Lunes
17 de abril de 2006
Juan
4, 13-14; 37-42
Toda la semana
me he sentido con una paz y tranquilidad, como nunca la he sentido, sin ninguna
ansiedad y seguro que el Señor nos va a arreglar todo; cuando sea lo
conveniente para cumplir con Su plan y eso me da esa paz, de aceptar su decisión
y comprender que “eso es”, significa hacer su voluntad. “Yo Soy” = “Eso es”. “Dios es y eso me basta”, como dice San
Francisco.
Hoy me levanté igual,
con ese sentimiento de paz y tranquilidad, aunque sé que al llegar a la oficina
tengo bastantes problemas que resolver y afrontar. Además tuve un sueño que ya todo se había resuelto y teniendo
dinero que invertir, no sabía en qué hacerlo. Al despertar le pedí al Señor que me guiara para saber qué
hacer, cuando todo se componga. Me
iluminó y me dijo que debíamos invertir en energía renovable, haciendo nosotros
la inversión y cobrando un arrendamiento; además, obteniendo la franquicia de
una empresa en el ramo.
En mis
oraciones le pedí que me diera paz, que incremente mi paz y que se glorifique
El, en mí. Me contestó: 13 Jesús le dijo: «El que beba de esta agua volverá a tener
sed, 14 pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a
tener sed.» 37 Aquí vale el dicho: Uno es el que siembra y otro el
que cosecha. 38 Yo les he enviado a ustedes a cosechar donde otros
han trabajado y sufrido. Otros se han fatigado y ustedes han retomado el
trabajo.» 41 Muchos más creyeron al oír su Palabra, 42 y
decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú has contado. Nosotros mismos lo
hemos escuchado y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del
mundo.»
Hoy tuvimos la
segunda reunión del grupo de Encuentros y nuevamente el Espíritu Santo se
derramó enormemente. Gracias
Señor, por demostrarnos tu amor.
Martes
18 de abril de 2006
Romanos
4, 3; 7-8; 18
Me levanté a
orar, aunque estoy cansado, no sé porqué. El Señor me dijo:
3 En
efecto, ¿Qué dice la Escritura? Abrahán
creyó a Dios, quien se lo tomó en cuenta para hacerlo justo. 7 Felices aquellos cuyos pecados han sido
perdonados y cuyas ofensas han sido olvidadas. 8 Feliz el hombre a quien Dios no le toma en
cuenta su pecado. 18 Abrahán creyó y esperó contra toda
esperanza, llegando a ser padre de muchas naciones, según le habían dicho: ¡Mira cuán numerosos serán tus
descendientes! El Señor me dice: “Come y bebe, pues el camino que te
falta por recorrer es largo”. También me recordé de las palabras de
Edith, que nos dijeron que nosotros íbamos a ayudar a muchos matrimonios y
generar muchos empleos. El Señor nos comienza a revelar nuestra misión. Es una
misión que produce cansancio humano, pero que hay que realizar. ¡Señor, he aquí tu esclavo! ¡Mándame a
mí!
Por la tarde
recibimos la noticia que la Corte había declarado nulo el arbitraje del FISDL
de Alex. El estaba devastado, sin
comprender nada. Yo tampoco
comprendía, pero mi Esperanza en el Señor seguía firme y me hacía aceptar su
voluntad. ¿Señor, por qué me has
abandonado? Será por algo… no sé porqué; pero comprendía que es porque “eso es lo mejor.”
Me fui a misa y
después cenamos con el Padre Francesco, fue una cena de bendición, con Sylvia
Regina y Roberto Adriano.
Miércoles
19 de abril de 2006
Deuteronomio
15, 11
Tenía días de
no pedirle al Señor respuestas específicas, pero hoy me levanté a orar,
preguntándole por qué lo del FISDL nos había salido aparentemente negativo; en
un momento en que lo que necesitamos como familia es que El se glorifique y
aumente la Fe de todos. Me
contestó: 11 Nunca faltarán pobres
en este país, por esto te doy yo este mandato: Debes abrir tu mano a tu
hermano, a aquel de los tuyos que es indigente y pobre en su tierra. –
¡Gracias Señor!
Quise ir a
leerle la Palabra a Alex durante el día, pero ya no pude. A mediodía me reuní con Héctor y me
reafirmó todas mis preocupaciones con respecto a lo que está pasando en el
país. El está igualmente
preocupado de todo el desquebrajamiento institucional, que va conduciendo a que
caigamos en una anarquía y que además no se mira que exista una solución; pues
los encargados de corregir todo, que son los políticos y los empresarios con
influencia, no están interesados, ya que están concentrados en sus propios
intereses.
Por la tarde me
entrevistaron de El Diario de Hoy, para el artículo de Nejapa Power y me sentí
confiado en Dios, que eso iba a aclarar las cosas y poner en evidencia la
injusticia que están cometiendo con nosostros.
Jueves
20 de abril de 2009
Siracides
4, 1-10
Hoy
vino Edith
Como ya no pude
ir a hablar con Alex y hoy vamos a almorzar juntos, le pedí al Señor que nos
complementara la Palabra de ayer. Me dijo: 1 Hijo mío, no niegues su pan al pobre; no hagas esperar al
que te mira con ojos suplicantes. 2 No apenes al que tiene hambre,
ni hagas enojarse a un indigente. 3 No discutas con el desesperado,
ni dejes que el necesitado suspire por tu limosna. 4 No eches al
mendigo agobiado por su miseria, ni le des la espalda al pobre. 5 No
des la espalda al que está necesitado, ni des a alguien un motivo para que te
maldiga. 6 Pues si alguien te maldice movido por su amargura, El que
lo ha creado escuchará su suplica. 7 Haz que la comunidad hable bien
de ti, inclínate ante el que dirige. 8 Atiende al pobre, respóndele con
serenidad, dile palabras amables. 9 Libra al oprimido de manos del
opresor y no seas blando cuando hagas justicia. 10 Sé como un padre
para el huérfano y como un marido para su madre. Entonces serás como un Hijo
del Altísimo, te amará más que tu propia madre.
Almorzamos con
Alex y leí las dos Palabras, de ayer y hoy, pero no sentí que las creyó mucho,
a pesar que una persona de su grupo de oración le había dicho que todo esto le
estaba pasando porque el Señor le iba a dar una misión muy grande y un premio
muy grande.
A las seis vino
Edith a visitarnos y me dijo que el milagro no se nos había dado porque yo no
estaba siendo obediente al Señor. Me
confundí más, pues yo creí que estaba haciendo la voluntad del Señor. Comenzamos a orar y ella nos dijo que el
Señor le decía que ella se tenía que hincar y nosotros imponerle las manos;
estábamos Sylvia Regina, Celina y yo. Cuando terminó, nos dijo que lo que el
Señor le decía es que lo que pasaba es que yo había sido débil y no estaba
siendo fuerte al escuchar o recibir los mandatos del Señor y que me estaba
dejando influenciar por una persona, que no me estaba aconsejando bien –Sylvia
Regina pensó en Mark– Todo comenzó
a caer en su puesto y yo empecé a realizar que fue el Espíritu Santo quien me
había dicho que debía haber despedido a Mark en la primera reunión que tuvimos
con Gene y que fue tan incómoda.
No lo hicimos y por eso habíamos tenido todas estas consecuencias. Después me dijo que efectivamente nos
estábamos enfrentando a satanás, usando a ciertas personas y que era contra el mismísimo
satanás contra quien nos habíamos enfrentado.
Me dijo que iba
a venir otro abogado que iba a venir como San Miguel Arcángel, con su espada a
limpiar y corregir todo y que iba a terminar recomendándonos que demandáramos a
nuestro abogado anterior. Que el
premio que se nos había prometido se nos iba a dar y que iba a ser grande. Me comentó que este abogado como San
Miguel Arcángel no era el mismo abogado que había encontrado la cláusula
escondida en la Ley de Nueva York, sino que iba a ser
otro.
Que debíamos
pedir la sabiduría al Señor para saber quién iba a ser el abogado indicado y no
nos fuéramos a confundir de nuevo.
Por último, me
contó que estaba bien preocupada por su hija, que la habían citado para ser
jurado y la vi tan preocupada, que comprendí que lo que el Señor quería era que
yo le sirviera a El, llevando a su
hija a los juzgados, los cuales para mí ya eran superconocidos por haber ido ya
varias veces y por múltiples demandas de proveedores y para que se sintiera
tranquila- Así lo hice.
Viernes
21 de abril de 2006
Isaías
66, 19-22
El Espíritu
Santo me despertó a las 2:59 a.m. o más bien sería que era mi reloj el que
tenía la hora equivocada y eran realmente las 3:00 a.m.? El Espíritu Santo siempre me despierta a
las 3:00 en punto, cuando me quiere decir algo. En minutos, apareció Sylvia Regina y rezamos juntos “La Llama
del Amor”. El Señor me dijo:
(encontré La Biblia abierta, en esta página y yo estoy seguro que la había
cerrado la noche anterior, pues nunca la dejo abierta). 19 Ellos darán a conocer mi gloria entre las naciones a lo
lejos, 20 y de todos los pueblos traerán a todos tus hermanos
dispersos como una ofrenda a Yavé, a caballo, en carro, en carretas, a lomo de
mula o de camello. Me los traerán a mi cerro santo en Jerusalén, igual que los
hijos de Israel me traen sus regalos para el templo de Yavé en vasos puros. 21
Y Yavé lo afirma: «De entre ellos también tomaré sacerdotes y levitas para mí.»
22 Así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a crear
durarán para siempre, así también tu nombre y tu raza permanecerán
siempre.
Me fui con gozo
a contarle a Alex lo que me había sucedido con Edith ayer, pero antes llevé a
la hija de Edith a los juzgados. Me sentía feliz sirviéndole al Señor, atendiendo Su llamado
de llevar y acompañar la hija de
Edith.
Alex me salió
bien incrédulo de toda la experiencia con Edith y rápidamente me cambió el tema
para preguntarme cómo estaba la agenda en Houston, con lo del juicio y quiénes
íbamos a ir. Yo le contesté que
él, Sylvia Regina y yo. Noté que
no le gustó que le dijera que iba a ir Sylvia Regina, pero lo aceptó; pues
hasta cierto punto comprende el soporte, sobretodo espiritual, que me da Sylvia
Regina en esas reuniones.
A mediodía me
reuní con la Lic. de Massana y la reunión fue positiva y por la tarde grabamos
el programa de mañana, pues Arturo tenía un compromiso durante el fin de semana.
Sábado 22 y domingo
23 de abril de 2006
Como no tenía
mucho que hacer, me pasé la mañana jugando pin-pon con Rober y tocando el
teclado, más bien ensayando.
A mediodía me
puse a escuchar el programa y pude comprender la acción del Espíritu Santo en
nosotros, pues sonábamos distinto a lo que ayer había percibido y lo que ayer
había percibido como difícil de decir o sea incompleto, inseguro, etc., ahora
me daba cuenta que todo tenía un propósito y una razón. ¡Gloria a Dios!
Le hablé a
Guayo para que escuchara el programa, mientras iban a Coatepeque, pues Carmen
Elena nos había invitado, por su cumpleaños No. 50, que es mañana.
La reunión fue
positiva, pero no del todo, pues me sentía incómodo, como de visita a casa de
un amigo y no a casa de mi hermana. Alex no llegó, esa fue la nota triste. ¡Señor, ten misericordia de nosotros!
"Nadie debe vivir tan ocioso, que no piense en la utilidad del prójimo; ni debe ser tan activo que abandone la contemplación de Dios."
San Agustín
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