas, en la
Transfiguración. Nos fuimos al
Retiro y sólo nos salimos un rato para ir al velorio del papá de José Luis, que
había muerto hoy en la madrugada. Valió la pena ir y el Señor nos facilitó todo
para que pudiéramos ir. Fuimos a
almorzar a Mr. Donuts y ahí nos encontramos con Denise y Sor Alicia o sea que
el día estuvo completo.
Regresamos ya
tarde a recoger a Rober y todavía lo tuvimos que esperar, pues estaban rezando
el Rosario. Fuimos a ver a mis
papás y la reunión estuvo positiva. El domingo nos levantamos, de nuevo, para ir al Retiro. Nos salimos para ir a la misa de cuerpo
presente del papá de José Luis. Pudimos
comprender que esa había sido la voluntad del Señor, que fuéramos al Retiro,
pues nos sentimos bien en paz por haber ido.
Al terminar,
todavía alcanzamos a llegar a la misa de las 5:00 y 7:00 en la Transfiguración
y ayudarle a Sor Alicia a recoger las papeletas. Después llegaron Patrick y Denise. Fue un fin de semana intenso y lleno de
bendiciones del Señor. Durante el
Retiro, el predicador mencionó que había ahí una señora que no podía tener bebé
y que iba a ser sanada. Yo pensé en Sofía, nuestra hija y que el Señor le
estaba concediendo esa bendición.
"¿Sabes el daño que puedes ocasionar al tirar lejos una piedra, si tienes los ojos vendados?"
San JoséMaría Escrivá de Balaguer - Camino 455
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