Lunes
3 de abril de 2006
Sirácides
42, 9; 12-25; 43, 2
Me levanté a
orar y al rato me habló Alex, que si le conseguía una cita para ir donde José
Afane (médico urólogo), pues se sentía bien mal. Gracias a Dios la pude conseguir en media hora, pues lo oí
bastante desesperado ¡Gloria a Dios!, pues comprendí que eso era lo que Dios quería
y todo iba a salir bien.
En mi oración
de hoy, sólo pedí sabiduría para que el Señor me dijera cuál es mi misión en el
futuro. Que me comenzara a decir
qué debo hacer con mi vida, ahora que ya todo se iba a componer. Noté por supuesto, que el Espíritu Santo
me iluminaba y me daba la confianza y Fe suficiente, para comprender que ya se
iba a solucionar todo… a pasos acelerados. Me dijo: 9 Una hija es para su
padre una causa secreta de inquietud; el cuidado que le ocasiona le quita el sueño;
si es joven, por el temor a que demore en casarse; si está casada, a que su
marido le tome tirria. 12 No detengas tu mirada en una belleza
humana ni te pongas a conversar con mujeres. 13 Así como la polilla
sale de la ropa, así sale de una mujer su malicia. 14 Más vale
fuerza de hombre que bondad de mujer: la mujer puede atraerte vergüenza y
reproches. 15 Voy ahora a recordar las obras del Señor, y a contar
lo que he visto: las obras del Señor salieron de sus palabras, conforme a sus
decisiones. 16 Así como el sol ilumina todo lo que está a la vista,
así la obra del Señor está llena de su gloria. 17 Explicar este
mundo de maravillas es una cosa que le queda grande aun a los santos del Señor…
18 El Altísimo conoce todo lo que se puede saber: conoce los signos
de los tiempos. 19 Dice lo que ha sido y lo que será, descubre las
huellas de las cosas pasadas. 20 Ni un pensamiento se le escapa, ni
una palabra se le oculta. 24 Todas las cosas van a la par, una
enfrentando a la otra; el Señor no ha hecho nada imperfecto. 25 Una
destaca a la otra: ¿Quién se cansará de contemplar su gloria? 2 Desde que el sol aparece va proclamando:
«¡Soy un objeto admirable, una obra del Altísimo!»
Martes 4 de
abril de 2006
No pude orar,
pues me levanté temprano para ir a ver a Alex, pues Antonietta su esposa,
estaba de viaje. Por la tarde le
vino un dolor de cabeza tremendo, que no se lo podían controlar, ni con
Demerol. El Espíritu Santo me
iluminó para comprender que era otro ataque del enemigo. Por lo demás, todo era positivo: las
reuniones con mis hermanos eran positivas, lo mismo que con mi mamá y todos estábamos
contentos y amorosos. Lo
discordante o “negativo” era el dolor de cabeza de Alex.
Por la noche,
el Espíritu Santo me iluminó que le debía dar a tomar agua bendita, pero no se
la pude dar, pues no estaba tomando nada, ya que por el dolor, estaba
“noqueado”.
Miércoles
5 de abril de 2006
Salmo
78, 21-22
Me levanté
temprano para ir donde Alex y no pude orar. Pasé toda la mañana queriendo darle a tomar agua bendita,
pero no podía porque siempre había alguna enfermera en el cuarto. Lo que sí hice fue ponerle en la frente
y en las paredes y cama. Ya tarde
en la mañana, entró mi mamá y le serví un jugo de tomate que había llevado y
entonces aproveché para echarle el Agua Bendita ahí y sólo le di un poco de
jugo; para que se lo tomara todo. A partir de ahí se sintió mejor y mejor y ya no le regresó el
dolor.
Por la tarde me
fui a la reunión con Tony Saca (Presidente de la República) y ésta fue muy
positiva. Me confirmó que nos iba
a ayudar con el problema de Alex, para que el FISDL le pague una factura
pendiente, que en estos momentos es cuestión de vida o muerte que se la paguen –
¡Gloria a Dios!
Sacamos a Alex
del hospital y pudimos pagar sin problemas, que era mi otra preocupación o sea,
si íbamos a tener el dinero para pagar el hospital, médicos, etc. Pero Dios nos facilitó la cosa y nos
alcanzó el dinero, con la ayuda de mi mamá. El Señor nos daba, una vez más: “el pan de cada día”.
Después nos
fuimos a la casa de mis papás, pues ahí iba a dormir Alex y nos reunimos con mi
papá. También la reunión fue
positiva, aunque podía notar que mi papá estaba bien preocupado y además
deprimido; pues siente que hay problemas en la familia y que a Alex lo acababan
de operar y él no pudo hacer nada, sintiéndose que ya no comprende las
situaciones.
Por la mañana
había podido sentarme un rato a orar a la carrera y me entró un momento de
falta de Fe ante tanto problema. El
Señor me dijo: 21 Al oírlo el Señor se encolerizó, un fuego se encendió contra
Jacob y la cólera subió contra Israel, 22 porque no habían creído en
Dios ni habían confiado en que los salvaría. “Creo en Ti Señor, pero ayúdame a creer con
más firmeza.”
Jueves
6 de abril de 2006
Romanos
8, 1-3
Proverbios
4, 20-22
Igualmente, me
levanté temprano para ir a reunirme con Andrés Rovira (Presidente del FISDL),
pues Tony Saca (Presidente de la República) me había conseguido una cita para hablar con él. La reunión no fue positiva y me salió
bien negativo, diciéndome que no nos podían pagar porque no tenía dinero y que
por tanto tenía que hacer uso de todos los recursos que tenía. Obviamente, comprendí que era una acción
de satanás, usando a Andrés para desesperarnos, así es que le pedí al Señor que ayudara a Andrés y lo perdonara,
pues estaba claro que era un instrumento del “enemigo”. Llamé por teléfono a Tony Saca, para
contarle el desenlace de la reunión con Andrés, pero ya no me tomó la llamada. Me sentí confundido, pues no comprendía
porqué el Señor no nos terminaba de solventar el caso y me había dejado llegar
hasta ahí; para luego recibir el “portazo” de Andrés.
A mediodía, el
Señor me dijo: 1 Ahora bien, esta
condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús. 2 En
Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y
de la muerte.
Por la noche
recibimos el Grupo de Encuentros y en la Asamblea General, el Señor me
dijo: Atiende
hijo mío, mis palabras, inclina tus oídos a mis razones. Jamás las pierdas de
vista, deposítalas en lo íntimo de tu corazón.
Viernes
7 de abril de 2006
Hoy
fuimos a hablar con Monseñor Fernando
Nos levantamos
temprano para ir a ver a Monseñor Fernando, para que nos bendijera en el
apostolado que el Señor nos daba con el nuevo Grupo de Encuentros y que ahora
nos tocaba guiarlos. Nos dijo que
se sentía contento de oír tantas bendiciones del Señor hacia nosotros. Nos hizo “El Envío” y nos bendijo la
imagen del Divino Niño Jesús del Grupo y de la empresa, que aproveché para
llevarlo. Además la estampa de la
Virgen de la empresa, el Sirio para las reuniones de grupo y el Rosario Vía
Crucis de Sylvia Regina.
Regresé a la
oficina ya con el Divino Niño y la estampa de la Virgen benditos. Por la tarde, en la oración de los
empleados, mi reflexión fue de cómo el Divino Niño Jesús, con todo lo que había
pasado los días anteriores y que ahora estaba en el lugar más preponderante de
la empresa nos estaba diciendo: “Yo Soy”.
Pudimos darle a
todos los empleados $270, para que se fueran de vacaciones de Semana Santa –
¡Gloria a Dios!
Sábado 8 y domingo
9 de abril de 2006
Mi levanté en
mi 56 cumpleaños. Me vinieron a
despertar Sylvia Regina y Rober, me hicieron caminar hasta el Volvo para darme
mi regalo. ¡Me sentía bendecido! Nos tuvimos que apurar, pues el mejor
regalo que me daba el Señor era que Rober se iba de misiones toda la Semana
Santa y había que irlo a dejar a las 7:00 a.m. Era un regalo de Dios para mí y una confirmación como
diciéndome o reafirmándonos: “Yo estoy con ustedes”
Después nos fuimos con
Sylvia Regina a desayunar a San Martín y me cantaron “Feliz Cumpleaños”; sentía
las bendiciones del Señor a través de todas esas personas. Me dio pena sentirme tan especial y me
sonrojé de pena, fue Sylvia Regina que me dijo que me había puesto rojo.
Recibí llamadas
de todos y el teléfono no paraba de sonar, me sentía feliz, bendecido por el
Señor, que me había enviado a todos estos ángeles a bendecirme. A las 10:00 fuimos a la misa de Envío de
Roberto Adriano e igualmente me sentí lleno de bendiciones, con ese regalo que
el Señor nos daba. Mi mamá fue con
nosotros o sea que con eso el Señor me confirmaba que todas esas bendiciones
eran también para ella y toda la familia. Fuimos a almorzar con Ariana y Luigi y después al Flor a
dormir.
El Señor me
había regalado un día tan especial, que sentía que iba a explotar de alegría – ¡Gracias
Señor! “¡Que lo pierda todo, pero que no te pierda a Ti!” Gracias por la familia que nos has dado.
El domingo
pasamos un día feliz en El Flor, con Ariana y Luigi y llegaron Angelo y Mariaco.
No pude orar, pues el tiempo se
fue volando. Por la noche fuimos a
la misa de 7:00 p.m. de la Transfiguración y ¡pudimos saludar a Monseñor
Fernando! (como sacerdote, representante de Jesucristo) ¿Que más podemos pedir?
"Virgen Santísima, tú te apareciste repetidas veces a los niños; yo también quisiera verte, oír tu voz y decirte: "Madre mía, llévame al cielo."
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