Lunes 14 de abril de 2008
Siracides
22, 27, 23, 1-6
Lucas
2, 52
Amanecí de nuevo desconsolado, la visita de
ayer a mi mamá me hizo desconsolar; pues a mí lo único que me sostiene es La
Promesa del Señor y mi Esperanza en su fidelidad, pero ella no tiene esa Fe y Esperanza
en el Señor y eso la está haciendo desesperar. A mí me afecta un montón y me confunde, pues me hace
preguntar al Señor: “¿Señor, hasta cuándo?” ¿Hasta cuándo vas a manifestar a los demás y a los impíos tu
majestad y tu Gloria? Me
contestó:
52 Mientras
tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los
hombres.
Me hablaron de la oficina, que los
accionistas habían llegado y estaban gritando en la calle, protestando contra
mí. Sólo me puse en oración, para
que el Señor los calmara y repetí: “Todo
lo que me sucede es porque Dios así lo quiere y si Dios así lo quiere, por muy
mal que me parezca, siempre será lo mejor”.
A mediodía abrí la computadora y ahí estaba
la tan ansiada carta de los Bancos, autorizando la liberación de los fondos y
estaba buena, no había que hacerle cambios. Salté de alegría y me postré de rodillas para darle gracias
al Señor. Salí bailando a darle la
noticia a Sylvia Regina. Ella,
igualmente, inmediatamente se postró de rodillas y le dio gracias a Dios. Después me fui a las 3:00 p.m. a darle
gracias al Santísimo, a rezar el Rosario de la Divina Misericordia. Después me fui a contarle a Alex y la
reunión no fue positiva, salí con un sentimiento negativo, aunque no total.
Me fui a hablar con Guayo, a su nuevo
apartamento. Hablamos toda la
tarde y la reunión fue súper positiva, pues comprendió y aceptó el ataque de
satanás y la necesidad de afrontarlo.
Regresé a la casa y Sylvia Regina me dijo que
en el grupo de oración le había dicho Rosario que fuéramos a rezar frente al
Santísimo, para pedir que Dios nos proteja de todos los pecados que ahí se
mencionan. Después fuimos al grupo
de Encuentros y el Espíritu Santo se derramó especialmente.
Martes 15 de abril
de 2008
Salmo 102
Me levanté preocupado, pues tuve un sueño...
en el cual sólo esperaba y esperaba para un servicio en un Retiro. El lugar de espera era un hotel de la
mamá de una amiga; yo estaba triste. El Señor me dijo:
12 Mis días
son como la sombra que declina y yo me voy secando como el pasto. 13 Más
tú Señor reinas para siempre y te invocan por todas las generaciones. 14
Te levantarás, enternecido por Sión, pues ya es tiempo que de ella te apiades,
ya se ha cumplido el plazo. 15 Tus siervos se encariñan con sus
piedras y sienten pena al ver sus escombros. 16 Entonces los pueblos
respetarán tu nombre, y todos los reyes de la tierra, tu gloria. 19 Escríbanlo
para la nueva generación: un pueblo recreado alabará al Señor. 20 Pues
se inclinó de lo alto de su santuario, desde los cielos miró el Señor a la
tierra 21 para escuchar el gemido del cautivo y liberar a los
condenados a muerte.
En este instante, la vela de mi escritorio se
apagó (nunca había sucedido que se extinguiera por sí sola, por ya no tener más
cera). El Señor me dijo:
Los malos tiempos han pasado, ahora
es tiempo de nuevas velas; de vida en abundancia.
Miércoles 16 de
abril de 2008
2 corintios 4, 8-9; 16
Me levanté preocupado y desanimado porque
ayer todavía el Banco nos metía trabas, para firmar la carta; además porque hoy
llegan los accionistas y no sé como se van a comportar.
8 Nos
sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre
problemas, pero no desesperados; 9 somos perseguios, pero no
eliminados; derribados, pero no fuera de combate. 16 Por eso no nos
desanimamos; al contrario, aunque nuestro exterior está decayendo, el hombre
interior se va renovando de día en día en nosotros.
Estuve bien preocupado con la visita de los
accionistas, pues no sabía si iban a llegar enojados. Le pedí a la Virgen que me ayudara y que
me iluminara qué decir. Lo mismo
que al Espíritu Santo. La reunión
fue positiva y nos da un espacio hasta el 30 de octubre, para no tener
problemas... ¡GRACIAS SEÑOR!
Los inconvenientes para la firma con los bancos
continuaron. El presidente de uno
de los Bancos no está aquí; quieren un punto de acta antes de la firma; me
mandaron un release igual al de ESI, donde los liberamos de todo. Mi oración fue: “¡Señor, por qué no nos allanas el camino? ¿Adónde estás? ¿Por qué
duermes? y no nos ayudas a que todo salga más fácilmente, pues ya estamos
completamente agotados!”
En adición, hablé a la oficina de John
Gilbert y sólo me dejó dicho que no me podía ayudar en esta ocasión. Me acordé de las palabras de dos grandes
amigos, cuando los busqué para que me ayudaran y me contestaron lo mismo. “¡Despierta,
Señor, que me hundo!” Pero
inmediatamente, el Señor me iluminó y comencé a buscar otros abogados, del
mismo pueblo donde se desarrolla el juicio, pues comprendí que eso era lo que
quería el Señor y encontré varios. El Espíritu Santo me fue iluminando y me sentí contento,
comprendiendo que el Señor nos iba a encontrar al que nos conviene.
Invité a Guayo a ir al Retiro conmigo el
25-27 de abril y gracias a Dios, dijo que sí.
Jueves 17 de abril
de 2008
Salmo 44, 14-27
Romanos 8, 35-37
Génesis 50, 20
Me levanté triste y preocupado. De pronto realizo que la verdad es que
no tenemos nada, ¿De dónde me viene esta tranquilidad y esta esperanza que ya
todo se va a componer antes de octubre? Ciertamente, no de ninguna posibilidad humana, sino de una
intervención divina. Le pedí al
Señor su misericordia y me contestó:
14 Nos haces
el escarnio de nuestros vecinos, todos en derredor se burlan y se ríen. 16
Tengo siempre delante mi deshonra y enrojece mi rostro la vergüenza 17
al oír los insultos y blasfemias, al ver el odio y la venganza. 18 Todo
esto nos pasó sin que nosotros te olvidáramos o rompiéramos tu alianza. 19
No se dio vuelta nuestro corazón ni dejaron tu senda nuestros pasos. 20
Pero nos aplastaste en el desierto, y nos cubrió la sombra de la muerte. 23
Por tu causa nos matan a cada rato, y nos vemos como ovejas ante el cuchillo. 24 Despiértate,
¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate y ven a socorrernos! 25 ¿Por qué
escondes tu cara? ¿olvidas nuestra opresión, nuestra miseria? 26 Nos
arrastramos por el polvo y a la tierra se pega nuestro vientre. 27
¡Levántate, Señor, y socórrenos, acuérdate de tu bondad y líbranos!
... y luego me explicó porqué sucede todo
esto:
8, 35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la
aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la
espada? 36 Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran
continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. 36
Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó.
¡ALELUYA! AVE MARIA! Y luego vino lo más
maravilloso, pues me confirmó la liberación de toda la familia y me dijo:
50, 20
Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso convertirlo en bien
para que se realizara lo que hoy ven: Conservar la vida de un pueblo numeroso. ¡Amén!
El Espíritu Santo me llevó a contactar a un
abogado en el pueblo del juicio, para que nos ayude en el litigio.
Viernes 18 de abril
de 2008
Mateo 26, 39
Romanos 5, 19
Mateo 26, 39
Romanos 5, 19
Me levanté sin quererme levantar, ni
despertar; con deseos más bien de morir; de ver al Señor y sentir esa
alegría. Todo me parece
sufrimiento. Me duele el dolor de
ver a mis hermanos con tantos problemas y de no poder ofrecer ningún
consuelo... ni material, ni espiritual. El Señor me contestó:
39 Fue un
poco más adelante y postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así:
«Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo
quiero, sino lo que quieres tú.»
O sea que no me quita este dolor, pues tiene
un sentido de expiación para toda la familia y luego me dijo:
19 Y así
como la desobediencia de uno solo hizo pecadores a muchos, así también por la
obediencia de uno solo, una multitud accede a la verdadera rectitud.
No recibí llamada del abogado y eso me llenó
de tristeza, pues también de los Bancos no hubo contestación. Sylvia Ann le dijo a Sylvia Regina que
podía sentir que yo estaba triste, pero a la misma vez podía sentir el amor de
nuestro Señor y La Virgen para nosotros y que teníamos que pasar por todo esto;
pues la tarea que nos tenía reservada el Señor era grande. Que mi
comportamiento como servidor iba a ser ejemplo para otros servidores de la
región.
Sábado 19 y domingo
20 de abril de 2008
Me levanté triste, pues hoy no iba a haber
programa y mañana tampoco o sea que no tenía nada que hacer. Le dije a Rober que fuéramos a jugar
squash, pero al final me dijo que mejor en la tarde, pues Diego podía venir con
nosotros; entonces lo que hice fue tocar piano y pensar en el Señor.
A mediodía vinieron Luigi y Ariana con Paolo
y la reunión fue positiva. Después
fuimos a misa y durante la misa, el Señor me dijo:
“Yo te he tomado de los extremos de
la tierra y te he llamado de lejanas tierras. No temas, que yo estoy contigo;
no declines porque yo soy tu Dios: te conforté y te auxilié y te amparó la
derecha de mi justo. He aquí que confundidos y avergonzados serán todos los que
pelean contra ti: Serán como si no fuesen y perecerán los hombres que te
contradicen. Porque yo soy el Señor, tu Dios, que te tomo de la mano y te digo:
No temas que yo te he ayudado. Yo te puse como un carro nuevo que trilla,
armado de dientes serradores; trillarás los montes y los desmenuzarás y
reducirás como a polvo los collados. El Espíritu del Señor está sobre mí y el
Señor me envió a evangelizar a los pobres y a sanar a los contritos de corazón.
Luego, al regresar a casa, me puse a orar y
me habló Sylvia Regina que la Virgen me mandaba un mensaje con Sylvia Ann, que
viniera a leerlo. La
Virgen me mandaba a decir:
“Tell him (Kuky)
that I love him. Roberto you have been chosen by OUR LORD THE ALMIGHTY to help
redeem your country from the evil one. Do not worry my beautiful son, all will
be well. Remember that I have a plan and that it will happen when it is my
will. Praise BE to GOD!!!
El
domingo fuimos al Flor, Guayo se vino con nosotros y allá estaba Alex y su
familia, con Lex. Estaba Luigi y
Ariana. Estaba también Víctor,
concuño de Alex y fue un día positivo. Al regresar, Guayo venía con nosotros en
el mismo carro y el Espíritu Santo quiso que él escuchara un CD de Martín
Valverde que teníamos en la casetera; pues se encendió sola. Nosotros no lo teníamos programado… ¡el
Espíritu Santo habló! y a Guayo le encantó el mensaje. ¡Gloria a Dios!
"Nada da a Dios tanta felicidad,
como la rectificación y salvación del hombre."
San Gregorio Nacianceno
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