Impacta lo que se ha venido experimentando con
relación al poco interés de parte de los jóvenes, para sacar su DUI. Los partidos políticos culpan al
Tribunal Supremo Electoral, pues se piensa que es cuestión de campañas
publicitarias o promoción mediática y el TSE culpa a los partidos políticos,
acusándolos que son ellos los que tienen que revisar sus propuestas, sobretodo
a los jóvenes, pues es ahí donde se manifiesta el problema.
Si analizamos la realidad, el problema es un poco
más complejo que esto y se puede concluir que la falta de interés en sacar los
nuevos DUI es solo un síntoma y que el verdadero problema es la falta de “esperanza”
en que ha caído gran parte de la población, no solo los jóvenes; por la falta
de propuestas nuevas e innovadoras de los partidos políticos, que hagan volver
a tener la esperanza que las cosas pueden cambiar en el futuro.
En la vida política de un pueblo, la raíz de toda desesperanza
es la aceptación de que la realidad del futuro no se puede cambiar y la
principal razón de esto viene dada no por la creencia de que no se tiene la
capacidad, pues muchas veces se comprende que sobra, sino de pensar que las
personas que pueden hacer los cambios no están interesados en hacerlos y por
tanto, por más que se intente, las personas responsables siempre van a tener el
poder de evitar que los cambios ocurran; sobretodo si para esto, el marco
institucional puede ser “manipulado”, como ha estado ocurriendo en los últimos
meses.
El último caso más relevante, pues desgraciadamente
ya van ocurriendo varios durante esta administración de gobierno, es lo
referente a la falta de elección de los funcionarios de la Corte de
Cuentas.
La acefalía de esta institución es algo similar a
aquella persona que es dueño de una casa y le pide a otra que viva en ella para
que se la cuide, sin embargo un día, el que se la está cuidando le avisa que ya
no la va a poder cuidar y que como no tiene la llave va a dejar la puerta
abierta y el dueño, aún sabiendo que está sola y sin llave, decide no encargar a
otra persona para que la cuide; pues no encuentra a la persona adecuada que lo
haga.
Lo que la mayoría de salvadoreños estamos claros es
que la falta de funcionarios en la Corte de Cuentas atenta contra los principios
sobre los cuales descansa gran parte de nuestro sistema de gobierno y socava la
institucionalidad democrática, pues es precisamente la Corte de Cuentas la
encargada de velar por la correcta y honesta actuación de todos los
funcionarios públicos, en el manejo de los fondos que le pertenecen a todos los
salvadoreños. Sin embargo,
pareciera que a los “dueños temporales” de el “gobierno” y que son, por
elección popular, el presidente de la República y los diputados de la Asamblea
Legislativa, no les preocupa en lo más mínimo que “su casa” se encuentre sin
nadie quien la cuide y además “sin llave”.
Ante este panorama de desesperanza, lo que los
actuales “dueños temporales” deben tener en cuenta es que, a lo largo de la
historia y ni aún con gobiernos completamente dictatoriales o que no respetan
las leyes, siempre se ha demostrado que la desesperanza puede llegar, pero el
patriotismo nunca se destruye y que, especialmente los jóvenes, van a
reaccionar con su amor patriótico y para la próxima elección no solamente van a
sacar su DUI, sino van a votar por aquel candidato que tenga el suficiente
patriotismo como para que, no solo les asegure que lo que está sucediendo ahora
ya no vuelva a suceder, sino que garantice también una “real” esperanza de
cambio hacia el bienestar económico y social de todos.
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