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Canonización de Monseñor Romero

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cronología de un Milagro - Marzo 2008-III


Lunes 17 de marzo de 2008

Isaías 30, 18-21; 55, 3

Me levanté como desorientado.  De pronto me di cuenta que ya no tenemos nada como para comenzar una nueva empresa, ni “sistemas”, pues de seguro ya están todos obsoletos.  
Me levanté a ver las entrevistas de la televisión y estaba hablando uno de los candidatos seleccionados por el COENA.  Me preguntaba ¿y qué quiere el Señor de mí?  ¿Para qué he pasado por tanto sufrimiento?  ¿Por qué tanta “corrección”del Señor?  
Sylvia Regina vino y me dijo que fuéramos a rezar el Vía Crucis y así lo hicimos, sacrificando inclusive el no ver a Paolo, nuestro nieto, que se estaba bañando en la piscina, pues Ariana se había quedado a dormir con nosotros… ¡Ayúdanos, Señor!… ¡Que nos hundimos!  Me contestó: 

18 Yavé está esperando el momento para perdonarlos; se levantará y tendrá piedad de ustedes, pues Yavé es un Dios justo y ¡felices los que en él esperan! 20 Después que el Señor les haya dado el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es su educador, ya no se ocultará más y ustedes verán al que les educa. 21 Cuando tengan que tomar el camino ya sea a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán sus palabras resonar detrás de ti: «Este es el camino que deben seguir.» 55, 3 … Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometidos a David.  

Quise hablar con el Licenciado del Banco y no estaba en la oficina.  Dijo que me iba a corresponder, pero ya no lo hizo.  Comprendí que esa era la voluntad del Señor o sea, que pase esta Semana Santa depositado en su voluntad, sin ya tener nada, ni empresa, ni empleo, ni tarjetas, ni dinero, ni carro; pues está varado en la casa, ni muchacha, pues habló Mauricio que la Rosy había llegado a la casa y dejó dicho que ya no iba a regresar.  Le doy gracias a Dios por tener este lugar en este lugar tan especial… y una familia, que me ama.
Por la tarde fuimos a Sonsonate y al pasar por la iglesita cerca de la casa, vimos que estaban dando misa y paramos.  Señor nos regaló que al momento de entrar estaban comenzando la misa con el Padre Nuestro.  Comprendimos con Sylvia Regina que era un regalo de Dios.  Comulgamos con las dos especies, pues era el día de Primera Comunión de los niños y además nos dieron el horario de toda la Semana Santa.  Fue un regalo del Señor. A mediodía me puse a leer el libro de la Virgen, que le había enviado Sylvia Ann a Sylvia Regina y el Señor me dijo, en una estampa que había en el libro:

Todo saldrá bien, las cosas van a mejorar dentro de poco.

Se lo enseñé a Rober, que estaba conmigo, como testimonio para que viera cómo Dios nos habla.

Martes 18 de marzo de 2008

Me levanté de nuevo preocupado, pues es obvio que no vamos a firmar con los Bancos, sino hasta mediados de la próxima semana y ya no me da tiempo para buscar el desembolso en El Paso esa misma semana; pero le dije al Señor: “Señor, yo he hecho todo lo que pude, así es que es obvio que ésta es tu voluntad y tú sabrás cómo es que vamos a salir de esto; te dejo a ti el problema, pues tú me has prometido que todo va a salir bien… me lo confirmaste ayer, y “Jesús yo confío en ti”.  El me contestó:

L. de H. II 365 Para llegar a una vida perfecta, es necesario imitar a Cristo, no sólo en los ejemplos que nos dio durante su vida, ejemplos de mansedumbre, de humildad y de paciencia, sino también en su muerte, como dijo Pablo, el imitador de Cristo: Muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección… Salmo 37: No te acalores pensando en los malos, ni envidies a los que cometen maldad. 2 Muy pronto se marchitarán como la hierba, se secarán como el verdor de los prados. 3 Confía en el Señor, El te dará lo que ansió tu corazón. 5 Encomienda al Señor tus empresas, confía en él que lo hará bien. 6 Hará brillar tus méritos como la luz y tus derechos como el sol del mediodía.

Al mediodía, Sylvia Regina me dijo que había hablado con Eduardo, su hermano y que doña Sylvia, mi suegra, nos iba a prestar el dinero que nos hace falta para seguir viviendo, mientras resolvemos el problema… ¡GLORIA A DIOS!  Comprendí que esto viene de Dios… Su ayuda y Su protección.  Me recordé lo que el Señor me había dicho ayer y que le enseñé a Rober…

Todo saldrá bien, las cosas van a mejorar dentro de poco.

¡Bendito el Señor que es un Dios Vivo y Todopoderoso!

Miércoles 19 de marzo de 2008

L. de H. II, 1088

Me levanté a orar.  Estoy triste, pues de pronto me doy cuenta que he llegado a un punto en que ya no tengo nada de dinero, ni empresa;  pues ya no tengo ni contabilidad, ni contador, ni nada.  Tengo sí una planilla, que ya no sé si es inclusive correcto o no, pero claro que debe ser bueno, pues así lo ha querido el Señor.  El Señor, me dijo:

El Señor da la muerte y la vida; hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza; humilla y enaltece. El guarda los pasos de sus amigos, mientras los malvados perecen en las tinieblas, porque el hombre no triunfa por su fuerza. 1093 Encomienda a Dios tus afanes, que El te sustentará, no permitirá jamás que el justo caiga. 

Comprendí que el Señor quiere que viva esta Semana Santa junto a El, sufriendo lo mismo que El y únicamente esperanzado en la voluntad de nuestro Padre: “El Rey de Reyes”.  Esta es la razón porqué ya no me habló ni pude hablar con el licenciado del Banco… ¿Y que acabo de decir?  Señor, me deposito en tu voluntad, yo ya no puedo hacer más.

Jueves 20 de marzo de 2008

Me levanté y oré tocando guitarra, para preparar el Vía Crucis de mañana.  Me siento triste, no existe paz en mi corazón, quiero ver al Señor y como no lo veo, eso me produce una ¡tristeza de muerte!  Recordando las palabras del Señor en el Monte de los Olivos.  Ahorita estoy recapacitando que eso lo dijo hoy mismo: “Jueves Santo, en la noche”, después de La Ultima Cena, que fue el día de hoy…  ¡Señor, gracias por hacerme sentir esta tristeza de alma, pues entonces sé que, al igual que ocurrió contigo, mi resurrección está cerca!
Por la tarde fuimos a la misa de La Cena del Señor a la iglesita de la escuela de aquí cerca. Llegamos temprano y el Padre estaba confesando, así que nos confesamos los dos: Sylvia Regina y yo.  
Esperando la confesión, comencé a llorar y también en la confesión lloré.  El sacerdote me hizo una unción especial, poniéndome las manos sobre la cabeza, después me dijo que fuera a rezar la penitencia frente al Santísimo e igual, lloré bastante.  Durante la misa, a Sylvia Regina le lavaron los pies y me sentí triste, pues no me los lavaban a mí.  Pero de repente, alguien se acercó para lavármelos a mí también y sentí que como que era el Señor Jesús quien lo hacía.  Después oramos enfrente al Santísimo por una hora.

Viernes 21 de marzo de 2008

No pude orar, pues nos levantamos a hacer el Altar de la Estación que se acostubra hacer en cada casa, para celebrar las distintas estaciones del Via Crucis.  El rótulo que el Espíritu Santo iluminó a Sylvia Regina para que pusiéramos, decía:

¡¡Entregarse uno mismo, eso es amor!!!  

Durante el Vía Crucis cantamos las canciones entre estación y estación, yo tocando la guitarra y me sentí super feliz de poderlo hacer y así servir al Señor.  
Pasé un día especialmente triste.  No pudimos ir al Santo Entierro, lo cual me puso más triste.  Por la noche nos disgustamos con Sylvia Regina y eso me puso más triste… ¿Adónde estás Señor?

Sábado 22 y domingo 23 de marzo de 2008

Nos levantamos y ya no hay mucho qué hacer.  Gracias a Dios, a Camila se le ocurrió que quería hacer una estatua, pues es costumbre hacer una estatua de arena en la playa, para participar en un concurso con todas la demás casas de la playa y lo cual nadie quería hacer.  Ella tomó la iniciativa.  Luego se le unió Ariana, luego yo, luego Guayo y después Sylvia Regina y eso nos hizo volvernos a sentir como antes, en familia.  
Pasamos el día más o menos contentos.  Yo quería ir a la Vigilia, sobre todo que ayer ya no pudimos ir al Santo Entierro, pero decidimos mejor quedarnos para rezar el Santo Rosario, que ya es tradición que todos los vecinos vienen a rezarlo en nuestra casa.  Estuvo bien bonito y sé que la Virgen Santísima pasó bien contenta.
El domingo nos levantamos e inmediatamente nos venimos a San Salvador.  A Alex se le quedó el carro, a Guayo se le fue una llanta y a nosotros el carro no nos encendía. Denunciamos a satanás y al final todo se pudo componer, de manera que pudimos llegar a tiempo al almuerzo de familia, que Ma. Antonieta, nuestra hermana, había preparado.  Nos dijo que quería comenzar la tradición de que siempre celebráramos La Pascua de Resurrección, como es en EE.UU.  La reunión estuvo positiva.
Yo seguía bien triste, por todo lo que tenía que afrontar esta semana y que no sé si Dios va a querer que siga en este calvario:  ¡Sólo El sabe… y El me ama!  Así es que, sólo le pido que nos dé fortaleza y paz.


"Te prohíbo que piense más en eso. 
En cambio bendice a Dios, 
que volvió la vida a tu alma." 

San José María Escrivá de Balaguer - Caminos 261

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