Lunes 24 de marzo de 2008
Juan
14, 1; 15, 1-4; 14, 27
Me levanté completamente turbado. No sé qué hacer, ni qué debo hacer, ni
quién soy, ni qué es lo que Dios espera de mí… o espera que yo haga.
En mis oraciones le dije: “Señor, sálvame,
que siento que me estoy hundiendo”. Me contestó:
1 No se
turben; crean en Dios y crean también en mí. 15, 1 Yo soy la vid
verdadera y mi Padre es el labrador. 2 Toda rama que no da fruto en
mí, la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que dé más fruto. 3
Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, 4
pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Una rama no puede
producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden
producir fruto si no permanecen en mí.
También me dijo:
27 Les dejo
la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo.
Que no haya en ustedes angustia, ni miedo.
Estando en la oficina, me llegó un email de
nuestro exgerente financiero, que era un mensaje del Señor, decía:
Tú naciste para ser un hombre
exitoso, a partir de este día y en todo lo largo del 2008, todo se va a ir
arreglando, pues has sido dócil a mi voluntad.
Nos reunimos con Sylvia Regina para hacer un
presupuesto de gastos y ver cómo íbamos a ocupar el préstamo que nos ha hecho
doña Sylvia. Es lo último que nos
queda de reserva y estoy convencido que esto viene del Señor, para que nos
sirva de puente hasta que logremos un acuerdo con los Bancos. Por la noche nos reunimos todos los
hermanos con mi mamá, para hablar de los negocios de la familia y la reunión
fue positiva… ¡GLORIA A DIOS! Gracias Señor, por habernos liberado. Por la noche vimos una película del
Padre Pío y le pedí al Señor que quisiera que escuchara mis oraciones, con la
misma rapidez que se las escucha a él.
Martes 25 de marzo de 2008
Jesús
en Teresa, Pág. 62 (89)
Mis
Oraciones de Bolsillo, Pág. 58
Mateo
8, 13
El Señor me dijo:
De la misma ceniza, después que se
quema, sale otra, así queda hecha otra el alma después de diferentes deseos y
fortaleza grande. No parece que es la de antes, sino que comienza con nueva
puridad el camino del Señor. Suplicando yo a Su Majestad fuese así y que de
nuevo comience yo a servirle, me dijo: “Buena comparación haz hecho; mira no se
te olvida para procurar mejorarte siempre.
Después me dijo:
Sigo tus luchas y quiero ayudarte.
Junto a mí no desesperes. Donde yo estoy no hay que temer. Confía en mí y
vencerás. Quien me ama asegura su salvación. Ante mí huyen el pecado y el
infierno. La victoria será de quien tenga fe. 8, 13 Según sea tu fe,
así serán las cosas que te sucederán.
Esto último me lo contestó a mi petición del
día de ayer de pedirle que escuche mis oraciones con la misma rapidez que las
del Padre Pío. En la película sale
que el Padre Pío también llevaba un Diario, por orden de su confesor.
Ayer comenzamos la Novena a la Divina
Misericordia. También Santa
Faustina llevaba un Diario de su vida de cada día con el Señor.
No quise ir a la oficina, pues me siento que
ya no soporto ver a los empleados y no poder pagarles. Me fui al Santísimo a orar… “¿Señor, por
qué no escuchas tantas oraciones? ¿Por qué te escondes?” Fui a misa y después en el Santísimo me
encontré un librito sobre las homilías de San José María Escrivá de Balaguer
sobre La Eucaristía. Me llenó el
alma.
Miércoles 26 de marzo de 2008
L.
de H. II, 494
Salmo
28 (27)
Deuteronomio
10, 8-11
Me levanté deshecho, pues ya no puedo
soportar el silencio del Señor y que nada se soluciona. Los Bancos no firman nada, a Alex tampoco
se le soluciona nada; nuestro yerno no puede conseguir empleo; Ma. Antonieta,
mi hermana, se va a ir triste porque no la comprendemos; Sofía está lejos de
nosotros y no podemos irla a visitar; ya viene el hearing en Houston y no
tenemos dinero con qué ir; la resolución del recurso de casación no se
resuelve; los socios de Nejapa Power nos ignoran. Me postré al Señor implorando su misericordia y me dijo:
Sálvanos, Señor Jesús, muestra tu
amor y tu misericordia al pueblo que confía en tu resurrección y compadecido de
nosotros, defiéndenos hoy de todo mal.
Y luego me dijo:
A ti te llamo, Señor, Roca mía, no
te hagas el sordo; no sea que, si guardas silencio, me ocurra como a los que
bajan a la tumba. 2 Escucha la voz de mi plegaria cuando a ti grito
y elevo mis manos hacia tu templo santo. 6 Bendito el Señor, que ha
escuchado la voz de mi oración. 7 El Señor es mi fuerza y mi escudo,
mi corazón confiaba en El y me socorrió; por eso mi corazón se alegra y le
canto agradecido. 8 El Señor es la fuerza de su pueblo, un refugio
seguro para su ungido. 9 ¡Salva a tu pueblo y bendice a los tuyos;
pastoréalos y llévalos por siempre!
Me reuní en la mañana con alrededor de 30 exaccionistas. Antes de hablar le pedí al Espíritu
Santo que me iluminara para saber qué decir y cómo decirlo. La reunión fue positiva y no hubo nadie
que estuviera de malcriado, contrario a otras reuniones donde todos eran
negativos. ¡Estamos liberados por el Señor! Gracias Señor por tu bondad.
Por la tarde me habló el vicepresidente del
Banco y me hizo una proposición de ¡esperanza!! Un mensaje del Señor que todo se va a arreglar.
Me fui al Santísimo y me dijo:
8 Por aquel tiempo
separó el Señor la tribu de Leví para que llevara el Arca de La Alianza del
Señor y le sirviese ante sus ojos en el ministerio y para que diese al pueblo
la bendición en su nombre, como lo hace al presente. 11 Antes me dijo: Anda ve y capitanea el pueblo para que entre
en posesión de la tierra que juré yo a sus padres que les daría.
El espíritu Santo me reveló que: ¡Somos
descendientes de Aarón!
Jueves 27 de marzo de 2008
Daniel
2, 20-23
El Señor me dijo:
20 …
«Bendito sea Dios por los siglos de los siglos, ya que suyo es el saber, y suya
la fuerza; 21 él ordena los tiempos y los acontecimientos, da el
poder a los reyes o se lo quita; da a los sabios sabiduría y ciencia a los
entendidos.» 22 El revela los misterios y los secretos, conoce lo
que ocultan las tinieblas. Donde está él, está la luz. 23 Dios de
mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has concedido el saber y la
inteligencia, y ahora me has manifestado lo que te habíamos pedido, y nos has
dado a conocer el asunto del rey.
Después estando solo y meditando sobre lo que
el Señor me había dicho el día de hoy y todo lo que había sucedido ayer; se me
salieron las lágrimas, pues sentí cómo el Señor me abrazaba…y me decía:
Me has sido fiel y todo se va a
componer.
Yo resé la Oración de Jabes: “Señor, bendíceme y ensancha mi territorio; pon
tu mano sobre mí y apártame del mal; para que no sufra aflicción.”
Sentí que el Señor estaba “dentro” de mí… no
me quería mover.
Me habló el vicepresidente del Banco y me
dijo que “hoy” esperaban la contestación del otro Banco, lo cual me hizo sentir
más confiado en que el Señor está obrando.
Nos reunimos con Alex y hablamos sobre la
familia, mas bien habló él, con una sabiduría que viene del Espíritu
Santo. La reunión fue positiva y
llena del Espíritu Santo… ¡GLORIA A DIOS! que ya nos ha liberado.
Le pedí al Señor que me iluminara para poder
hacer ver esta liberación a todos mis hermanos, pues habíamos quedado de
invitarlos a cenar mañana, a nuestra casa. Sylvia Regina me contó que Olguita no había aceptado y me
sentí bien triste.
Por la noche fuimos a la reunión de Viveros y
nos tocó dar una pequeña charla, pues a los que les tocaba no pudieron llegar. La charla les gustó a todos, fue obra
del Espíritu Santo, como para confirmarnos que en esa forma es que debemos
servir.
Viernes 28 de marzo de 2008
2
Macabeos 7, 38
Al regresar anoche a la casa, Sylvia Regina
habló con Sylvia Ann y le dijo que nos tenía un mensaje de la Virgen, el
mensaje decía:
“Tell Kuky that I love him. I know that he has
MY HEART, because MY SON and I share the same heart. Kuky has both of OUR
HEARTS!!! Don’t worry, Hallelujah! Praise God! “Our Lady said that Kuky is
going to be an important servant”.
A Sylvia Regina le dijo:
“Tell Sylvia
Regina that I love her. She is my
child, you are all my children. Tell
them that I love them. That your
heart is very special to mine!! You are a holy child of mine. I love you Sylvia
Regina. Peace be with you.”
Hoy me levanté más en paz, con esto que nos
había mandado a decir la Virgen. El Señor me dijo:
38 Que en
mí, en mis hermanos se detenga la cólera del Todopoderoso, que justamente
descarga sobre toda nuestra raza.
Me preguntaba: ¿cómo puede ser que voy a ser
un servidor importante? Si ya no
hay alternativa posible; pero para Dios, todo es posible.
Por la tarde me reuní con Guayo y la reunión
fue positiva, no sé si productiva. Por la tarde me puse a orar y el Señor me aclaró cómo es que
iba a ser posible que fuera un importante servidor, pues me dijo:
1 El
corazón del rey es una corriente de agua en manos de Dios: la dirige a donde
quiere.
O sea que El está obrando en los corazones de
los que están tomando las decisiones.
Sábado 29 y domingo 30 de marzo de 2008
Juan 7, 6
Isaías 12, 2-
Me levanté preocupado por los empleados, pues
aunque firmáramos con los Bancos la otra semana, todavía faltarían otras dos o
tres, para que recibamos el dinero. Le pedí al Señor que me iluminara qué hacer y me dijo:
6 Todavía no
ha llegado mi tiempo, mientras que para ustedes todo tiempo es bueno. 12, 2 ¡Vean cómo es El, el Dios
que me salva! En El confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi
canción, El ha sido mi salvación. 4 Ustedes dirán ese día: ¡Denle
las gracias a Yavé, vitoreen su Nombre! Publiquen entre los pueblos sus
hazañas, celébrenlo, pues su Nombre es sublime.
Hoy terminamos la Novena a La Divina
Misericordia. Me llegó el tanque
de agua para la Discovery y lo pusimos con José Luis. ¡Aleluya!
Por la noche fuimos al cine y a cenar con
Rober, Andrés, Javi y Diego; pasamos bien contentos, regalo del Señor.
El domingo vimos el juego del Real Madrid y
ganó o sea que fue otro regalo del Señor, pues pasamos contentos con Rober y
Andy; también con Sylvia Regina. Después
el Señor nos regaló una tarde maravillosa con Edwin y Celina, que nos invitaron
a almorzar a San Fernando en el volcán y después fuimos a misa.
Hoy es domingo de la Divina Misericordia. Nos confesamos los tres: Sylvia Regina,
Rober y yo, para obtener la indulgencia plenaria… ¡GLORIA A DIOS! por este día,
que además no gastamos nada, fue un regalo del Señor.
Por la noche vimos la película “In pursuit of happiness” y el Señor me explicó lo que me tenía todo el día
perturbado, que fue un sueño donde estaba escalando o tratando de escalar una
gran montaña y no podía y al otro lado había una ciudad tremendamente linda y
grande, con una iglesia en medio. En
la película, un coro de una iglesia estaba alabando a Dios y le decía: “Señor, no me quites la montaña, sino que
enséñame a rondarla y encontrar el camino que tú quieres que encuentre.”
"Cuanto más entrega uno al Señor,
El nos da todavía más."
Beato Carlos de Foucauld
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