Lunes 12 de noviembre de 2007
Salmo 6
Pero sí tengo miedo, Señor. Me desperté con miedo de enfrentar esta nueva semana, pues no
sé cómo podría soportar el que el Juez conceda el Summary Judgement a favor de
Nejapa Power. Le pedía al Señor
fuerzas para soportar esto en caso que se diera, al mismo tiempo, le pedía que
nos hiciera el milagro hoy o mañana y pudiera llevar una noticia esperanzadora
a la celebración del cumpleaños de mi mamá, mañana. ¡Señor, concédenos este milagro!, pero que no se haga mi
voluntad sino la tuya, te lo pido en el nombre poderoso de nuestro Señor
Jesucristo! Me contestó: 2 Señor, no me reprendas
en tu ira, ni me castigues si estás enojado. 3 Ten compasión de mí
que estoy sin fuerzas; sáname pues no puedo sostenerme. 8 Mis ojos
se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos. 9
Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto. 10
El Señor atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración. 10 ¡Que
todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se
aparten, llenos de vergüenza!
Martes 13 de noviembre de 2007
Salmo 65
Me levanté siempre esperanzado en que el Señor me
había prometido una noticia esperanzadora para antes de la cena de cumpleaños
de mi mamá, hoy en la noche. Yo esperaba que fuera la noticia del Juez,
diciendo que habían negado el Summary Judgement y convocando a juicio. Le pedía sobremanera que el Juez no nos
fuera a sentenciar en contra; pues no creía poder soportarlo. Me dijo, a manera de consuelo: 2 En Sión, oh Dios, conviene alabarte y en Jerusalén cumplir
nuestras promesas, 3 pues tú has oído la súplica. Todo mortal viene
a ti con sus culpas a cuestas; nuestros pecados nos abruman pero tú los
perdonas. 6 Tú nos responderás, como es debido, con maravillas, Dios
Salvador nuestro, esperanza de las tierras lejanas y de las islas de
ultramar.
Durante el día hablé con el director del Banco y me
dijo que hablara con el encargado legal y fijamos una cita para mañana. Esa era la noticia esperanzadora que me
mandaba el Señor, antes de la cena de mi mamá. Me sentía súper contento, pues el Señor nos había respondido
y podría haber paz en la cena de cumpleaños de mi mamá. Sin embargo, además al llegar a la
casa, Sylvia Regina dijo que me tenía un mensaje de Sylvia Ann y que abriera su
email, que ahí estaba. La Virgen
nos mandaba a decir: Tell them, you and Roberto, that I love
them. Continue the faith.
Everything is going to be all right. The judge will come around. God says that Kuky is his soldier. To continue to pray. That everything is going to be all right.
Don’t worry. Give everything up to
me, all your sufferings and worries. I will take care of it, my soldier. You have a mission for me to do Kuky.
You must realize that this is for your own good so that others will see and
believe in Me! You will become a
great man for your country someday. Be at Peace, I am always with you. También nos
dijo que además, “That very night, I had
a huge liberation for a person involved in the litigation. Wow!!! I got sick after it. It was a doozy!!! The person’s heart is now opened. I am praying that he listens to our
Lord”. Me fui a la cena súper contento con
estas noticias esperanzadoras, que todo iba a salir bien y que había que tener
paciencia y que la resolución del juez iba a ser positiva. La cena de mi mamá
fue positiva y llena de paz y amor. ¡El Señor Cumplió!
Miércoles 14 de noviembre de 2007
Lucas 5, 10
Me dijo, … Jesús dijo a Simón:
«No temas; en adelante serás pescador de hombres.» Estaba orando, cuando recibí la llamada de mi mamá,
diciendo que la Nenita (nuestra prima) había fallecido en Boston. Ayer la habían hospitalizado, por un
problema de gripe, los hijos la habían dejado bien en el hospital anoche y hoy
en la madrugada había muerto de un paro cardíaco.
Me fui a la casa del tío Mario, todo era una tristeza
indescriptible, como cuando murió mi hermano José Adriano. Después me fui a la oficina.
Por la tarde me reuní con el gerente del Banco y la
reunión fue esperanzadora, pues me dijeron que ellos querían arreglar el
problema, teniendo como base nuestra propuesta y tomar el liderazgo con los Bancos.
Me vine bien contento, pues
comprendí que ya el Señor iba a actuar y todo se iba a solucionar, de acuerdo a
su promesa.
Vine a la casa, abrí el internet en el sitio en que
dan la información del caso y me topo con la bomba de noticia, el juez había
“Granted” todo lo que había pedido Nejapa Power, incluyendo “Attornies fees”. Me sentí ir de espaldas y que un enorme
peso me caía sobre la cabeza. Esto
es todo lo que le había pedido al Señor que no sucediera, que cuando menos nos
diera la oportunidad de ir a juicio. De otra forma, daba la impresión que yo era un loco
romántico, siguiendo una “voz” que no conduce a nada. Me sentí decepcionado. “¿Dios
mío, Dios mío, por qué me has abandonado? ¿Cómo puede ser este final tan repentino y equivalente a la
muerte y después de Tú promesa de ayer? ¿Cómo puede ser? Adónde estás? ¿Por qué me haces esto? Subí donde Sylvia Regina a contarle la
terrible e inesperada noticia y se me salieron lágrimas de los ojos, pues me sentí
como un niño irresponsable; siguiendo una “ilusión”, que a lo mejor no existe.
Tremendas dudas de la existencia de Dios, entraron en
mí. ¿Estaré siguiendo una “ilusión”
de mi mente o poniendo mi Esperanza en una creación de mi propia mente? Qué
dolor más intenso.
Le hablamos a Jorge y él venía bajándose del avión de
un viaje y estaba esperando sus maletas en el aeropuerto. No sabía nada, gracias a Dios reaccionó
con coraje y me dijo que el juez se había equivocado y que no me preocupara que
íbamos a apelar y que aunque pasáramos el resto de nuestras vidas apelando, que
así lo íbamos a hacer; que no me preocupara.
Sylvia Regina lo oyó y al final, El Señor me dijo a
través de ella: Que bendición que haya reaccionado así.
Habíamos quedado de ir a la casa de Roberto (un
posible donante para la adoración perpetua) con el Padre Martin y obedeciendo
al Espíritu Santo fui, pues lo que tenía eran ganas de mandar todo a “la china”,
pero el Señor me dio fortaleza y pude ir.
El Padre Martin me confirmó que eso era fruto de la
decadencia de valores en que está los Estados Unidos y que confirmaba todo lo
que habíamos estado platicando y el porqué La Misión se vuelve más importante. La reunión con Roberto, el donante, fue
positiva. Yo estuve ahí, pero mi
mente estaba en el vacío… tratando de comprender a Dios.
Por la noche, de nuevo el Señor me dijo a través de
Sylvia Regina: “Si lo comprendes no es Dios” (como explica San Agustín).
Ya antes en el carro, el Padre Martin me había dicho: “Bueno, a Dios
no lo vas a comprender hoy en la noche”; como diciéndome, “es imposible
comprender el porqué Dios hace las cosas como El decide hacerlas”.
Antes de acostarme le pedí a Dios una respuesta, con
todas mis fuerzas y nos dijo, pues yo sé que Sylvia Regina también estaba devastada,
aunque no me lo quizo hacer ver, pues tiene más confianza en Dios que yo. Isaías 55, 8 Pues
sus proyectos no son los míos y mis caminos no son los mismos de ustedes, dice Yavé.
9 Así como el cielo está muy alto por encima de la tierra, así
también mis caminos se elevan por encima de sus caminos y mis proyectos son muy
superiores a los de ustedes. 12 Sí, ustedes partirán con alegría y
serán traídos con toda seguridad. Cerros y lomas, a sus pasos, gritarán de
alegría y todos los árboles batirán las palmas. 13 En lugar del
espino crecerá el ciprés y el mirto, en vez de las ortigas. Y esto le dará fama
a Yavé, pues será una señal que nunca se borrará.
Se lo leí a Sylvia Regina y pude dormir mejor. El Espíritu Santo me levantó a las 2:30
a.m. y me dio una Esperanza concreta, un camino a seguir, una luz en el
horizonte… lo cual me hizo volver a poner mi confianza en el Señor. Quise gritar de felicidad, ¡ALELUYA!
¡ALELUYA! Pues recordé las
palabras de Santo Tomás Moro: “Todo lo que
me sucede es porque Dios así lo quiere y si Dios así lo quiere, por muy mal que
me parezca, siempre será lo mejor”. ¿Por qué no iba a confiar en esa jaculatoria ahora? Es cuando más el Señor me ponía a
prueba. Dormí en paz el resto de
la noche.. ¡el Señor está conmigo,
nada tengo que temer!
Jueves 15 de noviembre de 2007
No puede orar, pues habíamos quedado de ir con el Padre
Martin donde Oscar (otro posible donante para la adoración perpetua). Anoche le dije al Padre que no iba ir,
pues la verdad es que no estaba de humor para andar sonriendo y contento, pero
Sylvia Regina me convenció que debía ir y me dijo: “Marta, Marta… María hace sólo una cosa y ha
escogido la mejor parte”, ahora Jesús me lo decía a mí. Por eso, de nuevo el Espíritu Santo me
hablaba a través de ella y comprendí que debía sobreponerme y el Señor iba a
premiar mi esfuerzo.
Regresé a la oficina ansioso de confirmar la Esperanza
que el Señor me había dado el día de ayer en la madrugada, esperando alguna
buena noticia, pero me tuve que contener de confirmarla durante toda la reunión
con Oscar y la cual al final del día tampoco llegó. Comprendí entonces que no fue más que eso, una esperanza que
el Señor me había dado para que pasara una buena noche; pues lo que yo había
pensado resultó no ser así. Comprendí
que el Señor me la había dado sólo para que estuviera en paz y pudiera dormir. Mañana será otro día.
Viernes 16 de noviembre de 2007
No pude orar. Me reuní con el Padre Martin. Fui a la oficina. Fuimos a misa. Sentía un gran dolor. ¿Señor, adónde estás?
Sábado 17 y domingo 18 de noviembre de 2007
Por la mañana comencé a trabajar en el Motion que
íbamos a presentar el jueves, para que el juez reconsidere su decisión. En mi mente resonaban las palabras que la
Virgen nos había mandado a decir por medio de Sylvia Ann: The judge will come around (el juez va a cambiar de
opinión) y eso me lo había
dicho un día antes que saliera el veredicto, esto es lo que me motivaba a
preparar este escrito.
Por la noche nos reunimos con Monseñor José Luis
Escobar, obispo de San Vicente y el Padre Martin. De nuevo, sentía como que yo no estaba ahí. Servía al Señor con mi cuerpo, con mi
presencia, mi mente, pero mi espíritu no estaban ahí. El dolor es demasiado fuerte.
El domingo igual, amanecí escribiendo el escrito. Sólo paré para ir a ver a Rober ganar
la Copa San Ignacio, lo cual me hizo sentir contento por ese momento, pero
después regresé a mi tristeza habitual. Seguí escribiendo. Fuimos a misa. Vinieron a cenar los Pérez
y después seguí escribiendo hasta las 2:00 de la mañana.
Cuando íbamos a misa estallé en cólera contra Sylvia
Regina, por algo que me dijo. Tenía
años que esto ya no me sucedía, pues he aprendido a controlarme con la ayuda de
el Señor. Le pedí perdón, al
Señor, por no haberme podido controlar y también a Sylvia Regina. La descepción que siento es enorme.
"Es muy creido entre los hombres de negocio que, si uno se preocupa de su alma y de su conciencia, pronto se le menoscaba el patrimonio y empobrece."
San Francisco Javier
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