Lunes
13 de marzo de 2006
Salmo
79, 8-13
Exodo
14, 13-14
Me levanté a
orar, pidiéndole al Señor un nuevo amanecer en el caso y que éste se comiense a
resolver rápidamente. Mi
sentimiento actual es ese, de un nuevo amanecer, como que todo estuviera
comenzando. Me dijo: 8 No nos tengas rencor por faltas de nuestros padres, que tu
misericordia corra a nuestro encuentro, pues ya no podemos más. 9
Ayúdanos, oh Dios, salvador nuestro, en atención a la gloria de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados en honor a tu nombre. 10
¿Quieres que digan los paganos: «¿Dónde está su Dios?» Que bajo nuestros ojos
conozcan los paganos cómo cobras venganza de la sangre derramada de tus
siervos. 13 Y nosotros, tu pueblo, el rebaño de tu redil, te daremos
gracias para siempre; de edad en edad diremos tu alabanza. 13 Moisés contestó
al pueblo: «¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él
los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver. 14
Yavé peleará por ustedes y ustedes solamente mirarán.
No pasó nada en
todo el día y me sentí desesperar. Por la tarde me fui a misa, a pedirle al Señor que me dé
fortaleza y sabiduría. Regresé a
la casa y Rober me dijo que jugáramos un juego de dados, fue la forma de
consolarme de Dios.
Después vino
Sylvia Regina y se quedó con nosotros, fue la forma en que el Señor me dijo: “Yo estoy contigo”.
Por la tarde,
el Espíritu Santo me iluminó para comprender que lo que teníamos que hacer era
invertir en energía renovable, ese era el negocio a seguir. ¡Aleluya!
Martes
14 de marzo de 2006
Liturgia
de las Horas II, Pág. 143
Marcos
3, 14-15
Me levanté a
orar, comenzando por escuchar los “Ejercicios Espirituales de San Ignacio de
Loyola”, que me han cautivado desde la semana pasada. Ayer me compré el libro para entenderlos
mejor. Le pedí al Señor me diera Fortaleza.
Me contestó: Ahora es tiempo
favorable. Ahora es día de salvación. 14 Así instituyó a los Doce (a
los que llamó también apóstoles), para que estuvieran con él y para enviarlos a
predicar, 15 dándoles poder para echar demonios.
Me reuní con
Alex y la reunión fue positiva. En
el día me sentí triste, pues todos los empleados están ya desesperados y hablé
a la oficina de Vidal y andaba de viaje de nuevo y no regresa hasta el jueves
por la tarde o sea que se va a perder otra semana sin pasar nada. Le imploré al
Señor su misericordia, pues el dolor que sentimos es ya grande.
Miércoles
15 de marzo de 2006
Isaías
43, 1-5
Cantar
6, 4-9
Me levanté
pidiéndole al Señor que incremente mi Fe y mi Esperanza y me haga sentir su
amor. Me dijo: 1 Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que
te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por
tu nombre, tú eres mío. 2 Si atraviesas el río, yo estaré contigo y
no te arrastrará la corriente. Si pasas por medio de las llamas, no te
quemarás, ni siquiera te chamuscarás. 3 Pues yo soy Yavé, tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador. Para rescatarte, entregaría a Egipto, Etiopía
y Saba en lugar tuyo. 4 Porque tú vales mucho a mis ojos, yo doy a
cambio tuyo vidas humanas; por ti entregaría pueblos, porque te amo y eres
importante para mí. 5 No temas, pues, ya que yo estoy contigo. 4
Eres hermosa, amada mía, como Tirsá, encantadora como Jerusalén, importante
como tropas ordenadas. 5 Aparta de mí tus ojos, porque me cautivan.
Tus cabellos son como rebaño de cabras que ondulan por las pendientes de
Galaad. 6 Tus dientes son como rebaño de ovejas que acaban de
bañarse. 9 Pero una sola es mi paloma, mi toda perfecta. Ella es la
hija única de su madre, la preferida de la que la engendró. Las jóvenes que la
ven la felicitan, reinas y concubinas la alaban. Por la noche tuvimos la reunión para la preparación
del Encuentro e hicimos el ensayo del diálogo.
Jueves 16 de
marzo de 2006
Hoy no pude
orar, pues tuve que preparar el programa del sábado, ya que lo grabamos; pues
Arturo no podía llegar el sábado. Lo
grabamos a las 2:30 de la tarde. Ariana
vino a almorzar y le di gracias a Dios por ese momento, pues pasamos bien
contentos. Por la noche fuimos a
la Asamblea.
En la oficina
no pasó nada, sólo pasa y pasa el tiempo. Aunque sí, Marco Tulio me vino a decir que había cotizado una
venta de ocho mil dólares de un inventario de riego, le dije – ¡Gloria a Dios!
Viernes
17 de marzo de 2006
Job
20, 4-5; 22, 21-30
2
Corintios 13, 3; 11
Romanos
12, 15-28
Me levanté
deseoso de escuchar al Señor, pues como ayer no pude orar, sentí que había
pasado un tiempo enorme sin estar con El. Le pedí su consuelo y esperanza, pues ya ha pasado bastante
tiempo en el caso y no pasa nada. Me
contestó: 4 ¿No sabes tú que desde
siempre, desde que fue puesto el hombre sobre la tierra, 5 el triunfo del malvado es breve y el
gozo del perverso no dura más que un instante? 21 Reconcíliate,
pues, con Dios, haz las paces, y te resultará bien. 22 Escucha de su
boca sus preceptos y guarda sus palabras en tu corazón. 23 Si
vuelves al Omnipotente con humildad, si alejas de tu tienda la injusticia, 24
si estimas el oro como polvo y como guijarros los ríos dorados, 25
entonces el Omnipotente será tu oro. 27 Lo invocarás y él te
escuchará para que puedas cumplir tus mandas. 28 Lo que decidas te
saldrá bien y sobre tus caminos brillará la luz. 29 Porque él rebaja
lo que es alto y salva al que baja los ojos; 30 El, que libera al
inocente, a ti también te salvará si tus manos son puras.
Nos reunimos
con Alex y la reunión fue positiva, aunque no teníamos nada que hacer, ni nada
que hablar. No hemos sabido del
caso nada, durante toda la semana. No he podido hablar con Vidal.
Por la tarde
acompañé a Sylvia Regina a la reunión de Junta General de una empresa y me
sentí resentido con el
Señor, cuestionándole por qué es que no nos compone las cosas, si mi dolor es
tan fuerte y todos estamos sufriendo tanto. Me resentí con el Señor, pero aceptando su voluntad.
Por la noche
nos enojamos con Sylvia Regina, a la hora de orar, pues me reclamó que a mí no
me importaba que el médico le hubiera dicho que no estaba bien de salud y que
había que bajar el colesterol y el azúcar. No oramos juntos y yo me sentí más devastado. Me puse a orar
yo solo. El Señor me dijo: 3 Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se
muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder. 11
Estén alegres, sigan progresando, anímense, tengan un mismo sentir y vivan en
paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. 15
Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran. 16
Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no
se tengan por sabios. 18 Hagan todo lo posible de vivir en paz con
todos. 21 … Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed,
dale de beber; éstas serán otras tantas brazas sobre su cabeza. 21 No
te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien.
Sábado
18 y domingo 19 de marzo de 2006
Pensamientos
de san agustín 552-1
Hebreos
8, 1-2
Marcos
5, 34
Números
14
Gracias a Dios,
nos disculpamos con Sylvia Regina al solo despertar. Comprendí que fue Satanás obrando, quien nos había hecho
enojar y dividir anoche. Me
levanté a orar y tuve el deseo de poder orar en lenguas. Traté de hacerlo, pero no sentí nada
distinto, el Señor no me ha querido darme ese don. Quisiera poder quedarme concentrado en El, por largo tiempo y
sin sentirlo. El Señor me
dijo: 552
Cristo ora por nosotros como sacerdote nuestro, ora en nosotros como nuestra cabeza y es rogado por nosotros
como nuestro Dios. Reconozcamos, pues, en El nuestras voces y sus voces en
nosotros. 551 La cabeza
–Cristo– defiende a su cuerpo. 1
Tratemos de resumir lo que
hemos dicho: Tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha de Dios de
Majestad en los cielos; 2 él está a cargo del santuario y de la
tienda verdadera, levantada no por hombres, sino por el Señor. Me levanté a orar el domingo,
pidiéndole al Señor que incremente mi Fe. Que me hable, pues me siento sin Esperanza para seguir
adelante. Aunque ya sí sin retorno
a querer echarle la culpa o reprocharle el que no escucha mis oraciones o no
quiere ayudarme. Así como dijo
Pedro: “Señor y a quién iremos, si sólo
tú tienes palabras de vida eterna.” Es sólo que necesito que me dé
Sabiduría, Inteligencia y Fortaleza.
Me contestó: 34 Jesús le dijo: «Hija,
tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.»
Por la tarde
fuimos a traer a Sofía que venía de Novojoa. Cenamos con Ariana y Luigi. Le di gracias a Dios que había podido venir Sofía. Poncho venía el viernes. Por la noche me puse a orar, pidiéndole
al Señor su misericordia, pues tampoco Vidal me dijo nada durante todo el fin
de semana o sea que nada ha pasado. Me dijo: 11 Yavé dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me va a
seguir menospreciando este pueblo? ¿Hasta cuándo va a tener poca confianza en
mí, después de todos los prodigios que he hecho en medio de él?
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