Lunes 31 de marzo de 2008
Salmo
110
Me levanté triste y preocupado por los
empleados, pues aunque firmemos hoy con los Bancos, no va a quedar tiempo de
pagarles antes de otras dos semanas y ya no aguantan.
Le imploré al Señor: “Señor, Jesús, ten
misericordia de los empleados”. Me
contestó:
1 Palabra
del Señor a mi Señor: «¡Siéntate a mi derecha y ve cómo hago de tus enemigos la
tarima de tus pies!» 3 Tuyo es el principado desde el día de tu
nacimiento; de mí en el monte sagrado tú has nacido, como nace el rocío de la
aurora. 4 Juró el Señor y no ha de retractarse: «Tú eres para
siempre sacerdote a la manera de Melquisedec». 5 A tu diestra está
el Señor, aplasta a los reyes en el día de su cólera…
Traté de hablar con el gerente del Banco y no
me correspondió en todo el día. Le
hablé al vicepresidente, que es el único que me ha demostrado cortesía en
corresponderme y al final del día me mandó un email diciendo que tal vez tiene
alguna noticia el día de mañana. Yo
me sentí desesperar, como tenía tiempo de no hacerlo… ¿Señor, adónde estás? Por qué es que la característica de todo
es “esperar”?
Igual con Jorge, que me habló y me dijo que
todavía no tiene nada. No sentía
deseos de ir a misa, pero me sobrepuse a mis faltas de gana y decidí ir adonde
el único que puede solucionarnos el problema… El Señor.
Estando en misa le dije: “Señor, yo ya no
puedo, aquí te dejo este problema en tus manos; incrementa mi fe”.
Por la noche vino Guayo y lo vi bien
apesadumbrado. Mañana se va de
viaje y no pudimos hablar, pues ya estaban viniendo los del grupo. Me partió el alma verlo tan solo y yo no
poder ofrecerle un consuelo… ¿Señor, y yo para qué sirvo, si ni siquiera puedo
ofrecer un consuelo a mi hermano? ¿Por qué no me pones palabras en mi boca que
transmitan paz y amor?
Martes 1 de abril de 2008
Sirácides
34, 13
Hoy sí que estoy súper confundido y
apesadumbrado… Señor, sálvanos, que nos hundimos. Me rompe el corazón no poder
pagarle a los empleados y ayer vino Guayo y lo vi bien apesadumbrado, me partió
también el corazón. Además, sólo
vinieron tres parejas del grupo. ¿Por
qué es que la Palabra del Señor no es escuchada por la mayoría? ¿Por qué Señor
es que nos pones tantas pruebas y que al final terminamos por sucumbir, por
falta de Fe? Me postré ante el Señor,
pidiéndole su misericordia, como ayer en misa, que le dije: “Señor, yo ya no
aguanto y siento que voy a explotar; incrementa mi Fe y dame fortaleza; hazme
sentir tu amor.” Me contestó:
13 Los que
temen al Señor salvarán su vida, porque pusieron su Esperanza en el que
los puede salvar.
Durante la oración, el Señor me iluminó para
hablarle a quien nos alquila el terreno y decirle que le ofreciera un
descuento, si nos paga el alquiler del resto del año. Lo llamé y le pareció buena idea, así es
que eso me puso más contento, pues sé que el Señor nos va a ayudar. Ya con eso, nos da tiempo suficiente
como para negociar despacio con los Bancos. Por la tarde estaba trabajando en
la oficina de la casa, frente al rótulo que tengo de la Oración de Jabes, que
vino en el periódico y el Señor me dijo que abriera La Biblia que tiene Sofía
en el mueble de la par, que es una Biblia pequeñita. La página donde la abrí era exactamente en donde está la
Oración de Jabes y está mucho más comprensiva, pues dice 1 Crónicas 4, 10:
«Te ruego que me des tu bendición y
un territorio muy grande; que me ayudes y libres de males, para que yo no
sufra.»
Toda la esperanza en el Señor volvió a
resurgir en mí de nuevo y me sentí contento, pues “El Señor sabe y El me ama.”
Por la noche le leí a Sylvia Regina lo del
día de ayer y hoy y cómo ayer había escrito “esperar” y hoy el Señor me había
contestado con la misma palabra. Además,
hoy es primero de abril, primer día de mi mes de nacimiento o sea que ¡hoy todo
vuelve a nacer!
Miércoles 2 de abril de 2008
Lucas
7, 27
Ayer me reuní con Fernando, mi sobrino, para
hablar de la familia y la reunión fue positiva. ¡GLORIA A DIOS! Me levanté lleno de Esperanza y seguro que tiene que llegar
un día donde el Señor va a hacer que todo nos salga bien. ¿Será hoy o más bien ayer, ese día? Me contestó:
27 … Ahora
envío mi mensajero delante de ti para que te preceda y te abra el camino.
A las 10:30 me reuní con Jorge y la reunión
fue negativa. Desde que llegué
sólo fue confrontación. Se le
arruinó la computadora donde estaba trabajando y también la anterior que tenía,
le quise prestar la mía y el USB no funcionó; entonces comprendí que era y
venía todo de satanás.
Me fui a misa y después fui a hablar con
Olguita, casi no hablé, pues no supe ni qué decir; pero la reunión fue
positiva. Al regresar, Sylvia
Regina me dijo que había hablado con Sylvia Ann y que la Virgen le había dicho
que:
“Tell Kuky that I love him. To be strong.
Remember you have a mission for our Lord. I am here Kuky!!! I love you!”
Jueves 3 de abril de 2008
Apocalipsis 3, 19-21
Hebreos 5, 8
(L. de H II, 683)
Me levanté a orar pidiendo especialmente por
Olguita y Guayo y pidiéndole Palabra para ellos. Me dijo que había que ir a bendecir la casa y echar agua
bendita; además que le leyera lo que le dijo el Señor a la iglesia de Filadelfia,
Apocalipsis 3, 7.
Esto dice el Santo y el Veráz, el
que tiene la llave del nuevo reino de David: el que abre y ninguno cierra,
cierra y ninguno abre;
A mí me confirmó lo que ayer nos mandó a
decir la Virgen y me dijo:
19 Yo
reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. 21
Al vencedor lo sentaré junto a mí en mi trono, del mismo modo que yo, después
de vencer, me senté junto a mi Padre en su trono.
Viernes 4 de abril de 2008
No pude orar, estaba demasiado nervioso por
el viaje del domingo. Los Bancos
no dicen nada y el tiempo pasa.
Sábado 5 y domingo 6 de abril de 2008
Me levanté y no pude preparar mucho el
programa, pues tenía que dar unas vueltas por el viaje de mañana; además,
estaba nervioso. El evangelio era
sobre los discípulos de Emaus, que me gusta tanto. Comimos en la casa con Rober y después fuimos a misa. Después fuimos a ver a mis papás,
platicamos bastante con mi mamá. La
reunión estuvo positiva ¡GLORIA A DIOS!
El domingo nos levantamos temprano para ir a
Houston. Llegamos y nos fuimos a
misa de 6:00 p.m. en St. Michaels, yo iba contento de regresar. El Señor nos tenía reservado el mejor
asiento de la iglesia, en la 5ª fila y sin nadie enfrente. Había una luz sobre la pared detrás del
altar que estaba puesta especialmente para nosotros; brillaba y brillaba, era
como el Señor recordándonos que El estaba con nosotros. Por la noche vimos la película “The
Buchet List” y lloré a moco tendido. Nunca había llorado tanto en una película y me recordé de lo
que en realidad se trata la vida y que es: “¡Encontrar a Dios en familia; LA
FAMILIA!
"Mira que vengo luego,
mantén lo que tienes de bueno en tu alma,
no sea que otro se lleve tu corona."
Apocalipsis 3, 11
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