Lunes 2 de julio de 2007
Siracides 11, 1-14
Me
desperté temprano y repetía: “Buenos días
Espíritu Santo”… “Señor Jesús, ten
misericordia de mí”, pues hoy es el juicio penal en el 4º Tribunal de
Sentencia. Me sentía confiado en
el Señor, que todo va a salir bien y no iba a ir a la cárcel. Así me lo ha dicho la Virgen a través
de Sylvia Ann. Mi mente se
trasladaba a que podía ir a la cárcel y aún así voy a estar dormido en paz, tranquilo
y confiado en el Señor; así como hicieron San Pedro y San Pablo y Angeles los
llegaron a sacar. No sé que sería
de mí, si no escuchara al Señor, que me dice: ¡No
temas! 1 El pobre, sí es un sabio, lleva la frente en alto; se
sienta entre los notables. 4 No te sientas orgulloso de la ropa que
llevas, ni te creas el día en que te honran; ¿sabes lo que el Señor prepara sin
que se lo note? 8 No respondas antes de haber escuchado, ni
interrumpas al que habla. 14 Prosperidad y mala suerte, vida y
muerte, pobreza y riqueza, todo viene del Señor.
Fuimos
a la misa de las 7:00 a.m. a Cristo Redentor, para comensar bien el día, aún
con el riesgo de llegar tarde, lo cual no lo hubiera hecho antes de conocer al
Señor. Al salir de la misa, Sylvia
Ann me dijo: dice la Virgen que te diga: Dile a Kuky
que éste es un “lovely day” y que todo va a salir bien. ¡La Virgen me dijo Kuky!!! Me
sentía muy especial, pues la Virgen me había llamado Kuky.
Llegamos
al Juzgado y desde que llegué ya fui tratado como un reo. Me hizo recordar de Jesús, que le
quitaron su libertad y lo dejaron solo por completo. Llegamos al salón y ya no pude hablar con Sylvia Regina. El juicio comenzó y el primer tema era
si el tribunal iba a aceptar los
papeles de las transferencias, que habíamos encontrado con la ayuda del
Espíritu Santo. En un momento dado
dijeron que sí las iban a aceptar y yo le di gracias a Dios!, pues esto me
confirmaba que El estaba conmigo y todo lo que la Virgen me había dicho a
través de Sylvia Ann era cierto; pero luego los acusadores protestaron y el
Tribunal revocó la aceptación y no las aceptaron. Entonces me confundió y pedí al Señor que me iluminara, pues
primero me había hecho el milagro de que los papeles aparecieran y después no
nos los aceptaban… ¿Adónde estás Señor? ¡Despierta! Luego, los jueces propusieron que ambas partes nos
pusiéramos de acuerdo y reconciliáramos. Esta fue una prueba más que me mandaba el Señor, pues no me
habían aceptado los papeles y ahora debía decidir sobre si aceptar un delito
que no había cometido y suspender el juicio o seguir el juicio y depositarme en
la voluntad del Señor. De pronto
me encontré como David, cuando le toca decidirse entre si quiere que lo juzguen
los hombres o Dios. Igualmente, el
Espíritu Santo me dio la fortaleza y elegí que me juzgue Dios y no acepté la
propuesta de “los hombres”, que compremdí venía de Satanás, pues involucraba
una mentira. Cuando llegó el turno
de declarar de la gerente general de la empresa que me acusaba, la cual era el
testigo clave de ellos, la Virgen le puso un “velo” para que no me distinguiera
y al preguntársele si el Ing. Vilanova estaba presente en la sala, ella
contestó que “no”, pues no me reconoció, aunque la tenía a menos de
cinco metros de distancia. Eso
hizo que todo su testimonio se comprendiera que es una mentira. Los jueces se retiraron a deliberar y
yo estaba muy preocupado, pues cualquier cosa podía salir como veredicto. Los acusadores habían pedido cuatro
años de cárcel para mí. Estábamos
abrazados con Sylvia Regina y Sylvia Ann nos vino a decir que “dice la Virgen
que todo va a salir bien”. Pasó un
rato y nos vino a decir: “miren por la ventana” y al voltear a ver la ventana,
que era una ventana alta y de vidrio entero, en el cielo azul se había formado,
de nubes, un angelito “perfecto”, con sus alas y su carita bien formada. Sylvia Ann nos dijo: esa es la señal de
la Virgen que “todo va a salir bien”.
Inmediatamente, las nubes se fueron desformando y el angelito se
desvaneció. Salieron los jueces, más bien ya sólo el Juez Presidente y después
de una exposición que sólo podía ser inspirada por el Espíritu Santo, pues me llamó
la atención su elocuencia y sabiduría en la exposición, dijo la palabra
“ABSUELTO DEFINITIVAMENTE” y yo rompí en llanto; sintiendo el amor del Señor,
por haber confiado en El y La Virgen Santísima. ¡GLORIA A DIOS!
Después
nos fuimos a darle gracias a Dios, al Don Rúa, a María Auxiliadora y después al
Santísimo, tal y como lo había hecho hace unas semanas, cuando el Juez 7º de
Instrucción, también me había absuelto; pero que la Cámara revocó esa decisión.
Entonces no comprendí por qué Dios permitió esa revocatoria, pero ahora sí lo comprendí,
pues ahora mi Fe, mi Esperanza y mi Amor se habían multiplicado; tal y como
había pasado con Abraham, al superar esa prueba tan dura que también le puso;
de haber estado dispuesto a sacrificar a su hijo, pues Dios se lo había pedido.
Martes 3 de julio de 2007
Marcos 11, 22-26
Me
levanté agotado, pero sintiendo un nuevo amanecer en el Señor. Con un nuevo horizonte lleno de Fe,
Esperanza y Amor y sintiendo a La Virgen caminando a la par nuestra hacia el
Señor, Ella nos lleva. Me
dijo: 22 Jesús respondió: «Tengan fe en
Dios. 23 Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de
ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice,
se le concederá. 24 Por eso les digo: todo lo que pidan en la
oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25 Y cuando se
pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, 26
para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.»
Miércoles 4 de julio de 2007
Efesios 6, 10-18
El Señor me dijo: 10 Por lo demás, fortalézcanse en
el Señor con su energía y su fuerza. 11 Lleven con ustedes las armas de Dios, para que puedan resistir las
maniobras del diablo. 12 Pues no estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y
autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y
fuerzas malas del mundo de arriba. 13 Por eso, pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo
puedan resistir y mantenerse el la fila valiéndose de toda sus armas. 14 Tomen la verdad como cinturón
y la justicia como coraza; 15 estén bien calzados, listos para propagar el Evangelio de la paz. 16 Tengan siempre en la mano el
escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. 17 Por último, usen el casco de
la salvación y le espada del Espíritu Santo, o sea, la Palabra de Dios. 18 Vivan orando y suplicando. Oren todo tiempo según les inspire en Espíritu.
Jueves 5 de julio de 2007
Marcos 11, 30
Génesis
22, 1-19
Me
sentí confundido y anonadado, por todo lo que ha estado pasando y casi no he
tenido tiempo de orar, ni de ir al Santísimo; ni tampoco a misa.
El
Señor me contestó: 30 Este asunto ¿venía de
Dios o era cosa de hombres? Me
sentí reconfortado, pues aunque no entiendo nada… sólo sé que Dios está con
nosotros.
A
mediodía me habló la persona que nos va a comprar las acciones de una empresa
que tenemos y acordamos venderlas ¡GLORIA A DIOS! Eso nos da suficiente dinero para esperar el resultado de juicio
contra Nejapa Power y tal vez construir algunas casas en Lourdes.
Por
la tarde me fui al Santísimo, para agradecerle al Señor por todas sus bendiciones.
Por la noche le consultamos a los
rectores del Reencuentro, sobre si podíamos no ir, para no dejar a Sofía
sola. A Sylvia Regina se le partía
el corazón cuando estaba hablando. El Señor nos estaba poniendo otra prueba grande, semejante a
la de Abraham, de sacrificar a su hijo, pues El se lo pedía. Durante la Asamblea, el Señor nos dio la
fortaleza para comprender que eso era lo que El quería, que hiciéramos como
Abraham y estuviéramos dispuestos a hacer el sacrificio de no estar con Sofía,
con tal de servirle a El, lo cual nos dolía mucho. La Rondalla cantó una canción de la Hermana Glenda en este
sentido “Quien deje a sus hijos por mí, me encontrará,
me encontrará” y yo comprendí que eso era lo que el Señor nos pedía. Sylvia Regina igual y en la hojita de
“Palancas” que teníamos, puso: “Servir en el Reeencuetro” o sea que era el
sacrificio que íbamos a hacer, a pesar que para nosotros es un gusto servir al
Señor; pero ahora se volvía un sacrificio, pues no queremos dejar a Sofía
sola. Además le hizo en la misma
hojita una nota a la esposa del rector, diciéndole que también ofrecía ese
sacrificio por la salud y recuperación de ella. Yo le di gracias a Dios por todas sus bendiciones. La lectura de la misa de hoy era el
pasaje de cuando Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo ¡Abraham, Abraham! El respondió: Aquí estoy! Y Dios le dijo:
“Toma a tu hijo único, Isaac a quien tanto amas; vete a la región de Moriah y
ofrécelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré.
Viernes 6 de julio de 2007
Hechos 22, 13-21
Me
levanté confundido. Las pruebas
son enormes y el peso que llevamos sólo es posible llevarlo con el “yugo” del
Señor, que nos ayuda con la carga. El Señor me dijo:
13 …
«Saulo, hermano mío, recobra la vista.» Y en el mismo instante pude verle. 14
Entonces agregó: «El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su
voluntad, veas al Justo y oigas su propia voz. 15 Con todo lo que
has visto y oído serás en adelante su testigo ante las personas más diversas. 16
Y ahora, ¿a qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados
invocando su Nombre. 21 … «Anda; ahora te voy a enviar lejos, a las
naciones paganas.»
Sábado 7 y domingo 8 de julio de 2007
Hoy fuimos a servir al
Reencuentro No. 13
Le dio a mi papá el derrame
Nos
levantamos temprano para ir al Reencuentro. Ya nos sentíamos contentos de haber tomado la decisión que
el Señor quería, pues había gozo en nuestro corazón. Yo sabía que, por eso, el Señor nos iba a dar grandes
bendiciones para el acercamiento con nuestros hijos. Así fue, pues el
Reencuentro estuvo lindísimo y de gran crecimiento para nosotros. Además, el
domingo a la hora de la misa, ahí estaban Luigi, Ariana, Paolo y Sofía. Le dimos gracias a Dios por ese momento
tan especial. Después nos fuimos
todos a tomar un café al Coffee Cup y también fue un momento “bendecido”; bendecido
por el Señor. Luego, hasta nos
alcanzó el tiempo para ir a visitar a Doña Sylvia, que había venido hoy de
Boston.
Al
llegar a la casa, recibí una llamada de Guayo, que mi papá estaba malo y no
reaccionaba y que creía que había tenido un derrame cerebral. Todo cambió, pero me sentí en paz, de
aceptar la voluntad del Señor. Sin
embargo, me sentía triste, pues una de las cosas que más le he pedido al Señor
es que no se lo lleve antes de que le pueda contar que ya todo se ha arreglado
con el juicio contra Nejapa Power.
Se
me partió el corazón al verlo inconsciente y oír decir al médico que ya no iba
a poder hablar, que había perdido
la memoria y que tenía un 97% de probabilidades de morir en los próximos tres
días. Le impusimos las manos con
Sylvia Regina y todos mis hermanos y mi mamá. Yo le pedí al Señor que no se lo llevara, hasta que pudiera
saber que ya todo lo económico estaba resuelto. Se me quebró la voz en la oración, por mi llanto y mi
súplica, pidiéndole al Señor y diciendo: “pero que no se haga mi voluntad, sino
la tuya, pues siempre es la mejor”. Después me fui a traer a Monseñor Urioste y la dio la "Unción de los Enfermos"… milagrosamente, a partir de ahí comenzó a recuperarse.
El
médico había dicho que le iba a quedar la mitad del cuerpo paralizado (el lado
derecho) y la cara del lado izquierdo; pero ya el lunes, en la mañana, podía
mover el brazo derecho. ¡GLORIA A DIOS!, bendito seas Señor.
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